Corredor del Caribe, una carretera que desplaza especies en peligro de extinción

Corredor del Caribe, una carretera que  desplaza especies en peligro de extinción
Proyecto de construcción de la carretera Quebrada Ancha – María Chiquita (Corredor del Caribe). Cortesía Adopta Bosque Panamá


La Reserva Natural Sierra Llorona, ubicada en Colón, es el hogar de cientos de especies muy carismáticas y otras en peligro de extinción que en estos momentos son desplazadas para dar paso a la construcción de la carretera Quebrada Ancha – María Chiquita (Corredor del Caribe), que ejecuta el Ministerio de Obras Públicas (MOP).

Corredor del Caribe, una carretera que  desplaza especies en peligro de extinción
Ciento de animales están amenazados, incluyendo especies en peligro de extinción debido al paso de la construcción de la carretera Quebrada Ancha – María Chiquita. Cortesía Adopata Bosque Panamá.

Biólogos de la Fundación Adopta Bosque Panamá manifiestan que el corredor biológico del área de Sierra Llorona “es una zona que incluye muchas hectáreas de bosques vírgenes que han sido afectados por la devastación para abrir paso al proyecto carretero”, que abarca 28.40 kilómetros y que ha sido dividido en dos etapas: la primera etapa de Quebrada Ancha hasta Sierra Llorona, mientras que la segunda etapa va desde Sierra Llorona hasta María Chiquita.

Guido Berguido, biólogo y presidente de la Fundación Adopta Bosque Panamá, explicó que hay varios animales amenazados, especialmente el tapir, el puerco de monte, el mono araña colorado, el jaguar, el puma y el conejo pintado, especies que están mundialmente amenazadas o en peligro de extinción.

Corredor del Caribe, una carretera que  desplaza especies en peligro de extinción
Varios animales se ven amenazadas, especialmente el tapir, el puerco de monte, el mono araña colorado, el jaguar, el puma, el conejo pintado, entre otros. Cortesía Adopta Bosque Panamá

A juicio del ambientalista, es “lamentable que esta acción del Gobierno Nacional, que tiene el mandato constitucional de proteger la vida silvestre y que es signataria de una cantidad de convenios internacionales como la Convención de Ciencia Biológica, la Convención de Especies Migratorias, el Acuerdo de París y tantos otros, no se respete”.

Precisamente ayer, 5 de junio, se celebró el Día Mundial del Ambiente, cuyo lema para este 2024 es “Nuestras tierras. Nuestro futuro. Somos la #GeneraciónRestauración”.

Berguido consideró que con este proyecto se afecta directamente hectáreas y hectáreas de bosques, muchas de ellas vírgenes, y también se perjudica el movimiento de estos animales que requieren grandes extensiones de terreno para poder sobrevivir.

Adopta Bosque, que custodia la Reserva Natural Privada de Sierra Llorona, colocó cámaras trampa tanto a nivel del suelo como en los árboles, en donde pueden evidenciar la presencia de una gran cantidad de mamíferos, de animales arbóreos e incluso aves que habitan en este lugar.

Carolina Mitre, bióloga de zoología de la fundación, explicó que utilizan estas cámaras en la reserva Sierra Llorona, donde observan a los animales en su hábitat. “Las instalamos en senderos donde pasan grandes mamíferos. La cámara funciona con un sensor que detecta calor y movimiento, y capta las especies”.

Sin embargo, Mitre considera que debido a la tala y poda de grandes hectáreas de bosque, muchos de estos animales se han desplazado. “Muchas de estas especies, cuando hay una carretera que atraviesa su hábitat, intentan cruzar la vía y se encuentran con los autos, porque el verde se ha ido”, añadió.

Este proyecto de $91,635,204.76, según los ambientalistas, afecta la zona de amortiguamiento del Parque Nacional Chagres y el Parque Nacional Portobelo, las cuales son zonas adyacentes a las áreas naturales protegidas del sistema y podrían verse afectadas.

Según el último informe del MOP, la obra reporta un 24.5% de avance, en trabajos como la tala y poda de áreas verdes, colocación y compactación de material selecto y de capa base (estructura de pavimento), construcción de cunetas laterales a la vía y banquetas de taludes, así como movimiento de tierra, entre otras labores.

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Actualmente, el proyecto cuenta con un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de categoría II, aprobado por el Ministerio de Ambiente (Miambiente) para el proyecto “estudio, diseño, construcción y financiamiento de la carretera Quebrada Ancha-María Chiquita”. Sin embargo, los ambientalistas consideran que, debido a su magnitud y extensión, debió ser categoría III. Esto tiene consecuencias importantes en cuanto a la falta de rigurosidad en la aplicación de metodologías y técnicas correctas, aunado al cambio de alineamiento en el diseño de la carretera.



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