El aumento de longevidad en el mundo es un hecho que plantea situaciones nuevas, desde más oportunidades para las relaciones intergeneracionales y la búsqueda de bienestar en años que suelen transcurrir con menor actividad laboral. Sin embargo, el de las personas mayores de 60 años es uno de los grupos más vulnerables al abuso y al maltrato.
Así lo reflejan las estadísticas del Ministerio Público (MP) que muestran que el año pasado cerró con 603 denuncias por maltrato a personas mayores, lo que representa 172 denuncias más que en el 2021, cuando la cifra fue de 431.
Además, las estadísticas hasta el pasado mes de junio reflejaban un total de 413 denuncias presentadas ante las autoridades correspondientes.
Los datos estadísticos indican que las regiones con mayor número de denuncias son: Panamá (126), seguido por Panamá Oeste (120), luego Chiriquí (45). En tanto, en San Miguelito (38), Veraguas (28), Los Santos (18), Coclé (15), Colón (12), Bocas del Toro (4), Herrera (4) y Darién (3).
La fiscal Superior de Familia del MP, Katya Meléndez, explicó que el delito de maltrato de personas mayores es tipificado en nuestro Código Penal a través de la Ley 149 de 24 de abril de 2020, ya que previamente solo se podía hablar de maltrato cuando la víctima era un adulto mayor en un ambiente familiar. El caso se maneja como violencia doméstica, dijo.
Meléndez agregó que los tipos de violencia contra este grupo de la población más frecuentes en Panamá son la física y la psicológica, la primera se hace referencia a golpes, empujones y todo lo que en un momento pueda provocar una lesión en la persona; la violencia psicológica está relacionada con los insultos y ofensas que buscan denigrar a la persona de manera tal que afecte su condición emocional.
De hecho, un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) dado a conocer el año pasado encontró que el maltrato psicológico, es el más común y que afectan al 11.6% de las personas mayores, seguidos de los financieros con un 6.8%, el abandono o desatención 4.2%, abusos físicos 2.6% y los sexuales con 0.9%.
La OMS reconoce que el maltrato a las personas de edad es un problema importante de salud pública. Aunque no hay muchos datos al respecto, los distintos tipos de maltrato, este tipo de violencia constituye una violación de los derechos humanos y puede manifestarse en forma de maltrato físico, sexual, psicológico o emocional; maltrato por razones económicas o materiales; abandono; desatención; y del menoscabo grave de la dignidad y el respeto.
Los factores de riesgo
Hay factores individuales que aumentan el riesgo de sufrir maltrato, como la dependencia funcional o la discapacidad, la mala salud física o mental, el deterioro cognitivo y la escasez de ingresos. Hay también factores propios de la persona que aumentan el riesgo de maltratar a las personas de edad, como las enfermedades mentales, el abuso de sustancias y la dependencia, a menudo económica, que puede tener la víctima.
El psicólogo César Garzón, explicó que el maltrato psicológico a las personas de la tercera edad ocurre dentro del seno familiar, a medida que su edad va avanzando, empieza a tener limitaciones y estas restricciones hacen que en un momento dado, la familia lo coloque en un área aparte, y no dentro del que le corresponde, por ejemplo los abuelos.
Acotó que estos maltratos empiezan con expresiones que hacen sentir a la persona mayor como innecesaria dentro de la familia, en la mayoría de los casos no lo toman en cuenta como antes y debido a sus limitaciones lo aíslan e incluso lo pueden conducir a una depresión por soledad.
En ocasiones, la depresión puede motivar a que los ancianos recaigan en algún tipo de enfermedad y las causas más comunes de suicidio, debido a que la depresión es una enfermedad de salud mental que requiere tratamiento por un médico, a través de terapias y medicamentos, acotó el piscólogo.
Deuda con los adultos mayores
Sobre el tema, la ministra de Desarrollo Social, María Inés Castillo, indicó que es fundamental promover los derechos y garantías de las personas mayores, así como evaluar, mejorar e impulsar un verdadero acompañamiento, particularmente aquellas en condición de dependencia.
Recalcó la importancia de incorporar a la academia en los planes y programas dirigidos a este grupo poblacional.
Para el 2050 los adultos mayores habrán alcanzado el 24% de la población total de Panamá, de acuerdo con las últimas proyecciones del Instituto Nacional de Estadística y Censo (Inec) de la Contraloría General de la República.
Es decir, que esta población se habrá duplicado. Razones suficientes para poner mayor atención a las personas mayores y que las políticas públicas que se han trazado para velar por sus derechos y protección se cumplan, sobre todo, porque representan un grupo de ciudadanos que por muchos años contribuyeron y siguen aportando al progreso del país.
Así lo planteó Irasema Rosas de Ahumada, quien está al frente de la Coordinación Nacional de Adulto Mayor, ente encargado de velar desde el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) que se cumplan todas las normas, programas y proyectos que dignifiquen y mejoren la calidad de vida de aquellos que han llegado a esa espera edad dorada.
Datos de interés
La Ley 149 de abril de 2020 modifica la Ley 36 de agosto 2016, sobre la protección integral de los derechos de las personas adultas mayores, y adiciona disposiciones al código penal.
Quien maltrate a un adulto mayor será sancionado con prisión de tres a cinco años, dispone el artículo 212 de la Ley 149. Además, destaca la agravante de cuatro a seis años, si la persona que maltrata es pariente, cónyuge o encargado de la atención del adulto mayor en el hogar.
Se han intentado aplicar diversas estrategias para prevenir y combatir el maltrato a las personas mayores, pero por el momento se dispone de pocas pruebas de la eficacia de la mayoría de ellas.
En el último año, aproximadamente una de cada seis personas mayores de 60 años sufrió algún tipo de maltrato en los entornos comunitarios.
Las tasas de maltrato a las personas de edad han aumentado durante la pandemia de covid-19.
Estos sucesos pueden conllevar graves lesiones físicas y consecuencias psicológicas prolongadas.
Se prevé que este problema aumentará en muchos países, debido al rápido envejecimiento de la población.