Familiares y sobrevivientes de la tragedia del bus 8B-06, ocurrido el 23 de octubre de 2006 en el sector de La Cresta, recordaron los nueve años de este hecho y por el cual pidieron que se haga justicia.
Desde temprano –como en años anteriores– se ha organizado una misa en honor a las víctimas en la basílica menor de Don Bosco, la cual estuvo presidida por el arzobispo metropolitano José Domingo Ulloa.
Los asistentes exhibieron pancartas con las imágenes de las víctimas del bus Mano de Piedra-Corredor Norte.
Muchos de ellos se reunieron también en el lugar de los hechos para encender las 18 velas donde se construyó un monumento en honor a los fallecidos.
También, como cada año, se pintaron corazones azules en la vía Martín Sosa.
SIN RESPUESTAS
Nohemí Castillo, cuyo familiar murió en la tragedia, manifestó que ante la falta de respuestas de las autoridades panameñas elevarán su caso ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
“Tenemos nueve años pidiendo justicia y todavía no hemos recibido respuestas”, subrayó.
En tanto, Esperanza Mena, vocera de la Fundación para la Protección de los Usuarios, dijo que los gobiernos no han hecho lo suficiente para que situaciones como la ocurrida en La Cresta se repitan.
Mena pidió que se haga justicia en los tribunales a los afectados por accidentes de tránsito, ya que estos hechos desmejoran para siempre la calidad de vida de las personas.
A este acto se presentó el alcalde capitalino, José Isabel Blandón, quien dijo que las respuestas a los familiares de los fallecidos, sobre la mejoría a los problemas del transporte público en la ciudad, sigue siendo la deuda pendiente de todos los gobiernos.
Esta semana el Gobierno declaró el 23 de octubre como día de Reflexión Nacional mediante el Decreto Ejecutivo 565.
El decreto establece que “es de interés del Gobierno mantener vigente el recuerdo del trágico acontecimiento, ocurrido el 23 de octubre de 2006 en la avenida Martín Sosa, sector de La Cresta, momentos en que el autobús de la ruta Corredor-Mano de Piedra Durán, se incendiara por una falla que registró, dejando como resultado la muerte de 18 personas y lesiones imborrables en el cuerpo de otras 25 que sobrevivieron tras el siniestro”.