El Centro Nacional de Farmacovigilancia (CNFV), del Ministerio de Salud (Minsa) ha emitido un llamado a la población para reforzar la importancia de la seguridad en el uso de medicamentos durante el embarazo.
La advertencia se hace mediante una nota de seguridad, luego de haber recibido 42 formularios de sospecha de reacción adversa, en su mayoría en pacientes en condiciones de embarazo, a medicamentos antihipertensivos y agentes inmunomoduladores, sustancias que puede ayudar al cuerpo a combatir el cáncer, las infecciones u otras enfermedades.
Según reportes de la Organización Mundial de la Salud (OMS), alrededor del mundo, el 5% de las mujeres embarazadas sufren de alguna enfermedad crónica preconcepcional, como asma, hipertensión arterial, diabetes, o enfermedades tiroideas y gastrointestinales, lo que las obliga a continuar con algún tipo de tratamiento farmacológico y un porcentaje significativo lo hace sin prescripción médica.
Actualmente, existen aproximadamente 31 notas de seguridad de medicamentos en las cuales se emite alguna advertencia sobre su uso en el embarazo, como: topiramato, liraglutida, pregabalina, lamotrigina, levetiracetam, micofenolato de mofetilo, ácido valproico, entre otros.

Ante los medicamentos mencionados, se ha instaurado un consentimiento informado antes de prescribirlo por los riesgos de teratogénesis, que es el proceso por el cual se producen anormalidades estructurales o funcionales durante el desarrollo embrionario.
En Panamá y Latinoamérica, la automedicación es una práctica preocupante que se extiende más allá de los medicamentos convencionales, advierte el Minsa.
Muchas mujeres embarazadas recurren a productos de dudosa procedencia, así como a medicina alternativa, incluyendo hierbas, raíces y jugos a los que se les atribuyen propiedades curativas sin ninguna base científica. Este comportamiento pone en riesgo tanto la salud de la madre como la del feto, con posibles efectos adversos graves.
Ante esto, el Minsa recomienda a los profesionales de la salud que, antes de prescribir un medicamento a una mujer en edad fértil, descarten que no esté embarazada, verifiquen qué medicamentos están contraindicados durante el embarazo y evalúen, en conjunto con la paciente, el beneficio-riesgo de utilizar medicamentos durante el embarazo, y le expliquen a la paciente los riesgos que puede generar la ingesta de ciertos medicamentos.