Desde el inicio de la pandemia de la covid-19, la cobertura de vacunación infantil ha experimentado el mayor descenso sostenido de los últimos 30 años. Las tasas de vacunación infantil en el mundo, incluyendo Panamá, están estancadas y aún no han recuperado los niveles previos a la pandemia de la covid-19, dejando a unos 2.7 millones de niños sin la protección que necesitan en comparación con los niveles de 2019, alertó la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
Se trata de información sobre las tendencias de vacunación contra 14 enfermedades, lo que subraya la necesidad de esfuerzos continuos de recuperación y fortalecimiento del sistema, enfatizaron las agencias de la ONU.
En Panamá, los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) indican que en 2023, la cobertura de DTP1 (difteria, tétanos y tosferina), que se utiliza como marcador de la cobertura de inmunización a través de los servicios de inmunización de rutina, disminuyó al 88% en comparación con el 98% en 2022.
El número de niños que no recibieron ninguna vacuna DTP (niños con dosis cero) se estima que aumentó de 1,000 en 2022 a 8,000 en 2023. Las estimaciones de la OMS y Unicef evidencian que la cobertura de tres dosis de la vacuna DPT3 pasó del 87% en 2021 al 82% en 2022, y luego al 66% en 2023, mostrando una tendencia alarmante a la baja.
En 2023, Panamá ocupó el puesto número 10 entre 33 países con la cobertura más baja de DTP1, aunque no se encuentra entre los 10 países con más niños sin ninguna dosis de vacuna.
El informe de la OMS y Unicef recomienda a las autoridades de salud una encuesta de alta calidad para verificar los niveles notificados de cobertura en el país. Además, el informe destaca que el Programa Ampliado de Inmunización (PAI) del Ministerio de Salud (Minsa) informó sobre un desabastecimiento de vacunas durante cuatro meses a nivel nacional.
Las siglas MCV en el gráfico de las estimaciones corresponden a la vacuna MMR o SPR, que protege contra el sarampión, la rubéola y la parotiditis. El porcentaje de niños que recibieron una dosis MCV1, normalmente administrada a los 9 o 12 meses, según el calendario nacional de vacunación, disminuyó al 78%, comparado con el 97% en 2019. Además, 16,000 niños no recibieron su primera dosis habitual de la vacuna contra el sarampión. La cobertura de dos dosis MCV2, normalmente administrada a niños de entre 18 meses y cinco años, disminuyó al 73% el año pasado.
Las razones del desplome
El pediatra, infectólogo e investigador clínico Xavier Sáez-Llorens, atribuyó la situación al enfoque económico y humano, al covid-19, la desinformación sobre vacunas, la ineficiencia de los sistemas preventivos de salud y los desabastecimientos recurrentes de vacunas.
De hecho, a principios de este año se registró un desabastecimiento de la vacuna hexavalente, que protege contra seis enfermedades: cuatro bacterianas (difteria, tosferina, tétanos e infección por Haemophilus influenzae tipo b) y dos virales (hepatitis B y poliomielitis), además de la vacuna contra la influenza.
La situación obedeció a que Panamá le adeudaba al Fondo Rotatorio de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), por lo que el Minsa desembolsó el pago por $13,888,023 para tener acceso a las vacunas.
Este 2024, por segundo año consecutivo, en el país se originó la falta de la vacuna hexavalente debido a temas de montos adeudados, ya que en junio de 2023 se reportó una situación similar por falta de pago de forma oportuna.
Sáez-Llorens recomendó reforzar las campañas educativas, buscar aliados en medios de comunicación, incrementar insumos y personal de vacunación, ir a domicilios o establecer centros de inmunización cercanos en áreas rurales y comarcales, revisar tarjetas y actualizar la vacunación en escuelas, así como digitalizar información personal de vacunación.
El expresidente de la Sociedad Panameña de Infectología Pediátrica, Javier Nieto, coincidió con Sáez-Llorens en que la distribución de vacunas, especialmente en áreas remotas o de difícil acceso, presenta obstáculos logísticos como la falta de infraestructura adecuada, problemas de transporte y almacenamiento, y escasez de personal capacitado dificultan las jornadas.
Además, subrayó que la desinformación y las noticias falsas sobre las vacunas han aumentado la vacilación y el rechazo hacia ellas en algunos sectores de la población, lo que dificulta alcanzar altas coberturas de vacunación.
Nieto destacó que, si bien la cobertura de algunas vacunas ha mejorado, como la del virus de papiloma humana (VPH), la cobertura general no ha vuelto a los niveles previos a la pandemia. Esto representa un riesgo para la salud pública, ya que aumenta la vulnerabilidad a enfermedades prevenibles por vacunación y puede provocar brotes.
Panorama mundial
“Las últimas tendencias demuestran que muchos países siguen sin vacunar a demasiados niños”, afirmó la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell. “Cerrar la brecha de inmunización requiere un esfuerzo global, con gobiernos, aliados y líderes locales que inviertan en atención primaria de salud y trabajadores comunitarios para asegurar que cada niño sea vacunado, y que se fortalezca la atención de salud en general.”
Las tendencias, que muestran que la cobertura mundial de inmunización se ha mantenido prácticamente sin cambios desde 2022 y, lo que es más alarmante, aún no ha regresado a los niveles de 2019, reflejan desafíos continuos con interrupciones en los servicios, desafíos logísticos, dudas sobre las vacunas y desigualdades en el acceso a las inyecciones, dijo.
Para las agencias de las Naciones Unidas es crucial que las autoridades y la comunidad global actúen con rapidez para garantizar que todos los niños reciban las vacunas necesarias para una vida saludable. La salud infantil es una prioridad que no puede esperar.