Durante la homilía de este domingo 6 de junio de 2021, el arzobispo metropolitano José Domingo Ulloa se refirió a la preocupación expresada por diversas entidades católicas frente a algunas acciones que amenazan con convertir a Panamá en un “país minero”.
“Ya nos ha dicho el Papa: ‘las exportaciones de algunas materias primas para satisfacer los mercados en el norte industrializado han producido daños locales, como la contaminación con mercurio en la minería del oro o con dióxido de azufre en la del cobre’. Estamos envenenando la Casa común y ante esto la Iglesia no puede quedarse en silencio”, dijo Ulloa.
En ese sentido, el arzobispo de Panamá planteó la apertura de un espacio de amplio y auténtico diálogo que involucre a todos los actores, además de que no se descarte una moratoria minera total como resultado del proceso.
Asimismo, que el Ministerio de Comercio e Industrias (MICI) suspenda la nueva concesión de 25 mil hectáreas hasta que el proceso mencionado con anterioridad llegue a su término.
“Hoy más que nunca debemos estar unidos para cuidar nuestra Casa Común, es la única herencia que podemos dejar a nuestros hijos, un país donde cada uno de los ciudadanos protejamos nuestra tierra, agua y los bosques”, afirmó el arzobispo, a propósito del 5 de junio, cuando se celebró el Día Mundial del Ambiente.
Recientemente un grupo de organizaciones ambientales ha dado a conocer su oposición a las medidas del MICI para “potenciar” en el país la minería metálica a cielo abierto.
Las exigencias de los grupos ambientalistas surgen luego que el pasado 15 de mayo se conociera que el MICI añadió al régimen de concesiones mineras poco más de 25 mil hectáreas de tierras en Colón y Coclé.
Concretamente, una zona de 24 mil 954 hectáreas entre los distritos de Donoso (Colón) y La Pintada (Coclé), y otra de 644.9 hectáreas en los distritos de Donoso y Omar Torrijos (Coclé).
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