Preparar a un alumno en Panamá es un proceso que va más allá de aspectos académicos, pues implica compromisos económicos.
Por un lado, las estadísticas del Ministerio de Educación (Meduca) detallan que el Estado, al año, invierte en un estudiante de primaria casi $600, mientras que en los de premedia y media, la cifra supera los mil dólares.
En la educación superior, los números de la Universidad de Panamá (UP) reflejan que destina, en promedio, al menos, $3 mil anuales por cada estudiante, pese a que la cifra era de $2 mil 401 en 2010.
Para expertos en educación, padres de familia y docentes, esto no llena sus expectativas, ya que, según ellos, las autoridades deben aumentar los recursos, si se toma en cuenta que solo se destina el 3.0% del producto interno bruto (PIB), cuando países como Costa Rica y Colombia asignan un 6.9% y un 5%, respectivamente.
Nelva Reyes, dirigente de la Asociación de Educadores Democráticos de Panamá, plantea que el Estado debe dirigir, como mínimo, el 6% del PIB anual en el proceso de formación en escuelas y universidades.
El PIB de Panamá en 2014 cerró en $46 mil 212.6 millones. De esa cantidad, mil 300 millones de dólares fueron asignados al presupuesto de Meduca, pero para gremios magisteriales y expertos, el monto debe ser el doble, o sea, $2 mil 600 millones.
GASTOS
De hecho, el más reciente informe del Observatorio Ocupacional de la UP, denominado “Costos en los que incurren los estudiantes para realizar una carrera”, da pistas sobre cuáles son las disciplinas en las que más se debe destinar recursos.
El estudio reveló que los estudiantes incurren en mayor gasto en las carreras de las ciencias de la salud, siendo la más costosa la de odontología, con unos $16 mil 650. El segundo lugar es m medicina, con un estimado de $15 mil 722, y medicina veterinaria, con $13 mil 179.
Enrique Lau, director general de Planificación y Evaluación Universitaria de la UP, manifiesta que, evidentemente, por tratarse de carreras extensas y con muchos laboratorios, se debe incurrir en un gasto mayor.
Respecto a las licenciaturas, con una duración promedio de 4 a 5 años, el informe señala que el gasto varía de un mínimo de $4 mil 596, en el caso de gerencia secretarial y de oficina, con un duración de 4 años, hasta $9 mil 889 para la de diseño gráfico, con un programa de 5 años.
Para este análisis se tomaron en cuenta gastos en pasaje, laboratorios, alimentación, matrícula y otros.Según Lau, al año ingresan a la UP 12 mil 500 alumnos y se gradúan 10 mil. En total, esa entidad tiene una matrícula de 63 mil estudiantes.
No obstante, a Lau le inquieta que por año abandonen la UP cerca de 5 mil universitarios, aumentando las posibilidades de caer en la delincuencia o formar parte de grupos criminales.
A raíz de ello, considera que debe haber mayor acercamiento entre Meduca, empresarios y universidades para buscar una opción para estos jóvenes.
Planteó que una alternativa es darle fuerza a la propuesta de institutos técnicos superiores, para formarlos en profesiones con mayor rapidez y sean insertados en el mercado laboral.
Otro aspecto que recomendó es la creación de una entidad encargada de dar seguimiento a los egresados de las universidades y así elaborar un diagnóstico sobre cuáles son los profesionales que más demandan las empresas.
Por su parte, la exviceministra de Educación y ahora rectora de la Universidad Latina de Panamá, Mirna de Crespo, sugirió a las autoridades crear becas para estudiantes a nivel universitario, ya que les permitiría estudiar, incluso, en entidades privadas.
Añadió que se debe reforzar la inversión en primaria, debido a que se trata del primer nivel de enseñanza y en ella la persona se relaciona con el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Para Crespo, un aspecto importante guarda relación con la preparación actual de los docentes.
En ese sentido, subrayó que en la actualidad no se puede dictar clases como hace 20 años atrás. “Hay que cambiar ese tipo de modelos”, acotó.
MEDUCA CON PLAN
Mario Rodríguez, director nacional de Educación, reconoció que se deben asignar más fondos al tema educativo, por lo que aspiran a un presupuesto más elevado que a los mil 286 millones de dólares asignados para este año.
Además, señaló que cuando se hace la relación costo y eficiencia, los resultados no son los mejores.
No obstante, expresó que también buscarán mejorar el perfil del docente, ya que los modelos pedagógicos de enseñanza deben sufrir modificaciones por el bien de los estudiantes.
En el sector público hay 3 mil 82 escuelas en el país y solo 382 concentran el 60% de los 700 mil estudiantes que acuden a las aulas.
Aunque Rodríguez admitió que el problema de fondo es la calidad de la educación y eso requiere una evaluación de todos los involucrados en el proceso: autoridades, docentes y estudiantes.
Mientras tanto, Juan Planells, exdirector del Instituto Nacional de Formación Profesional y Capacitación para el Desarrollo y rector de la Universidad Santa María la Antigua, afirmó que las cifras destinadas a educación al final son más altas, pues no consideran en su cálculo el costo de los activos que tiene el sistema ni de los administrativos.
“El fracaso y la deserción influyen negativamente en estas cifras y las hacen mucho más costosas”, agregó.
Según Planells, debe invertirse más, ya que, comparado con lo que otros países invierten, la cifra resulta muy baja.
“Nosotros dedicamos cerca de un 3% del PIB y otros hasta 10%. Además, hay que ser más eficientes en el uso de esos recursos. En la escuela particular se utiliza mucho menos por estudiante y, generalmente, se obtienen mejores resultados en las pruebas aplicadas”, detalló.
FORMACIÓN Y BENEFICIOS
La última encuesta de hogares de la Contraloría General de la República de 2009 destaca que el salario promedio mensual de un joven en edad de 22 a 29 años, con secundaria completa, se estimó en $368.
Para el mismo rango de edad, el ingreso promedio mensual de un joven graduado de la universidad resultó $590.57. En tanto, la tasa de desempleo es de 6.5% para los que tienen secundaria completa; mientras que para los graduados de la universidad es de 1%, para igual rango de edad.
Aunque los salarios han aumentado en los últimos seis años, expertos reiteran que la diferencia de salario entre un trabajador con preparación universitaria y otro con solo secundaria se mantiene en un promedio de 37.7% o más.