Los últimos datos estadísticos de la Contraloría General de la República muestran que las comarcas Guna Yala, Emberá Wounaan, y Ngäbe Buglé fueron las áreas más golpeadas durante la pandemia en 2020 por la muerte materna en el país.
La lista es liderada por la comarca Guna Yala, con 572.2 muertes maternas por 100 mil nacidos vivos, seguido por la comarca Emberá Wounaan, con 335.6, y la comarca Ngäbe Buglé, con 256.5 (ver mapa).
La razón de muerte materna en 2019 fue de 39.4 por cada 100 mil nacidos vivos, y en 2020 ese número se elevó a 84 por cada 100 mil nacidos vivos, según un informe de situación de muerte materna de 2020 del Ministerio de Salud (Minsa).
Si bien en Panamá la tendencia de la razón de muerte materna era descendente, con este incremento el país se aleja de la cifra establecida en los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que es lograr en 2030 una disminución de menos 70 muertes maternas por cada 100 mil nacidos vivos.
Ante este escenario, el Minsa, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil trabajan para mejorar los indicadores en estas regiones del país.
Geneva González, jefa nacional de la sección de salud sexual y reproductiva del Minsa, manifestó que en la comarca Ngäbe Buglé, con apoyo del Fondo de Población de las Naciones Unidas, llevan adelante un proyecto de fortalecimiento de los servicios de salud, con dotación de equipo médico quirúrgico, mejora de la infraestructura del Centro de Salud de Hato Chamí, capacitación del recurso humano, creación de albergues comunitarios para embarazadas, incorporación del concepto de interculturalidad, trabajo con las partes y promoción del empoderamiento de la mujer ngäbe.
Además, indicó que dentro del Plan Estratégico de Reducción de Muertes Maternas y Perinatales 2021-2025 llevan adelante capacitaciones a las parteras para que identifiquen oportunamente los factores de riesgo o complicaciones en los embarazos.
La funcionaria enfatizó que desde el año pasado retomaron el trabajo, sobre todo en las áreas comarcales, pues todos los programas fueron suspendidos debido a la trazabilidad como efecto de la pandemia.
Organizaciones no gubernamentales como el Club Rotario de Boquete, en la provincia de Chiriquí, lideran un programa denominado Manchichi (en lengua ngäbe significa madre- niño), que busca abordar las disparidades existentes en el acceso a la salud, lo que resulta en una alta de incidencia de muerte materna y de los bebés en las zonas remotas.
El programa incluye la capacitación de las parteras y proveerlas de los materiales necesarios para la atención de un parto, así como monitorear a las mujeres durante el embarazo, enseñándoles sobre los signos de alarma y concientizándolas sobre la importancia del control prenatal.
González atribuyó este incremento a la Covid-19 y al miedo de las embarazadas a acudir a un centro hospitalario a realizarse el control del embarazo.