A poco de que comience el censo de población y vivienda por parte de la Contraloría General de la República, el cual debió realizarse en el año 2020, aún surgen algunas interrogantes y dudas entre la ciudadanía.
El director del Instituto Nacional de Estadística y Censo de la Contraloría, Samuel Moreno, respondió varias preguntas a este medio y brindó otros detalles que ayudarán a tener una idea más clara de cómo será la metodología del censo y cómo participa la población.
Este censo tendrá un costo de $54.7 millones y se desarrollará del 8 de enero al 4 de marzo de 2023. Durante este proceso, se usarán 8 mil 650 dispositivos móviles para captar los datos de la población, aunque en algunas áreas de difícil acceso se utilizará el papel.
¿Qué tan preparados están y cuál es la expectativa?
Hemos venido por dos años planificando un censo que conlleva un cambio metodológico. Pasamos de un censo de hecho a un censo de derechos de 60 días, es decir, la diferencia es que anteriormente se realizaba un domingo en el que se cerraba la economía y nadie se podía mover. Ahora cambiamos a un censo más flexible, en el que no se cierra la economía y las personas tienen libre movilidad, por lo que pueden ir al supermercado o playas. Esperamos contar con datos preliminares el 15 de julio de 2023 y, en octubre de este mismo año, tener la información final.
¿Qué sucede si este domingo no puedo estar en mi vivienda?
El censo inicia a las 8:00 a.m. de este domingo 8 de enero y se extiende hasta el próximo 4 de marzo. Por ejemplo, si el lunes es feriado y la familia decidió ir a la playa el domingo, no hay ningún problema. Si vamos a una vivienda y la familia viaja o se encuentra en alguna otra diligencia, dejaremos una notificación para concertar una nueva cita. Recuerda que cada empadronador tiene una carga de trabajo de entre 250 y 300 viviendas. Incluso, si llegamos y solo está la esposa, ella podría suministrar la información de su esposo y la de sus hijos en caso que no se encuentren en el hogar. Es decir, se aplicará el concepto del informante adecuado. No debe estar toda la familia, solo que la persona que quede en casa debe ser mayor de edad.
¿Qué debo hacer una vez me encuentre con la notificación?
En la notificación dejaremos un teléfono y un correo electrónico, al que la persona deberá llamar para concertar la nueva visita. Posteriormente, enviaremos al empadronador completamente identificado.
¿Cómo se identificará a los empadronadores?
Los empadronadores están totalmente identificados con su gorra, camisa y carnet. Pero si la persona tiene dudas, puede solicitar el número de cédula del empadronador y verificarlo en el sitio web de la Contraloría, donde debe salir también la acreditación. Se busca garantizar la seguridad tanto de entrevistados como de empadronadores. Esta es una oportunidad de oro de hacer un gran censo de población y necesitamos mucho de la sociedad.
¿Qué tiene que decir referente a las críticas que hubo a algunas preguntas del cuestionario censal?
El cuestionario, por primera vez en este país, fue publicado en el sitio web de la Contraloría, para que la población sepa qué se le va a preguntar. Hay mucha desinformación en redes sociales como, por ejemplo, que hay preguntas sobre vacunas cuando no es así. Para la comunidad extranjera, no se va a preguntar su estatus migratorio, es decir, si está legal o no en el país. En cuanto a enfermedades, evidentemente se interrogará sobre las causas de muerte, lo que permitirá generar una política de salud sobre estos temas. Tenemos preguntas sobre la población afrodescendiente, porque son grupos vulnerables, así como el reconocimiento de nuestras etnias indígenas. Además, preguntaremos el número de cédula, para evitar que una persona sea censada dos veces o evitar confusiones.
¿Cómo será la logística del censo por región, a partir de este domingo?
Estaremos en todos los sitios del país a partir del domingo de manera simultánea. Pero recuerda que como el censo antes se realizaba en un día, la carga de trabajo de los empadronadores era de 10 o 15 viviendas por persona, con lo cual había 120 mil colaboradores para barrer todo el país. Ahora son 9 mil empadronadores que tendrán 60 días para abarcar unas 300 viviendas. Por ejemplo, si a mi como empadronador me tocó censar en un condominio de 300 apartamentos, yo tengo 60 días para esa labor.
¿Qué debe hacer quien no fue visitado el domingo o aquella persona que salió y al volver no se encontró con una notificación?
En estos casos, no debe haber preocupación, porque los empadronadores están gravitando y en algún momento llegarán a realizar la entrevista. Si nuevamente se acude y la persona no está en su vivienda, se deja la notificación y se realiza una nueva visita.
¿Cuál será la estrategia con los condominios?
Lo primero que hicimos fue un convenio con la Asociación de Profesionales de Propiedad Horizontal y luego un barrido en Panamá, Panamá Oeste y Colón, donde enviamos informes y sostuvimos reuniones con los administradores de los condominios. Incluso, algunos administradores acompañarán a los empadronadores durante el proceso censal.
¿Cómo será el censo en áreas peligrosas y zonas de difícil acceso?
En la zonas rojas, tenemos un equipo élite que hará barrido y saldrá rápidamente, con el acompañamiento de la Policía Nacional, para garantizar los controles de seguridad. De hecho, hay más mujeres que hombres dentro del grupo de los empadronadores, por lo que el tema de la seguridad es necesario que sea redoblada. Mientras que en áreas de difícil acceso, el censo será con papel, ya que en estos lugares no hay conectividad. Hemos entrenado a personas de estos mismos lugares, para que nos levanten la data y toda la información. Aunque también tenemos un gran desafío en la provincia de Panamá Oeste.
¿Por qué lo dice?
Esta zona es primera vez que va a censar como provincia y ha tenido un crecimiento exponencial, tanto en Arraiján, La Chorrera, Capira y los demás distritos. Hay áreas complejas también en las que se debe ingresar con la Policía Nacional.
¿Qué le recomienda al ciudadano este domingo?
El mensaje es que cuando el empadronador llegue, abra la puerta y no tenga ningún temor. Aquí no hay agenda 2030 ni 2050, como mencionan algunos en redes sociales. Aquí hay una deuda y Panamá tiene que hacer el censo, porque debió realizarse en 2020, pero como todos sabemos, la pandemia complicó el tema. Los censos se hacen desde 1911. Este es un asunto de Estado y es nuestro mundial de las estadísticas, por lo que pedimos la colaboración de la ciudadanía. Un país sin datos es estar en el oscurantismo.
