Uno de los proyectos más representativos de la pasada administración (2014-2019) en materia de conservación ambiental fue la Alianza por el millón de hectáreas, pero el programa murió sin ningún tipo de resultados.
Se consultó al Ministerio de Ambiente sobre cuál es el estado actual de los árboles que fueron sembrados como parte de este programa, que buscaba reforestar un millón de hectáreas en 20 años, y su respuesta fue que la institución realizó un diagnóstico del proyecto, para conocer el estado de las plantas.
No obstante, manifestó que la investigación evidenció “falta de data confiable”, ya que no se realizaba un monitoreo de las plantaciones, lo que no permite dar información precisa sobre la cantidad de árboles que fueron plantados y su condición en estos momentos.
Nuevo programa
Frente a esa realidad, el Ministerio de Ambiente comunicó que puso en marcha un nuevo proyecto denominado Programa Nacional de Restauración Forestal (PNRF), el cual tiene como meta reforestar en los próximos 5 años más de 50 mil hectáreas enfocado en los temas de protección y conservación de cuencas prioritarias y productoras de agua de todo el país.
Pero, ¿quién garantiza que este nuevo programa no corra la misma suerte que la Alianza por el millón de hectáreas, cuando llegue una nueva administración? De acuerdo con las autoridades del Ministerio de Ambiente la nueva propuesta cuenta con el Sistema de Monitoreo de Restauración Forestal, que es una herramienta tecnológica que permite precisamente registrar y monitorear las acciones de reforestación, restauración y conservación que son realizadas por la Dirección Nacional de Forestal.
Informaron que este monitoreo cuenta con el apoyo de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), lo cual consideran esencial para reforzar la capacidad nacional de recopilación y análisis de datos, y así ofrecer recursos informativos forestales fiables para el desarrollo y planificación de políticas nacionales y de manejo sostenible.
“Se ha estructurado para dar metas claras, bien definidas en tiempo y espacio y dejando la oportunidad a la siguiente administración de generar sus cálculos y metas país, para continuar con nuestro estatus como carbono negativo”, puntualizó el ministerio ante las consultas de este medio.
Para el biólogo del Centro de Incidencia Ambiental Isaías Ramos, se ha demostrado en ecología y conservación que lo verdaderamente relevante es la deforestación evitada, es decir todas aquellas superficies de bosque que se mantienen en el tiempo y que pueden ser conservadas en su estado natural y biodiversidad.
En palabras del biólogo, las estrategias que se implementaron con la Alianza por el millón de hectáreas no solo “carecían” del sustento científico y técnico en cuanto al manejo de los bosques en área tropical, sino que requerían de análisis de viabilidad financiera previo”.
“Se requería un análisis de suelo de los sitios, una cuidadosa selección de la vegetación nativa a utilizar, al igual que un trabajo de cuidado y manejo sostenido en el tiempo, con personal y recursos de forma intensiva, garantizando su viabilidad en el tiempo”, detalló.
Se contactó al exministro de Ambiente Emilio Sempris (2017-2019) y se mostró sorprendido ante los planteamientos del Ministerio de Ambiente sobre este tema. “La administración actual ha utilizado los resultados de la Alianza por el millón de hectáreas 2014-2019 para expresar a nivel nacional e internacional que Panamá ha aumentado su cobertura boscosa y que es un país carbono negativo”, dijo.