Un total de 954 mil 231 alumnos del país le dieron la bienvenida ayer lunes al año escolar 2023. El día fue aprovechado por el presidente de la República, Laurentino Cortizo, para inaugurar dos nuevas estructuras: la escuela República Italia, en el distrito de San Miguelito, y el Centro Educativo Básica General José Nadal Silva, en La Pintada, provincia de Coclé.
El nuevo año lectivo llegó con nuevas estructuras escolares, pero sigue sin los cambios de fondo que urgen en la educación para lograr avanzar hacia una mejor calidad, luego del retroceso que se originó tras la pandemia respiratoria que llevó a que los estudiantes por dos años consecutivos recibieran clases a distancia.
De hecho, el desafío del Ministerio de Educación (Meduca) es lograr consolidar la recuperación del aprendizaje, ya que el año pasado no se pudo alcanzar esta meta.
Sin embargo, especialistas e investigadores en educación coinciden en que hace falta una acción decidida y una apertura al cambio desde el órgano Ejecutivo y Legislativo, así como de las direcciones regionales, directores de escuelas, docentes, padres de familia y estudiantes, para trazar la ruta de los cambios que lleven al sistema a tener una mejor calidad.
La directora ejecutiva del Centro de Investigación Educativa de Panamá, Nadia De León Porter, indicó que en este segundo año de recuperación postpandemia se necesita todavía continuar o fortalecer programas y prácticas basados en evidencia para la recuperación de aprendizajes en cada una de las escuelas.
De León Porter recordó a las autoridades de educación que antes de la pandemia como país se tenían planteadas metas importantes en el Compromiso Nacional por la Educación e iniciado proyectos que deben ser retomados, como por ejemplo los cambios en la formación inicial docente y eventualmente un proceso de certificación y evaluación docente, el establecimiento de un instituto de evaluación educativa con rigor científico e imparcialidad que trabaje en alianza con un instituto de perfeccionamiento y bienestar docente que provea formación profesional a largo plazo y con acompañamiento en aula de alta calidad.
Además, la investigadora en educación subrayó que hay que reformar los procesos de administración del sistema para buscar una gestión eficiente y ética de una educación pública como derecho humano, integral y de calidad para todos.
Mientras que para el especialista en educación y expresidente del Consejo Permanente Multisectorial para la Implementación del Compromiso Nacional por la Educación (Copeme), Antonio Castillo, es necesario transformar y reestructurar la educación, ya que sin transformación no habrá una significativa recuperación de los aprendizajes, sin transformación educativa corremos el riesgo de perder todas las enseñanzas que nos dejó la crisis de salud generada por la pandemia de la covid-19.
Añadió que como país, no debemos enfocarnos en lo que los estudiantes no aprendieron, sino centrarnos en lo que como sistema educativo y país debemos enseñar y no lo enseñamos.
Por su parte, la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá, destacó en su informe dominical la Cámara Opina, que hay la necesidad de enfocarnos como país en una revolución educativa que permita a los ciudadanos aspirar a una mejor calidad de vida, ya que, la educación es uno de los grandes factores que permiten la movilidad social.
La organización planteó que Panamá tiene un rezago educativo importante, que como sociedad necesita atender con urgencia, de lo contrario está destinado a fracasar como país.
“El inicio de un nuevo año escolar representa la oportunidad de abocarnos a atender estas necesidades y apostar por la calidad educativa en todo el sentido de la palabra”, dijo la Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá.
A juicio del organismo empresarial, hay una imperante necesidad de implantar un sistema de requisitos de formación para docentes y directivos de acuerdo con las competencias, y crear un sistema nacional de capacitación y calificación de los docentes. Así como la imperante actualización de los planes de estudios.
Mejorar la calidad de la educación
En ese sentido, el Copeme ayer lunes enfatizó la importancia de unir esfuerzos para mejorar la calidad de la educación en Panamá, con inclusión y equidad, para que toda la población, en especial la más vulnerable, tenga un mayor acceso a las oportunidades que ofrece el país.
El Copeme hizo hincapié en la necesidad de monitorear el retorno a clases de todos los niños y jóvenes para que continúen sus trayectorias escolares y la inclusión de los más pequeños a la educación preescolar en la edad correspondiente, para lo cual reitera la importancia de implementar la red de retención y reinserción escolar, una iniciativa del organismo para disminuir la cantidad de estudiantes que desertan del sistema.
De hecho, el estudio Niñez fuera de la escuela y en riesgo de exclusión educativa en Panamá, elaborado por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés), junto con Meduca muestra una realidad cruda y dura en números.
La investigación dada a conocer hace un año estimo que al menos 192 mil estudiantes del país, de entre 5 y 20 años, son potenciales desertores del sistema educativo. Esta cifra de potencial se midió con los datos de sobreedad —uno o dos años más de rezago— que presentan niños y adolescentes.
La realidad que ofrece el estudio se analiza desde 2020, incluso Copeme propuso al Meduca la creación y la implementación de una red de retención y reinserción escolar, para frenar el abandono escolar, en todos los niveles, durante y después de la emergencia por la covid-19.
El Copeme planteó acciones para el periodo postpandemia, que incluyen aspectos tales como: proveer el acceso a la tecnología, fomentar actividades educativas de forma presencial y virtual, dar seguimiento de parte de los docentes para asegurar el aprendizaje de los alumnos, fomentar la construcción de alianzas, incentivar la formación constante del docente en uso de la tecnología.
El estudio de Unicef incluyó análisis de datos, revisión de más de 150 documentos e investigaciones en campo en diferentes regiones del país entre 2019 y 2020.
Realidad educativa en números
En Panamá, 6 de cada 10 niños en tercer grado no logran el nivel mínimo de competencia en lectura y 7 de cada 10 niños fallan en matemáticas.
En sexto grado es aún más grave, ya que 8 de cada 10 estudiantes no alcanzan el nivel mínimo de competencia en lectura; en ciencias 9 de cada 10 jóvenes tampoco hacen el mínimo requerido y en matemáticas casi el 100% no pasa esta prueba.
Por su parte, en el nivel de premedia, 6 de cada 10 adolescentes no alcanzan el nivel mínimo de rendimiento en lectura; en ciencias y matemáticas la relación es aún mayor.
Así muestran los estudios locales e internacionales realizados sobre el tema de educación en el país, es decir, los estudiantes no cuentan con las bases mínimas para su desarrollo estudiantil y profesional.