Un problema que enfrentan las cuencas hidrográficas del país es la falta y deficiente implementación de planes de manejo.
La situación quedó plasmada en el documento Principales problemas ambientales de Panamá, elaborado por técnicos del Ministerio de Ambiente (Miambiente), donde se detalla que un 86.5% de las cuencas hidrográficas no tienen un plan de manejo. Es decir, 45 de las 52 cuencas carecen de un plan de manejo aprobado.
Las cinco cuencas que tienen planes de manejo aprobado son los ríos Tabasará (Veraguas y Chiriquí), Santa María (Herrera), Indio (Colón), Pacora (Panamá) y Chucunaque (Darién).
El equipo de técnicos de la Dirección de Política Ambiental de Miambiente que elaboró el documento, resalta que la falta y deficiente implementación de planes de manejo en las cuencas es relevante, pero está siendo atendido a un nivel regular, respecto a otros problemas ambientales.
El principal efecto ambiental relacionado con este problema ambiental es la contaminación, lo que termina afectando la calidad de vida de las personas, ya que el agua contaminada trae consigo enfermedades como el cólera, diarreas, disentería, hepatitis A, fiebre tifoidea, poliomielitis, entre otras.
Otros problemas son la escasez de agua, destrucción y degradación de bosques, inundaciones (ver gráfico).
Aunque a nivel general el balance hídrico (entre la entrada y la salida de agua en las cuencas es positivo), existen ciertas cuencas con balances negativos durante determinado meses, como es el caso de las cuencas de los ríos Antón, La Villa, Pacora, Grande y Chico, pues presentan un déficit de disponibilidad de agua durante la temporada seca, lo que representa un problema importante para las regiones donde tales cuencas se ubican porque restringe el desarrollo de las actividades.
Entre las actividades afectadas se mencionan las agropecuarias y turísticas. También hay falta de agua para potabilizar, describe el documento elaborado por los propios técnicos de Miambiente.
Los expertos ambientales señalan que en Panamá es relevante crear un sistema nacional de información hídrica superficial y subterránea que forme parte de las metas del Plan Nacional de Seguridad Hídrica.
Además, consideran necesario fortalecer los programas de supervisión, control y fiscalización ambiental, de forma que incluyan un sistema de monitoreo de calidad de agua para la prevención y control de la contaminación del recurso hídrico.
Según el ministro de Ambiente, Milciades Concepción, el fin del estudio es obtener una “noción más clara” sobre en qué punto deberá incidir Miambiente para que sus esfuerzos y recursos sean optimizados y así mantener en “buen estado” los recursos naturales.
A juicio de Concepción, la falta de planificación o la no aplicación de los instrumentos de ordenamiento existentes ha ocasionado un sinnúmero de problemas ambientales, principalmente en la ciudad de Panamá.
Recientemente, Susana Serracín, miembro de la Alianza para la Conservación y el Desarrollo, sostuvo que para realizar una manejo “responsable” y “congruente” con la realidad de la cuenca hidrográfica del Canal, por ejemplo, es “indispensable” que Miambiente actualice los planes de manejo obsoletos e igualmente salde la deuda histórica pendiente con las áreas protegidas que no cuentan con este importante documento para la gestión ambiental.
“Lo anterior representa una condición para una correcta guía en el manejo, prevención, control, mitigación, monitoreo y vigilancia de la zona protegida”, manifestó
De las 52 cuencas hidrográficas con que cuenta Panamá , 34 desembocan en la vertiente del Pacífico y 18 hacia la vertiente del Caribe.
