Este año, en medio de la pandemia de la Covid-19, las ballenas jorobadas adelantaron su visita a las aguas tropicales del Pacífico panameño.
El Ministerio de Ambiente (Mi Ambiente) dio a conocer el inicio de la temporada de avistamiento de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) en el Pacífico nacional.
Todos los años estos enormes cetáceos, reconocido por la Comisión Ballenera Internacional (CBI) como el Stock o Unidad Poblacional “G”, se trasladan desde las aguas antárticas hasta las aguas tropicales del Pacífico de Costa Rica, Panamá, Colombia y Ecuador.
Estudios llevados a cabo recientemente en Colombia revelan que esta población adelantó su llegada, aunque mantiene su fecha de regreso al Sur. Este hecho aumenta el tiempo de permanencia de estos rorcuales en las aguas de la región.
El paso de ballenas y delfines favorece el desarrollo de actividades turísticas como el turismo de avistamiento, que genera beneficios económicos a las comunidades costeras donde se concentran estas especies. Sin embargo, este año debido a la pandemia está actividad está suspendida, informó Mi Ambiente.
Las Perlas, Isla Iguana, Montijo, Coiba e Islas Secas son algunos de los puntos en donde se pueden observar las gigantescas ballenas, pero también grandes grupos de delfines, principalmente el delfín nariz de botella y el delfín manchado pantropical (Stenella atenuatta), que es la especie más común y abundante de todo el Pacífico Oriental Tropical.
En 2005, el gobierno panameño nacional estableció el Corredor Marino de Panamá para la protección y conservación de los mamíferos marinos. Ese año se instaló un comité, presidido por Mi Ambiente y que cuenta con la participación de un grupo interinstitucional que incluye oenegés, el cual en 2007 estableció el primer Protocolo de Avistamiento de Cetáceos, documento que fue actualizado en 2017 y que contiene el código de conducta que se debe seguir durante la realización de esta actividad.