Crece flujo migratorio en Darién; 2022 cerraría con 150 mil migrantes

Crece flujo migratorio en Darién; 2022 cerraría con 150 mil migrantes
El Senafront afirma que la condición física de las personas, la topografía del terreno y las crecidas repentinas de los ríos influyen en que los migrantes se desorienten y eso hace más compleja su travesía por la zona selvática. Archivo


El tapón de Darién, entre Panamá y Colombia, es uno de los epicentros del drama migratorio en América y una de las rutas más peligrosas para la caravana de caminantes que provienen de todas partes del mundo.

El informe Tendencias recientes de la migración en las Américas, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), agencia de Naciones Unidas especialista en el tema, señala que en 2021 se registraron casi 134 mil cruces irregulares desde Colombia a Panamá por el tapón del Darién, cifra superior a la suma de los 11 años anteriores, la cual asciende a unos 118 mil.

En ese contexto, el documento detalla que durante 2021, la haitiana fue la principal nacionalidad de los caminantes que atravesaron la selva, representando el 62% del total de entradas; le siguió la cubana, con el 14%; luego la chilena, con el 7%, y la brasileña, con el 6%.

No obstante, el informe menciona que, en lo que va de 2022, la venezolana es la principal nacionalidad de las personas que se adentran a la peligrosa selva para llegar principalmente a Estados Unidos.

Travesía y riesgos

El diagnóstico de la OIM menciona que la duración del viaje varía entre 6 y 10 días, dependiendo de la temporada, y la travesía incluye el cruce de colinas y ríos con fuertes corrientes. A esto hay que agregar que la falta de servicios básicos, como agua potable y atención médica, durante el camino conduce a una situación de extrema vulnerabilidad.

Mientras que las contingencias asociadas a la dureza de la ruta ponen a los niños en particular riesgo de diarrea, enfermedades respiratorias y deshidratación. Un factor de riesgo que calificaron como “importante” es la presencia de bandas criminales en el tapón de Darién, lo que expone a los migrantes a la violencia, incluido el abuso sexual, la trata de personas y la extorsión.

En consultas que realizó este medio a la organización Médicos Sin Fronteras, se informó que hasta mediados de julio se habían evaluado cuando menos 120 casos de violencia sexual a migrantes que fueron atacados en Darién durante su travesía.

Además, el informe precisa que, entre enero de 2021 y abril de 2022, se registraron 56 muertes y desapariciones de migrantes en el tapón de Darién. Las cifras disponibles indican que de los 33 que han sido identificados, aproximadamente el 40% eran mujeres, el 30% hombres y el 30% restante, niños (de ambos sexos).

Esta crisis migratoria es seguida de cerca por los defensores de derechos humanos de la región ante las múltiples situaciones que viven los migrantes, entre ellas las desapariciones.

Precisamente, Panamá fue sede esta semana del foro regional “Desapariciones de personas migrantes en América Central y México”, en el que se intercambiaron experiencias y buenas prácticas para buscar e investigar los casos de personas que han desaparecido tras emprender un viaje, que en su mayoría tiene como destino Estados Unidos.

Este grupo de defensores de derechos humanos llegó el miércoles 31 de agosto a la provincia de Darién, para inspeccionar las estaciones de migrantes de San Vicente y Canaán Membrillo.

Acompañó al equipo personal del Servicio Nacional de Migración (SNM) y del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront).

La directora del SNM, Samira Gozaine, expresó que es “muy difícil” confirmar los decesos de personas que ingresan a la selva de Darién por lo inaccesible de la zona, a pesar de que luego familiares o viajeros reporten los hechos cuando llegan a las estaciones receptoras.

El Senafront asegura que cuando se recibe una denuncia por parte de migrantes o residentes del sector sobre algún desaparecido, se activan los protocolos de búsqueda y rescate, según sea la situación, y se coordina con el Ministerio Público. Si el migrante ha sido víctima de delitos en la ruta, se le brinda el traslado para recibir asistencia médica e interponer la denuncia.

Para Senafront, la condición física de las personas, la topografía del terreno y las crecidas repentinas de los ríos influyen en que los migrantes se desorienten y eso hace más compleja su travesía por la zona selvática.

Cifras históricas

El defensor del Pueblo, Eduardo Leblanc, quien formó parte del grupo de defensores de derechos humanos que estuvo en Darién, dijo ayer jueves que en lo que va de año ya han contado 103 mil personas que atravesaron la selva y se espera que 2022 cierre con una cifra de 150 mil migrantes, lo que supone un número récord.

“Eso lo que nos hace es redoblar los esfuerzos como país, pero también enviar mensajes a países como Colombia, ya que parte de la caravana de migrantes trae niños. Esta última población representa un 15%”, remarcó Leblanc.

En palabras del defensor, un tema en el que se debe trabajar es en la concienciación de las comunidades receptoras de migrantes, sobre todo las indígenas, de manera que cuenten con lo necesario y también puedan apoyar a los viajeros. Eso implica, a su vez, evitar focos de xenofobia en las comunidades, indicó.

“La migración es una oportunidad para estas comunidades, donde se da un movimiento comercial. Eso genera una economía, lo cual beneficia a la población de esas comunidades donde llegan los migrantes”, dijo.

Según Leblanc, aprovecharon el recorrido por Darién para reunirse con autoridades indígenas de Canaán Membrillo, donde está llegando un número importante de viajeros.

Una de las escenas que se ha estado observando en los últimos días es la de migrantes caminando por la vía Interamericana, ya que no tienen dinero para tomar un autobús que los lleve desde Darién hasta Chiriquí, para seguir su camino por el vecino país de Costa Rica.

Ante la falta de dinero, optan por salir de las estaciones receptoras en Metetí y seguir caminando hasta la ciudad de Panamá. Ese fue el caso de Jorge Luis Colmenares, un venezolano que caminó tres días desde Darién hasta la capital.

Su plan ahora es trabajar algunos días, para obtener dinero y continuar su travesía a Estados Unidos.


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