El anteproyecto de ley No. 81, que crea el marco regulatorio para la protección, restauración y desarrollo ecoturístico sostenible de la Ciénaga de Las Macanas, en la provincia de Herrera, presentado por el diputado del Partido Revolucionario Democrático (PRD) Marcos Castillero a la Comisión de Población, Ambiente y Desarrollo de la Asamblea Nacional, ha encendido alarmas entre los ambientalistas.
La Ciénaga de Las Macanas es un ecosistema crucial para la biodiversidad de la región. Su preservación es vital no solo para el medio ambiente local, sino también para el bienestar de las comunidades que dependen de él.
El primer debate de la iniciativa legislativa está previsto para mañana, 18 de septiembre. No obstante, el Centro de Incidencia Ambiental (CIAM) ha expresado preocupaciones significativas sobre el anteproyecto de ley en discusión.
El CIAM alertó que el anteproyecto introduce elementos que podrían comprometer la integridad ambiental de la zona. En particular, la reducción del número de actividades prohibidas de 11 a 6 representa una alarmante flexibilización de las restricciones actuales.
Esta modificación podría abrir la puerta a prácticas como el desmonte y la quema, que podrían expandir la frontera agrícola dentro del área protegida. Según la organización, esto contraviene el principio de no regresión ambiental.
Lilian Guevara, directora del CIAM, subrayó que este anteproyecto no solo debilita el régimen de protección vigente, sino que también contradice los compromisos internacionales asumidos por Panamá en materia de conservación y desarrollo sostenible.
“Solicitamos respetuosamente a la Comisión que no apruebe este anteproyecto en su forma actual. En lugar de ello, deben fortalecerse las medidas de protección ya establecidas para asegurar una gestión sostenible de la Ciénaga de Las Macanas para las generaciones presentes y futuras,” afirmó Guevara.
El CIAM también destacó la necesidad de consultar con el Ministerio de Ambiente en todas las fases de elaboración de proyectos que involucren áreas protegidas, para evitar la regresión ambiental y proteger los valores ecológicos fundamentales.
Argumento del proponente
Por su parte, Castillero argumentó que la Ciénaga de Las Macanas enfrenta un grave deterioro debido a amenazas como la contaminación, la sedimentación, la sobreexplotación de recursos y el cambio climático. Según él, estas amenazas ponen en riesgo la integridad del ecosistema y los servicios que proporciona.
En respuesta a esta situación, Castillero propuso esta ley con el objetivo de establecer un marco legal e institucional para la protección, restauración y desarrollo ecoturístico sostenible de la Ciénaga de Las Macanas, asegurando la preservación de su biodiversidad y el bienestar de las comunidades locales.
No obstante, el artículo 4 del anteproyecto menciona que los límites del área protegida se actualizarán con base en un estudio técnico-científico, pero no detalla quién será responsable de financiar o supervisar dicho estudio, lo que podría generar retrasos.
Además, la creación de múltiples órganos como el Comité de Gestión y el Consejo Asesor podría resultar en problemas de coordinación, duplicación de funciones y retrasos en la toma de decisiones. Aunque se menciona la importancia de la participación de las comunidades locales, el rol específico de estas en la toma de decisiones no está del todo claro, y no se incluye un mecanismo concreto para asegurar que sus voces sean efectivamente representadas o que tengan poder decisional real.
Adjuntos
Ciénaga de las Macanas (1).pdfEn resumen, mientras el anteproyecto de ley busca abordar problemas graves en la Ciénaga de Las Macanas, las preocupaciones planteadas por el CIAM destacan la necesidad de un equilibrio más riguroso entre la protección ambiental y el desarrollo. La aprobación del anteproyecto en su forma actual podría debilitar las protecciones existentes y poner en riesgo el ecosistema y sus servicios esenciales.
La Ciénaga de Las Macanas es el único humedal de agua dulce ubicado en las provincias centrales de Panamá, con una extensión aproximada de 867 hectáreas. Es categorizada como un área de recursos manejados por el Ministerio de Ambiente, donde se practica turismo, ecología, ganadería, agricultura y avistamiento de aves.
