En los últimos cuatro años, el drama humanitario en el tapón del Darién, entre Panamá y Colombia, ha alcanzado niveles que desafían la lógica. Hoy día, esta franja de selva se ha convertido en un laberinto de dificultades y peligros, con historias de supervivencia de miles de migrantes, mientras otros mueren en su travesía hacia el sueño americano.
Estos son 10 puntos clave para entender el fenómeno migratorio por el tapón del Darién:
1. Las principales razones de la crisis humanitaria en el tapón del Darién tienen que ver, en los últimos años, con la agudización de conflictos armados, el incremento de la violencia ejercida por bandas criminales y pandillas, y las crisis económicas en los países de procedencia de los migrantes, debido a desastres naturales o a la COVID-19.
2. Día a día, cientos de migrantes, principalmente de países vecinos como Venezuela, Haití, Ecuador, Chile y Brasil, pero también de lugares tan distantes como China, India, Afganistán, Camerún, Somalia y Bangladesh, atraviesan esa espesa selva de más de 5 mil kilómetros cuadrados que separa a Colombia de Panamá.
3. Países como México y Guatemala comenzaron a solicitar visas a personas de nacionalidades como Ecuador, Haití, entre otras, desde 2022, lo que significó un aumento en las dificultades de los migrantes para llegar a la frontera sur de Estados Unidos. Sin embargo, la imposición del visado no frenó la migración, más bien obligó a explorar otras rutas más peligrosas, como la del Darién.
4. Todos estos factores llevaron a que la crisis humanitaria se agravara a tal punto que en 2021 cruzaron por la selva 133,655 migrantes, mientras que al finalizar el año pasado fueron 520,085.
5. La travesía puede durar desde tres hasta 15 días. Allí, los migrantes arriesgan su vida al enfrentarse no solo a condiciones naturales complejas como el paso de ríos caudalosos, trochas empinadas y falta de agua potable, sino también a la presencia de grupos criminales locales que roban, secuestran y ejercen violencia sexual. La selva del Darién se ha convertido en una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo.
6. El mayor número de diagnósticos de los migrantes atendidos por organizaciones como Médicos Sin Fronteras es de enfermedades del sistema musculoesquelético, que pueden ir desde torceduras hasta fracturas que dificultan aún más el recorrido. Los otros dos diagnósticos más comunes son diarreas con y sin sangre, y enfermedades en la piel. Además, por permanecer días y noches enteras en condiciones húmedas, los migrantes también llegan a nuestras consultas con enfermedades respiratorias.
7. A las dificultades naturales y de salud, se suma la presencia de grupos criminales locales y organizaciones que además de controlar las rutas, atacan, roban, secuestran y ejercen violencia sexual contra los migrantes. Los actos violentos agravan la situación, que ya es difícil debido a la falta de acceso a servicios básicos como alimentación y salud. Por ejemplo, en los casos de abuso sexual, es fundamental que las víctimas reciban atención médica urgente en menos de 72 horas para evitar el contagio de enfermedades.
8. Las rutas para atravesar el Darién cambian todo el tiempo, dependiendo del clima y las condiciones de los grupos armados y criminales en la zona, pero la mayoría inicia en Capurganá o Acandí (Colombia) y termina en las comunidades indígenas de Canaán Membrillo o Bajo Chiquito (Panamá). Los precios que pagan por cualquier servicio varían; incluso, los migrantes refieren que les cobran más o menos cantidad de dinero según su nacionalidad.
9. Decenas, si no cientos, de personas han perdido la vida o han desaparecido durante el cruce. Muchos no han sido encontrados. Aunque la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informa que 245 personas desaparecieron entre 2021 y marzo de 2023, es posible que la cifra real sea mucho mayor.
10. El 4 de marzo, el gobierno panameño suspendió el trabajo de Médicos Sin Fronteras (MSF) en el país, organización que desempeñó un papel crucial en la asistencia a migrantes y solicitantes de asilo en el Darién, incluyendo a cientos de víctimas de violencia sexual. Más de 1,300 han denunciado ante MSF haber sufrido violencia sexual entre abril de 2021 y enero de 2024, pero es posible que las cifras reales sean aún mayores. Sin embargo, entre enero de 2021 y diciembre de 2023, la Procuraduría General de Panamá informó que sólo había tenido conocimiento de 285 víctimas de violencia sexual.