Las alarmas en el Ministerio de Salud (Minsa) están encendidas gracias al aumento desbordado de casos de malaria en diversas áreas de Panamá.
Los reportes del departamento de Epidemiología del Minsa indican que hasta el pasado 7 de marzo se contabilizan en el país mil 922 casos de malaria, enfermedad producida por el parásito Plasmodium y transmitida por el mosquito Anopheles.
La razón del aumento de casos de la malaria es multifactorial, dentro de estos se encuentra una disminución en el cumplimiento de los programas causado por el confinamiento originado por la pandemia.
Así lo reconoció el Departamento de Control de Vectores del Minsa, que añadió a La Prensa que debido a la crisis sanitaria no se pudo reclutar a tiempo personal, ni adquirir los insumos, debido a que el presupuesto durante un tiempo determinado se destinó a la contingencia por la covid-19. Actualmente, tienen 358 técnicos realizando funciones.
La situación surge a pesar que los funcionarios retornaron a sus labores en noviembre de 2020, luego que el primer caso de la covid-19 fue confirmado en marzo del mismo año. Incluso, los funcionarios durante todos esos meses devengaron un salario.
Cambio de insecticida
En Panamá, en los últimos 10 años hasta el 2018 se reportaba un promedio anual de 646 casos de malaria, pero en los últimos cuatro años se ha registrado un promedio por año de 3 mil 764 casos, con un incremento significativo en la incidencia, sostuvo el investigador y entomólogo del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), Lorenzo Cáceres.
El investigador del Gorgas añadió que uno de los factores que posiblemente haya influido en el incremento progresivo de los casos de malaria a partir del 2019 ha sido el cambio del insecticida fenitrotión, que de acuerdo a un estudio del Instituto Gorgas reciente hasta el quinto mes de su aplicación estaba matando un 80% los mosquitos.
En ese sentido, el Departamento de Control de Vectores aseguró que el insecticida fenitrotión se cambió porque fue excluido de la lista de insecticidas recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS). La lista de insecticidas precalificados contiene productos que la OMS ha evaluado y determinado que son eficaces, seguros y producidos de muy buena calidad.
El incremento de casos en el país justo coincide con el cambio al uso del insecticida en el 2018 por el insecticida sumishield, el cual no fue evaluado previamente.
Ante esta situación, el reemplazo fue sumishield que había sido precalificado en por la OMS en el 2017.
De hecho, el Departamento de Control de Vectores confirmó que la efectividad del producto no fue evaluada previamente. Aunque sostuvo que el aumento de casos no se dieron solamente en las áreas donde se rociaba el insecticida sumishield sino en todo el país.
Sobre la evaluación del insecticida, el investigador Cáceres sostuvo que la pandemia comenzó en el 2020, es decir, pudo llegar a evaluarse previamente.
De hecho, el Icges es la entidad por ley que le corresponde realizar los estudios de efectividad una vez la empresa suministradora lo solicite como parte de los requerimientos para obtener el registro sanitario de este agente químico.
Acciones adoptadas ante la malaria
El primer paso adoptado por las autoridades frente la situación ha sido la conformación en enero pasado de un centro de operación contra la malaria, es decir, una mesa intersectorial que lidera el ministro de Salud, Luis Francisco Sucre, en la que se toman decisiones sobre el manejo de la enfermedad.
Además, para reducir el riesgo de casos de malaria por ejemplo en Panamá este se han estado entregando mosquiteros para cama y hamacas en las comunidades de Wacuco, Río Rubén, Igarwala y Tortí Medio abajo.
La mayoría de los casos de malaria se registra en la comarca de Guna Yala, Darién, comarca Ngäbe Buglé y Panamá este, los sectores con más casos confirmados, a la fecha.
Los informes de epidemiología demuestran que el año pasado se contabilizó más del doble de casos de malaria que en el 2021, ya que se reportaron 7 mil 112 casos, es decir, 3 mil 469 más casos, que en el 2021 cuando la cifra fue de 3 mil 643 casos.
El año pasado se observaron brotes de casos en lugares no habituales, cercanos a las áreas más urbanas de la región norte de la provincia de Panamá, cuando los pacientes afectados tradicionalmente proceden de las comarcas Guna Yala, Ngäbe Buglé, Darién y Panamá este.
Intervenciones locales son clave
Sobre el tema, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) hace un llamado a enfocarse en la vigilancia y la respuesta a nivel local para atacar la causa principal de la enfermedad.
A pesar de los avances hacia la eliminación de la malaria en las Américas desde 2010, el progreso general se vio obstaculizado por un aumento sostenido de los casos entre 2014 y 2019. Aunque los casos empezaron a descender de nuevo a partir de 2020-2021, la pandemia de covid-19 afectó a la respuesta a la malaria, interrumpiendo las pruebas, la vigilancia y las acciones de control de vectores, especialmente en las poblaciones rurales.
“Para que las Américas se mantengan en el buen camino de la eliminación de la malaria, los países deben adaptar y mantener las intervenciones en función de los datos locales y las tendencias de la enfermedad”, dijo Massimo Ghidinelli, director interino de Enfermedades Transmisibles y Determinantes Ambientales de la Salud de la OPS.
“El contexto lo es todo cuando se trata de la malaria. Las iniciativas generales no tienen en cuenta factores como las poblaciones rurales y la migración, que son importantes factores que impulsan la enfermedad”, acotó Ghidinelli.