Un reciente estudio del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges) identificó un panorama preocupante sobre la resistencia de Aedes aegypti y Aedes albopictus, principales vectores del dengue en Panamá, a diversos insecticidas. Esta resistencia pone en riesgo los esfuerzos de control de la enfermedad en distintas regiones del país.
El dengue es una infección viral que se transmite a las personas a través de las picaduras de mosquitos hembra infectados. Aunque varias especies del género Aedes pueden ser vectores, el Aedes aegypti
La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que es posible reducir el riesgo de contraer dengue protegiéndose de las picaduras de mosquitos mediante el uso de ropa que cubra el cuerpo, mosquiteros, repelentes, serpentines fumigantes y vaporizadores. Además, la eliminación adecuada de desechos sólidos y la limpieza de recipientes que acumulan agua son claves para evitar la proliferación de criaderos de mosquitos.
Aunque el uso de insecticidas ha sido eficaz para controlar las poblaciones de Aedes durante muchos años, estos insectos han desarrollado resistencia a estos compuestos, lo que representa una amenaza global para el control de la enfermedad.
El estudio científico, liderado por el entomólogo del Icges Lorenzo Cáceres, reveló que la cepa de Aedes aegypti de El Coco (La Chorrera) presenta resistencia confirmada a las sustancias químicas piretroides deltam.trina, con una tasa del 78.5%, y lambda-cialotrina, con un 81%.
En otras regiones, los mosquitos de Aguadulce (Coclé) mostraron una resistencia del 79.3% ante la deltametrina, mientras que en David (Chiriquí) la resistencia a este insecticida se elevó a un 74.8% y a un 87.5% frente a lambda-cialotrina. En Puerto Armuelles (Chiriquí), la cepa demostró una resistencia significativa a la permetrina, del 83%.
Por otro lado, la cepa de Aedes aegypti de El Empalme (Darién) presentó resistencia a varios organofosforados, registrando un 62.3% frente a pirimifos-metilo, 55.5% a clorpirifos-metilo, y 85.3% ante propoxur. En el caso de Aedes albopictus, todas las cepas analizadas mostraron una posible resistencia a piretroides (PYs) y cinco cepas presentaron resistencia al DDT (plaguicida diclorodifeniltricloroetano). Particularmente, la cepa de Aedes albopictus de Canto del Llano (Veraguas) mostró resistencia confirmada a pirimifos-metilo, con una tasa del 70%, y al malatión, con un 62%.
Además de la resistencia a insecticidas, se encontraron variaciones en la actividad enzimática que contribuyen a la capacidad de los mosquitos para descomponer los compuestos químicos. En poblaciones de Aedes aegypti, se detectó una mayor expresión de la enzima α-esterasa (α-EST) en comparación con β-esterasa (β-EST), mientras que en Aedes albopictus se identificó una expresión predominante de β-EST y de enzimas MFOs (monooxigenasas).
La investigación también identificó la presencia de la mutación kdr Val1016Ile, vinculada a la resistencia a piretroides, en Aedes aegypti de las áreas de Aguadulce, El Coco y David. El análisis para esta mutación arrojó valores que oscilaron entre 0.8% y 20.8%, lo que sugiere una fuerte asociación entre la resistencia a piretroides y la presencia de la mutación kdr en estas cepas.
Selección de las áreas de estudio
El estudio surgió a raíz de que el Programa Nacional de Control de Aedes (PNCA) del Ministerio de Salud (Minsa) subrayó la necesidad de evaluar la resistencia de los insecticidas aplicados y de alternativas contra Aedes aegypti y Aedes albopictus en áreas de relevancia epidemiológica.
Esta evaluación se justificó por el creciente número de casos reportados de dengue y los elevados índices de infestación observados, así como por las frecuentes aplicaciones de insecticidas en estas comunidades.
En colaboración con el PNCA, los científicos del Instituto Gorgas seleccionaron 16 comunidades, tanto urbanas como semiurbanas, distribuidas en 16 municipios de Panamá.
La imagenla ubicación geográfica de las comunidades estudiadas y las especies de mosquitos recolectadas en cada una de ellas.
Cáceres indica que el análisis es crucial para adaptar las estrategias de control de vectores y mejorar la efectividad de las medidas implementadas en la lucha contra el dengue en el país.
Los científicos realizaron colectas de Aedes aegypti y Aedes albopictus en estados inmaduros (larvas y pupas) en el intra y peridomicilio en diferentes ambientes ecológicos ubicados en áreas urbanas y semiurbanas. Todo el material biológico colectado fue colocado en contenedores especiales previamente codificados y transportado al Departamento de Entomología Médica del Icges para su identificación a nivel de especie utilizando claves taxonómicas de larvas y pupas de mosquitos.
Escenario epidemiológico del dengue
El número de casos de dengue en Panamá durante 2024 ha alcanzado cifras históricas, con un total de 20 mil casos y 46 defunciones reportadas hasta la semana epidemiológica 41 (del 9 al 15 de octubre), según el más reciente informe del departamento de Epidemiología del Minsa.
Xavier Sáez-Llorens, jefe del Departamento de Investigación del Hospital del Niño Dr. José Renán Esquivel, subrayó que Panamá, al igual que otros países de la región latinoamericana, enfrenta una de las peores epidemias de dengue en las últimas tres décadas. “Con 41 defunciones confirmadas, el país está viviendo un número sin precedentes de casos y muertes por dengue”, afirmó.
A pesar de los esfuerzos por controlar el brote mediante la fumigación, la eliminación de criaderos y la recolección de basura en las comunidades, estas medidas no han logrado frenar significativamente la propagación del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad.
En este contexto, Sáez-Llorens destacó la importancia de la vacuna QDenga, desarrollada por la farmacéutica japonesa Takeda, que podría ser clave para prevenir casos graves. Esta vacuna ha demostrado una eficacia del 84% en la prevención de hospitalizaciones y un 61% en la protección contra los síntomas de la enfermedad. Además, el serotipo 2, que actualmente predomina en Panamá, se asocia con un mayor riesgo de complicaciones graves, lo que refuerza la necesidad de su aplicación.