Los pobladores Gardí Sugdub, una de las islas ocupadas por la comarca indígena de Guna Yala, comienzan a recoger sus pertenencias para trasladarse a tierra firme a partir de la próxima semana. Se trata de generaciones que durante años han vivido de la pesca, el turismo y la agricultura. Sin embargo, ante la inminente subida de los niveles del mar, los residentes serán los primeros desplazados por el cambio climático en el país.
Los pobladores se asentarán en 300 viviendas de la urbanización Nuevo Cartí, bautizada con el nombre de Isber Yala, o Árbol de Níspero. Esta nueva zona ofrece comodidades como agua potable, electricidad y parques, muy distintas a las que culturalmente están acostumbrados.
Las viviendas fueron entregadas hoy, miércoles 29 de mayo, por el presidente de la República, Laurentino Cortizo, a las familias que se trasladarán a esta nueva barriada, que tuvo un costo de $12.2 millones.
Cortizo indicó que el desplazamiento de los habitantes de la isla a tierra firme tiene un significado importante para Panamá. Al mismo tiempo, hizo un llamado a los países desarrollados para atender la crisis climática que afecta al mundo y, especialmente, a los países más pobres.
“Pese a que Panamá es uno de los siete países carbono negativos, hace este esfuerzo y nos gustaría que también lo hagan los países desarrollados, que a fin de cuentas, con la emisión de gases de efecto invernadero han provocado la crisis climática que estamos viviendo”, enfatizó.
En Panamá, desde hace una década, se trabaja con los pobladores para trasladar a la comunidad a una nueva sección en tierra firme, a 15 minutos en lancha de la localidad actual. En su nuevo hogar, cada familia dispondrá de un terreno de 300 metros con una vivienda de 49 metros cuadrados que incluye dos habitaciones, baño, comedor y cocina.
Cortizo visitó ayer el lugar para hacer la entrega formal de las llaves de las casas a los pobladores,