El brote de oropouche en Darién se ha expandido a al menos cuatro áreas de la provincia, con un total de 34 casos confirmados mediante pruebas de laboratorio del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges).
Los corregimientos donde se han confirmado casos son: Metetí (27), Yaviza (3), Río Iglesias (2), Lajas Blancas (1) y un caso está pendiente de confirmación.
El director general del Icges, Nicanor Obaldía III, indicó que están realizando una investigación para profundizar en la comprensión de la dinámica de este arbovirus y contribuir al desarrollo de estrategias efectivas de vigilancia y control. Obaldía III visitó el laboratorio de investigación, donde observó de cerca el proceso de aislamiento del virus de oropouche, un arbovirus asociado a brotes esporádicos en las provincias de Darién y Colón.
El virus de oropouche, transmitido principalmente por insectos vectores, representa un riesgo significativo para la salud pública en las áreas afectadas por brotes. “Este tipo de investigaciones es esencial para adelantarnos a las amenazas infecciosas y ofrecer respuestas oportunas”, señaló.
Por su parte, Arturo Rebollón, miembro de la Sociedad Panameña de Epidemiología y Modelaje Matemático, explicó que el aumento de los casos en la provincia de Darién está vinculado a la intensificación de la migración en esta zona del país, lo que podría estar favoreciendo la propagación del virus.
Sostuvo que, a diferencia de otros virus, el oropouche es transmitido por un mosquito del género Culicoides, mientras que el Aedes aegypti es el vector de las otras enfermedades mencionadas. Ambos mosquitos tienen hábitos similares y pican principalmente al final de la tarde y por la noche.
El control de la propagación del virus se maneja de manera similar al de otras enfermedades transmitidas por mosquitos, y se recomienda el uso de mosquiteros, repelentes, fumigación y la eliminación de criaderos de insectos. Además, la educación comunitaria juega un papel fundamental en la prevención.
“Si bien el oropouche es un virus nuevo en Panamá, el mayor riesgo es que su propagación aumente la probabilidad de que las personas contraigan otras enfermedades transmitidas por mosquitos, lo que podría derivar en una mayor pérdida de productividad y días de trabajo”, indicó Rebollón. En casos como el dengue, por ejemplo, los afectados pueden perder entre 5 y 15 días de trabajo debido al dolor y los síntomas incapacitantes.
El jefe de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa), Blas Armién, explicó que de un total de 58 muestras evaluadas por un equipo de investigación del Instituto Gorgas a través de pruebas de reacción en cadena de polimerasas, 34 casos resultaron positivos.
Añadió que la distribución temporal de los casos corresponde de diciembre de 2024 al 15 de enero de 2025. La detección de casos positivos sugiere que el brote de oropouche continúa de forma activa en la zona afectada.
El grupo de edad entre 40 a 49 años, es el más afectado con una tasa de ataque del 87.5%.
Aunque los brotes de esta enfermedad han sido más frecuentes en la región de la Cuenca Amazónica, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) emitió en febrero de 2024 la “Alerta Epidemiológica: Oropouche en la Región de las Américas” debido al aumento de los casos. Los contagios han sido reportados en Brasil, Bolivia, Perú, Cuba y Colombia.
Diferencia entre jejenes y mosquitos
Los jejenes y los mosquitos son insectos que, aunque comparten algunas similitudes, presentan características físicas y comportamentales distintas.
En términos de tamaño, los jejenes son más pequeños que los mosquitos. Además, su cuerpo es más robusto, sus alas son más anchas y sus patas son más cortas y gruesas. Un aspecto fundamental que diferencia a las hembras de estos dos insectos es su aparato bucal: las hembras de los jejenes poseen un aparato del tipo masticador, con piezas bucales cortantes, mientras que las hembras de los mosquitos tienen un aparato succionador diseñado para extraer sangre.
Las picaduras de los jejenes pueden causar reacciones intensas en la piel debido a la combinación de saliva y componentes que inyectan durante la picadura. Junto con la saliva, los jejenes liberan aglutininas y anticoagulantes que pueden inducir reacciones tóxicas y alérgicas en las personas afectadas. Estas sustancias son las responsables de la hinchazón, picazón y malestar que se experimenta tras la picadura.
En resumen, aunque tanto los jejenes como los mosquitos pueden causar molestias, sus diferencias en tamaño, morfología y mecanismos de picadura son claves para entender cómo nos afectan.