La educación en América Latina enfrenta una crisis, ya que aproximadamente el 56% de los niños no alcanza la capacidad de leer y comprender un texto simple al finalizar la primaria, lo que se conoce como “pobreza de aprendizaje”. Esta crisis empeoró luego de la pandemia de covid-19, ya que muchos países cerraron sus escuelas durante casi dos años, lo cual contribuyó a ampliar la brecha de aprendizaje.
Panamá no escapa a esta realidad. Según el informe del Programa para la Evaluación Internacional de Alumnos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), conocido como PISA (por sus siglas en inglés), los estudiantes panameños ocupan el puesto 74 de 81 países evaluados, incluyendo 14 de América Latina y el Caribe.
Los mayores retos de los países de la región, incluyendo Panamá, se enfocan en matemática, lectura y ciencias, según revelaron los resultados de las pruebas PISA 2022, en un informe presentado en diciembre del año pasado. Cabe recordar que estas pruebas se realizan cada tres años y están dirigidas exclusivamente a estudiantes de 15 años.
A pesar de los resultados, la ministra de Educación, Lucy Molinar, decidió que Panamá no participará en la prueba PISA programada para 2025. El pasado 15 de octubre, alegó que el país ha gastado más de 2 millones de dólares en los últimos años sin obtener resultados significativos.
Además de PISA, otros exámenes, como los de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que miden conocimientos en varias materias, también son útiles para evaluar los aprendizajes a lo largo de la educación básica y secundaria.
La titular de Educación reiteró que Panamá sí participará en la prueba de Unesco el próximo año. “Esa prueba sí nos sirve para tomar decisiones, mientras que la prueba PISA no nos sirve de nada como país; solo nos compara con una lista de países”, comentó.
Para Jaime Saavedra, director de Desarrollo Humano del Banco Mundial para América Latina y el Caribe y experto en educación, la prueba PISA, que evalúa las habilidades de estudiantes de 15 años, es un indicador útil, pero insuficiente para medir la calidad educativa de manera completa. “PISA es útil para comparar resultados, pero no es suficiente. Es necesario contar con datos anuales y de todas las escuelas para mejorar los aprendizajes de manera efectiva”, destacó el experto.
Algunos países de la región, como Chile, Perú, Brasil y Argentina, implementan evaluaciones educativas anuales en varios grados y con amplia cobertura, mientras que otros usan muestras.
Saavedra considera importante realizar evaluaciones continuas en educación. Mejorar los aprendizajes requiere evaluaciones anuales y en distintos grados. Solo así es posible medir el progreso educativo y responder a las necesidades de aprendizaje en cada etapa escolar.
Además, reitera la importancia de hacer pruebas nacionales. Los países que han logrado mejorar en educación realizan evaluaciones anuales en todos los grados y proporcionan a los docentes herramientas para evaluar el nivel de aprendizaje individual de los estudiantes.
El director de Desarrollo Humano del Banco Mundial para América Latina y el Caribe señaló que existen desafíos importantes que se replican en casi todos los países de la región, como la necesidad de capacitación docente y la provisión de recursos educativos.
Manifestó que la formación de los docentes en América Latina ha sido excesivamente teórica y que es esencial que reciban un entrenamiento más práctico que facilite la interacción efectiva con los estudiantes. “En regiones con limitaciones de acceso a internet y electricidad, es clave que el docente tenga el rol principal en la transmisión de conocimientos, sobre todo en el uso de tecnologías”, destacó.
El experto en educación manifestó que un buen profesor en cada aula garantiza mejores resultados educativos.
En Panamá, el Consejo Permanente Multisectorial para la Implementación del Compromiso Nacional por la Educación (COPEME), creado mediante la Ley 59 del 1 de noviembre de 2018, es el que tiene como misión dar seguimiento y monitorear los avances en la implementación de las políticas públicas contenidas en el Compromiso Nacional por la Educación.
COPEME, que es un brazo asesor del Ministerio de Educación (Meduca), tiene dentro de sus políticas educativas la formación de educadores, la equidad educativa y la calidad de la educación.
