Para recordar la invasión de Estados Unidos a Panamá, ocurrida el 20 de diciembre de 1989, el Instituto Nacional de Cultura efectuó este domingo, al conmemorarse el 26 aniversario del hecho histórico, la denominada “Marcha Negra”, la cual salió del Mirador del Pacífico de la cinta costera hacia el Monumento de los Caídos, erigido en el barrio de El Chorrillo.
Allí se realizó un acto en el que tomó la palabra el profesor Rafael Olivardía, residente del barrio El Chorrillo, lugar donde se concentraron los principales ataques de los más de 27 mil soldados de Estados Unidos que invadieron Panamá.
“Aquí se cumplen 26 años del acto terrorista de la nación más poderosa del mundo. Los criminales de Estados Unidos de Norteamérica. Ellos no atacaron ningún cuartel. Ellos borraron las tres calles 25, 26 y 27, era población civil la que allí residía”, recordó Olivardía.
“Jamás pidan una guerra. Ver morir a tus vecinos, ver morir a tu familia, eso es triste”, expresó el docente entre palabras, que a pesar de pasados 26 años aún denotan mucho dolor.
Así mismo, Olga Cárdenas, dirigente comunitaria de El Chorrillo, dijo que las víctimas no pueden ser olvidadas. “Todos tenemos que seguir esta tarea. O nos tomamos la Asamblea Nacional o no las tomamos, para lograr que se declare el 20 de diciembre como día de "duelo nacional”.
Las víctimas exigen, también que Estados Unidos reconozca la invasión hecha para derrocar al general Manuel Antonio Noriega, indemnice al país y diga dónde están las fosas comunes donde fueron enterrados cientos de panameños.
INTENTO POR SANAR LAS HERIDAS
El presidente de la República, Juan Carlos Varela, anunció el sábado 20 de diciembre de 2014, el inicio de un proceso de reconciliación nacional para sanar las heridas abiertas hace 25 años por la invasión estadounidense para derrocar a Noriega.
De acuerdo con Varela, la iniciativa busca contribuir a "sellar las heridas que aún quedan pendientes y vivas en muchos panameños".
Noriega, a quien se le culpa de atraer el funesto ataque al territorio istmeño, por su parte rompió el silencio el pasado 24 de julio para pedir perdón, mediante una entrevista grabada desde la celda de la cárcel El Renacer, donde cumple una condena de 60 años por crímenes y narcotráfico.
“Pido perdón a toda persona que se sienta ofendida, afectada, perjudicada o humillada por mis acciones o la de mis superiores en el cumplimiento de órdenes o la de mis subalternos en el tiempo de la responsabilidad de mi gobierno civil y militar”, dijo Noriega en sus declaraciones, que ofreció leyendo un papel.
Durante el régimen de Noriega (1984 y 1989 ) se cometieron, entre otros crímenes, la decapitación del médico Hugo Spadafora en 1985. También, 11 militares fueron fusilados en 1989 en la recordada masacre de Albrook.