“Darién no es una ruta, es una jungla”. Así se denomina una campaña lanzada esta semana por el Gobierno de Panamá ante la crisis migratoria irregular que se vive en esa provincia del país.
Y es que la cifra de migrantes que cruzan el tapón del Darién sigue en aumento. Hasta el miércoles 23 de agosto las autoridades habían contabilizado el paso de 308 mil.
“A pesar de todos los esfuerzos, las reuniones con los países involucrados no ha sido posible lograr un alto” a esta situación, afirmó el ministro de Seguridad Pública, Juan Manuel Pino, quien detalló que en la actualidad a diario ingresan entre 2 mil 500 y 3 mil personas. “Es una situación que nos ha rebasado”, comentó.
El titular de Seguridad Pública precisó también que se han destinado más de 60 millones de dólares en la atención de todas esas personas que entran de forma irregular.
En conferencia de prensa se informó que a través de la campaña mediática “Darién no es una ruta, es una jungla” se busca desincentivar el flujo migratorio de irregulares por el Darién, mostrando la realidad a lo que se enfrentan quienes emprenden esta peligrosa travesía.
Por su parte, la directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, explicó que en el año 2016 se reportó el paso de 25 mil 407 migrantes irregulares. “Para este año ya se han desplazado más de 308 mil personas por Darién con una proyección que puede alcanzar el medio millón de personas”, remarcó.
Panamá es un país de tránsito del éxodo americano que ha recibido y ofrecido servicios médicos y de alimentación este año a más de 300 mil migrantes que se dirigen a Estados Unidos.
Este flujo migratorio transita por Darién, a merced de los rigores del entorno salvaje y también de grupos criminales que cometen asaltos y violaciones.