Unos de los servicios más cuestionados en Panamá y San Miguelito es el de la recolección de basura. En cada esquina o calle de ambos distritos la imagen es recurrente: bolsas amontonadas o desechos desparramados.
Pero también hay otro problema. De los 213 mil 526 clientes residenciales, 124 mil 173, es decir el 58.1%, están morosos en el pago de la tasa de aseo. En cuanto a los comerciales, el 43.3% no paga. En total, la deuda que mantienen ambos grupos es de $116. 1 millones, de los cuales $94.3 millones corresponden a clientes residenciales, $20.8 a comerciales y $1 millón a entidades gubernamentales.
A esto hay que agregar que por el uso del relleno sanitario de cerro Patacón, en el corregimiento de Ancón, también hay una deuda millonaria. Instituciones y empresas deben, en total, $21.8 millones, pero llama la atención que de ese monto, $19.8 millones corresponde al Municipio de San Miguelito.
La deuda en ese distrito se basa en un convenio firmado en 2007 entre la Autoridad de Aseo Urbano y Domiciliario (AAUD), el Ministerio de Salud y el Municipio de San Miguelito, a través del cual se estableció una tarifa de un dólar por cada tonelada métrica de basura que fuese vertida en cerro Patacón.
Pese a las gestiones por parte de la AAUD ante el Municipio de San Miguelito, el cobro no se ha podido concretar, manteniéndose la morosidad.
Incluso, a mediados de este año, ambas entidades se reunieron para tratar el tema, pero no hubo avances.
El problema ambiental
Además de la alta morosidad, lo que rodea al proceso de recolección de desechos en el país también implica un riesgo ambiental.
El informe del Ministerio de Ambiente titulado Los principales problemas ambientales de Panamá, elaborado por el equipo técnico de la Dirección de Política Ambiental, dio cuenta que el segundo principal problema en el país, después de la falta de ordenamiento territorial, es el deficiente manejo de los desechos.
Según el estudio dado a conocer el pasado mes de octubre, la gestión de los residuos sólidos ha llegado a alcanzar condiciones de alarma en el país, particularmente en la ciudad capital, donde habita el 60% de la población.
“Mientras el país ha registrado crecimiento en su desarrollo económico, demográfico y social, los residuos sólidos se han convertido en un riesgo para la salud humana y una amenaza para el ambiente, al ser foco de contaminación de suelos, fuentes de agua y el aire, además del deterioro del paisaje”, resalta la investigación del Ministerio de Ambiente.
La entidad ambiental usa como ejemplo datos de la AAUD, los cuales precisan que son 336 corregimientos en todo el país los que cuentan con servicio de recolección domiciliaria, lo que equivale a un 53% del total de corregimientos de Panamá.
Comparaciones
El informe detalla que el servicio de recolección no funciona de la misma manera en todas las provincias. En Panamá y Colón, se brinda al 91% de la población total. En cambio, Bocas del Toro es la provincia que menos recibe el servicio de recolección domiciliaria: si acaso cubre al 18% de su población. Las comarcas indígenas no cuentan con un servicio de recolección formal.
No obstante, en la ciudad de Panamá, uno de los principales puntos de contaminación es el propio relleno sanitario de cerro Patacón. Al respecto, el ministro de Ambiente, Milciades Concepción, indicó que la concesión con Urbalia, empresa que administra el sitio, se vence el próximo año, por lo que se elabora un pliego de cargos para licitar la administración del lugar.
“Allí [en cerro Patacón] hay un desastre ecológico y con esta nueva licitación esperamos hacer un rescate ecológico en el lugar y aplicar mejor tecnología en el manejo de desechos”, dijo.
También esta semana el presidente de la Asamblea Nacional, Crispiano Adames, se refirió al tema del relleno sanitario y señaló que Urbalia no puede seguir gestionando el sitio.
Este año, funcionarios de la AAUD han planteado que la concesión de Urbalia abarca 132 hectáreas, pero la contaminación generada impacta unas 9 mil hectáreas a su alrededor, que incluye el Parque Nacional Camino de Cruces.

