En medio de la pandemia de la covid-19, el virus de la viruela símica recordó al mundo en mayo pasado que todavía circula entre los humanos.
Es una enfermedad viral rara, endémica, limitada a África. Sin embargo, en pocos días, más de 500 casos de viruela del simio han sido reportados en, al menos, 30 países no africanos, según los reportes brindados por funcionarios de la Organización Mundial de la Salud.
Si bien, la situación apunta a que estamos ante un brote inusual, pero controlable, es necesario mantener la alerta y ser precavidos, plantearon Eduardo Ortega Barría, secretario nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación (Senacyt), y Jean-Paul Carrera, virólogo y epidemiólogo del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud y la Universidad de Oxford.
Los científicos panameños explicaron a este medio algunas razones por las que se puede ser optimista ante el resurgimiento del virus de la viruela símica.
Es conocido
El virus fue descubierto en 1958, cuando ocurrieron brotes en monos cautivos en un laboratorio de investigación en Dinamarca. De allí su nombre, pero los monos no son su reservorio principal (su reservorio principal son animales que, sin embargo, no han sido identificados específicamente).
Desde que se notificó el primer caso en humanos en 1970, en un niño de 9 años en la República Democrática del Congo, científicos y autoridades de salud han realizado un seguimiento de los casos y brotes que ha originado.
Es estable
El virus de la viruela símica es un virus de ADN que muta a menor velocidad que un virus de ARN como los coronavirus o influenza, lo que representa menos variantes. Hay dos cepas, África Central y Occidental. Los virus de ADN tienen mejores sistemas para detectar y reparar mutaciones que los virus de ARN, es decir, que es poco probable que el virus de la viruela símica haya mutado repentinamente o que lo haga con una tasa elevada como para alcanzar una excelente transmisión humana.
Se sabe su forma de transmisión
Las formas más comunes de la transmisión de persona a persona pueden ser: gotitas de saliva que no viajan tanto como el aerosol, por lo cual se requiere un contacto cercano prolongado; contacto directo con los fluidos corporales o lesiones de las personas infectadas; y contacto indirecto con ropa de cama donde la persona duerme o algún objeto contaminado.
Síntomas evidentes
El virus es fácil de identificar porque, a diferencia del SARS-CoV-2, que puede propagarse de manera asintomática, la viruela símica no suele pasar desapercibida; en gran medida por las lesiones cutáneas que provoca en las palmas de las manos y plantas de los pies. Se recomienda a la población estar alerta sobre cualquier erupción o lesión inusual.
Es poco infeccioso
Es la primera vez que se informa de cadenas de transmisión de la enfermedad en Europa sin vínculos epidemiológicos conocidos con África Occidental o Central. De hecho, el primer brote de viruela símica fuera de África se produjo en Estados Unidos en 2003 y se relacionó con el contacto con perros de las praderas infectados. Estas mascotas habían sido alojadas con ratas de Gambia y lirones enanos africanos que habían sido importados desde Ghana.
La mayoría de los casos aparecidos en Europa han sido en hombres jóvenes, muchos son hombres que tienen sexo con hombres.
Disponibilidad de tratamientos antivirales
Por ejemplo, el antiviral Tecovirimat (Tpoxx) es eficaz en el tratamiento de enfermedades inducidas por el virus del género Orthopoxvirus y los ensayos clínicos en humanos indican que el medicamento es seguro y tolerable con solo algunos efectos secundarios menores. Este medicamento está indicado para el tratamiento de la viruela bovina, la viruela del mono y la viruela humana en adultos y niños con un peso corporal de 13 kilos (28.6 libras) como mínimo.
Hay vacunas
Hay dos vacunas aprobadas en Estados Unidos, una es subcutánea y otra es intradérmica, aunque no se producen en cantidades importantes. Son vacunas que funcionan muy bien; aun si se aplican durante los cuatro días después del contacto con un infectado se evita la enfermedad, mientras que si se aplica del 4 al 14 día logra modificar la evolución de la enfermedad. La vacuna intradérmica es de una dosis y la subcutánea, de dos dosis. La vacunación de la viruela símica se realiza en anillo, es decir, a los contactos de los casos primarios o secundarios. No se vacuna a toda la población.
Hay inmunizados
Ortega Barría detalló que la última vez que se efectuó una jornada de vacunación contra la viruela en Panamá fue en 1965, con 100 mil dosis, ya que la vacunación terminó siendo de anillo, es decir, no se vacunó a toda la población en general.
Además, precisó que esta enfermedad no se puede comparar con la covid-19, pues el período de incubación es más largo y oscila de 5 a 21 días, mientras que en el SARS-CoV-2 es de 4 a 5 días cuando se trata de las variantes más transmisibles.
En tanto, Carrera manifestó que hay sistemas de vigilancia epidemiológica muy sensibles y capaces de detectar mutaciones o cambios en el virus. Subrayó que se conoce su epidemiología, forma de control y rastreo de casos durante brotes.
En América Latina, los casos se han identificado en México y Argentina, y en el vecino Costa Rica se investiga un caso sospechoso.
Se trata de una joven que ingresó a Costa Rica el pasado 22 de mayo junto a seis personas más, quienes también están en aislamiento.
Ante este escenario, Panamá reforzó la vigilancia epidemiológica en los puntos de entrada del país y habilitó salas de aislamiento en el Hospital San Miguel Arcángel y el Hospital Irma de Lourdes Tzanetatos.