Problemas de salud pública en Patacón

Problemas de salud pública en Patacón


A 10 minutos de la capital y muy cerca del relleno sanitario de cerro Patacón están surgiendo problemas de salud pública que tienen en alerta a las autoridades.

El ministro de Salud, Francisco Javier Terrientes, lo define como una “bomba de tiempo”, debido a la contaminación que se genera en el relleno sanitario.

Por un lado, está una comunidad de 122 familias que se ubicó a escasos 500 metros del relleno sanitario, cuando la normativa establece que la población más cercana debe estar a unos 2 kilómetros de donde se manejan los desechos tóxicos.

Mientras que, por otra parte, hay cinco vertederos clandestinos creados en la zona sobre terrenos que pertenecen al Ministerio de Educación, sin ningún control sanitario y en los que se deposita basura de toda clase.

Terrientes mencionó que esta población de 122 familias está expuesta a sustancias tóxicas y no pueden vivir en esa zona por su salud.

Francisco Díaz Mérida, epidemiólogo, precisó que en los rellenos sanitarios se manejan metales como mercurio, plomo y cadmio que ocasionan hipertensión arterial, trastornos, retardo mental y cáncer si hay una exposición por un tiempo prolongado.

De hecho, estas personas tienen meses de habitar en ese lugar entre basura y agua contaminada. Incluso, reconocen que consumen agua del río Mocambo cuando no pasa el carro cisterna.

Por su parte, Eladio Guardia, administrador de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario, subrayó que cerrarán los vertederos clandestinos y colocarán dos garitas de vigilancia con el fin de que camiones no ingresen a depositar basura al lugar.

Mientras que el Ministerio de Ambiente en estos momentos hace mediciones del nivel de contaminación del suelo y agua.

PRECARISTAS SE TOMAN PATACÓN

A menos de 500 metros del relleno sanitario de cerro Patacón en Chivo Chivo, corregimiento de Ancón, se asentó hace al menos un año la comunidad de Cuipo.

El terreno fue invadido por unas 122 familias precaristas, las cuales en pocos días levantaron viviendas improvisadas elaboradas con cartón, zinc, madera, pedazos de tela y plástico.

Rufino Chamí, de 36 años de edad y oriundo de la provincia de Darién, es uno de los moradores de la zona y cuenta que hace un año se trasladó al lugar con su esposa y tres hijos.

“Yo viví en un cuarto de alquiler durante ocho años en Mano de Piedra, distrito de San Miguelito, pero allá pagaba 60 dólares mensuales. Luego escuché que estaban invadiendo aquí y me vine para acá”, narra mientras se baña con su pequeña hija en las aguas del río Mocambo.

A este afluente llegan los líquidos de materiales contaminantes que genera la actividad en el relleno sanitario de cerro Patacón, debido a que está a pocos metros.

Además, la gran mayoría de las casas están desprovistas del acceso a luz y los sistemas de sanidad básica como servicios higiénicos y agua potable, ya que se trata de una zona que no puede ser habitada debido al grado de contaminación en el sitio.

De hecho, Chamí asegura que ha sido difícil adaptarse al área, aunque resalta están más cerca de la ciudad.

A escasos metros de Chamí reside Arlene Tinoco, de 21 años, quien sostiene que el principal problema en la comunidad es la falta de agua y la delincuencia. No le inquieta en “lo absoluto” vivir en los alrededores del relleno sanitario -donde se procesan 2 mil 500 toneladas de desechos diarios- y muy cerca de vertederos clandestinos de basura.

Ambos precaristas son conscientes de que se exponen a un ambiente altamente contaminado, pero aducen que no tienen otro lugar para habitar, debido a sus bajos ingresos.

Pese a la resistencia de estas personas, médicos consideran que las autoridades deben impedir que residan ahí, pues están expuestos a enfermedades "muy peligrosas”.



Domingo Moreno, dirigente de la Comisión Médica Negociadora Nacional (Comenenal), subrayó que los principales padecimientos tendrían que ver con infecciones en la piel y el metano que emana del relleno. “En el proceso de descomposición de la basura se generan sustancias químicas riesgosas que podrían causar hasta cáncer a esa población”, advirtió el especialista.

En total, Cuipo está compuesta por 122 viviendas y más de 500 personas.

A la misma conclusión de Moreno llegó Francisco Díaz Mérida, epidemiólogo, quien planteó que una larga exposición a los químicos que surgen del relleno sanitario y los vertederos clandestinos causarán un problema de salud pública.

Díaz argumentó que lo más probable es que de cerro Patacón emanen metales como plomo, cadmio o mercurio que son muy tóxicos para las personas y son los responsables de varias enfermedades crónicas.

Por ejemplo, explicó que el cadmio puede causar hipertensión arterial; el mercurio, trastornos neurológicos y el plomo, encefalitis y hasta retardo mental.Para el epidemiólogo, el Gobierno debe llevar a cabo un estudio epidemiológico en la zona para medir el grado de contaminación en el aire, suelo y agua. Además, consideró necesario una evaluación médica general en la zona para conocer el estado de salud de las personas que residen ahí.

“Considero que esta población debe estar lejos del relleno sanitario”, acotó.

Precisamente, el Decreto Ejecutivo No. 275, de julio de 2004, establece en su artículo 5 que un relleno sanitario debe estar alejado como mínimo a 2 kilómetros de las áreas pobladas.

VERTEDEROS ILEGALES

La exposición a sustancias peligrosas en esa zona y la contaminación se incrementa aún más por la operación de cinco vertederos de basura ilegales en la zona.

Tras un recorrido realizado se pudo observar grandes cerros de desechos de todo tipo de desperdicios , sin ningún tipo de tratamiento o procedimientos previos.

Estos basureros clandestinos se extienden a lo largo de un terreno de 23 hectáreas, que es propiedad del Ministerio de Educación.Ahí, propietarios de algunas recicladoras se han convertido en los dueños de esos vertederos y permiten a los conductores de camiones depositar todo tipo de basura y metales como hierro, lata y aluminio.

Tal es el caso de Kenia Castillo, quien relata que desde hace más de 20 años su familia ha manejado el negocio de compra y venta de material reciclable.

Castillo explica que el método de trabajo consiste únicamente en comprar el material al camión que pase por la zona. Sin embargo, reconoce que hay un serio problema con los vertederos ilegales y que les han perjudicado en su comercio.

A raíz de eso, plantea que ha recibido en reiteradas ocasiones la visita de las autoridades de la Alcaldía de San Miguelito, corregiduría de Ancón, y de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario.

“Nos han dicho que nuestro lugar correcto es dentro del relleno sanitario de cerro Patacón, pero la realidad es que allá no vamos a recaudar lo mismo que hacemos en este lugar”, dice Castillo.

Según Castillo, la actual es una temporada baja en lo que respecta a la compra y venta de material reciclable. Antes, dice, la lata -que es lo que más se compra- estaba en 40 centésimos la libra y ahora está a 25 centésimos. En el caso del hierro, antes se pagaba a 6 centésimos y ahora solo vale 2 centésimos.

Otro de los comerciantes, Rito Mendoza, menciona que lleva cinco años de operar una recicladora y cuenta que el Gobierno ya les ha prohibido realizar la actividad.

“Tenemos que desalojar, nos dijeron que no se va a permitir el negocio y nos dieron hasta el día 30 de agosto para despejar la zona”, puntualiza Mendoza, quien admite estar en contra de los vertederos clandestinos por el peligro que representan para su salud y los vecinos.

Andrew Perry, quien posee una recicladora en el área, también dice ser el “dueño” de un amplio terreno que en realidad pertenece al Estado donde se han depositado miles de toneladas de basura sin un control sanitario.

Sobre ese vertedero ilegal asegura que de su parte solo ha sido “caliche lo que se tira”, pero que cuando oscurece llegan los camiones de diferentes empresas y aprovechan para tirar sus desperdicios, por lo que no hay forma de “controlar eso”.

“Ellos dicen que esto es del Gobierno, pero no es así, y de aquí nadie me va a sacar, porque han sido muchos los años que he dedicado a hacer mejoras al lugar”, concluyó.

ENTIDADES CON PLAN

Eladio Guardia, administrador de la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario, subrayó que van a clausurar los cinco vertederos clandestinos que hay en la zona, y además instalaron dos garitas de vigilancia en el área de Chivo Chivo con el fin de que los camiones no puedan ingresar a esos lugares a depositar basura.

Según Guardia, las garitas con agentes de la Policía Nacional custodiarán el lugar las 24 horas.

Igualmente, argumentó que una vez sean cerrados esos vertederos procederán con la limpieza para que el Ministerio de Educación aproveche esas para un mayor beneficio colectivo.

También informó que contaban con 20 hectáreas más que les aportó la Unidad Administrativa de Bienes Revertidos del Ministerio de Economía y Finanzas en el área norte del relleno sanitario, para disponer de una zona más amplia de amortiguamiento y que permita un manejo más cómodo de los desechos.

Respecto a este tema, el ministro de Salud, Francisco Javier Terrientes, sostuvo que lo que ocurre en esa zona es una “bomba de tiempo” para esa población, por lo que están llevando a cabo gestiones con el fin de sanear el lugar en conjunto con el Ministerio de Ambiente, Autoridad de Aseo y el Ministerio de Vivienda y Ordenamiento Territorial.

Lo que sí consideró Terrientes es que los residentes de Cuipo no pueden continuar ahí, por lo que “velarán porque tengan mejores condiciones de vida”.En tanto, Edgardo Villalobos, subdirector de Salud Ambiental de esa entidad, expresó que todos los metales pesados como el plomo una vez ingresan al organismo es difícil que salgan.

Conforme con el funcionario, a esa zona llegan residuos de batería, lámparas y electrodomésticos que contienen mercurio y plomo.

Mientras que Yamil Sánchez, director de Calidad Ambiental, manifestó que evidentemente hay contaminación del curso de aguas en el área y del suelo. Sánchez explicó que en estos momentos están midiendo el nivel de contaminación en el lugar para luego hacer una limpieza “de raíz” del río y el suelo que está alrededor del relleno.

Aunque aclaró que antes de eso se deben eliminar a los vertederos clandestinos, para que no generen más contaminación.

LAS MÁS LEÍDAS