La desidia ambiental en la que se mantuvo por varios lustros al relleno sanitario de cerro Patacón, en el corregimiento de Ancón, le costará millones de dólares al Estado.
A pesar de haber escogido a Ecolimpia para operar el sitio de disposición de desechos, el consorcio todavía no está prestando el servicio. En medio de este escenario, el Consejo de Gabinete aprobó declarar estado de emergencia ambiental en el relleno sanitario, con el fin de llevar a cabo una intervención de la zona.
De momento, se conoce que Ecolimpia presentó una oferta de cobrar $10.78 por tonelada gestionada, lo que supone que durante los dos años que estará a cargo del relleno sanitario podría estar recibiendo alrededor de $20 millones, si se toma en cuenta que en cerro Patacón se disponen unas 2 mil 500 toneladas de basura por día.
A esto hay que sumar que con la declaratoria de emergencia ambiental, entidades como la Autoridad de Aseo, Urbano y Domiciliario (AAUD), el Ministerio de Ambiente y el Ministerio de Salud (Minsa) podrán llevar a cabo contrataciones directas para mitigar el daño ambiental allí.
Esto es visto con recelo por el abogado ambiental, Harley Mitchell hijo, quien considera que, por un lado, se le permite a la nueva empresa contar con dos meses, para presentar planes y proyectos, como si al momento de la adjudicación no estuviera preparada para la tarea.
“Por otro lado, se declara un estado emergencia, para que el Ministerio de Ambiente y otras dos instituciones puedan adquirir bienes y servicios sin someterse a los parámetros de la Ley de contrataciones públicas [Ley 22, de 27 de junio de 2006], para ejecutar la misma tarea que la empresa adjudicataria”, puntualizó.
A Mitchell le llama la atención el porqué se tardó tanto tiempo, para tomar este tipo de decisiones si el desastre ambiental es de vieja data. También consideró negativo que la empresa no estuviera preparada desde el primer día.
A su juicio, son responsables de este desastre ambiental tanto Urbalia como los funcionarios de la AAUD que debían fiscalizar el manejo de los desechos en cerro Patacón.
“Hubo funcionarios que no hicieron su trabajo. La adjudicación fue apresurada y el estado de emergencia indica que la situación del cerro Patacón es peor de lo que pensamos”, concluyó.
Bomba de tiempo
En esa misma línea se pronunció Isaías Ramos, biólogo del Centro de Incidencia Ambiental, quien subrayó que cerro Patacón siempre fue una “bomba de tiempo” a la que los distintos gobiernos no quisieron atender.
Así definió el biólogo el caos en esta zona: “los problemas de manejo no controlado de las aguas pluviales en un país que llueve tanto, inexistente tratamiento y captación de lixiviados, falta de cobertura diaria de desechos recibidos, evacuación libre de biogás a la atmósfera, así como malos olores a las comunidades aledañas, falta de seguridad para los operadores y una operación deficiente del relleno son conocidos desde hace más de 20 años”.
En sus palabras, nuevamente se observa que no se planifica ni se ejecuta un plan organizado, muy por el contrario: se toman medidas de “emergencia” cuando desde el 2019 el actual gobierno sabía que existía en la zona un problema grave que afecta la calidad de vida de las poblaciones aledañas y la cuenca donde se encuentra.
“Cerro Patacón representa el mal manejo sanitario y la gestión de residuos en Panamá. En donde se dejan pasar las cosas hasta que literalmente arden los problemas ambientales a causa de la desidia de los gobiernos que tienen un manejo político y económico, cuando los temas de interés en su manejo deberían ser los de salud y seguridad de la población”, aportó.
Se consultó a AAUD, quien opera el relleno sanitario, y comunicaron que están en proceso de revisión del contrato con Ecolimpia.
Además, señalaron que el estado de emergencia era necesario para adecuar y minimizar el impacto ambiental en la zona, aunque desconocen el monto que se destinará en mitigar el desastre ecológico.
Al respecto, la empresa Urbalia, cuya concesión terminó el pasado 27 de marzo, planteó que prestaron un servicio de manera “responsable” y “profesional”, a pesar del retraso en los pagos.
“Donde nunca se dejó de prestar el servicio o efectuar inversiones para beneficio y adecuada operación del relleno, desde nuestra casa matriz en Colombia”, indicó la empresa en una nota.
Datos de la AAUD y la Defensoría del Pueblo dan cuenta que la concesión del cerro Patacón abarca 136 hectáreas, pero la contaminación que genera impacta unas 9,000 hectáreas, entre las que está el Parque Camino de Cruces, comunidades y fuentes hídricas.
