El edificio que alberga el Instituto Nacional (IN) de Panamá, construido en 1911 por el ingeniero Florencio Harmodio Arosemena, enfrenta diversos problemas que van desde filtraciones en los techos; iluminación defectuosa; daños en baños, plomería y cielo raso; aires acondicionados que gotean o no funcionan, y escaleras y ventanas rotas.
Un recorrido por sus instalaciones permite corroborar estas quejas de estudiantes, profesores y padres de familia. Además, hay otro problema: el llamado Nido de Águilas se ha convertido en hábitat de cientos de palomas, cuyas heces extremadamente corrosivas causan aún más deterioro en las estructuras.
El presidente de la Asociación de Padres de Familia del Instituto Nacional, Carlos Nieto, solicitó de manera urgente que se tome los correctivos de la “situación alarmante” en la que se encuentra el colegio, que tiene una matrícula de unos 2 mil 500 estudiantes de la capital.
Explicó que el gimnasio principal y la cancha de fútbol requieren mantenimiento y reparaciones de sus baños y vestidores, así como en todas sus infraestructuras.
La proliferación de palomas en los pisos altos también ha causado cuadros de alergias debido a su excremento y orina, denuncia. Además, el IN no cuenta con servicio de primeros auxilios ni odontología.
Con carácter de urgencia pide que se reparen baños, grifos y todo el sistema plomería, que incluso ha provocado inundaciones en algunas aulas.
Ante el cúmulo de problemas, la Asociación de Padres de Familia pidió ayuda al gobierno -en particular, Ministerio de Educación (Meduca)-, a los exalumnos, a la empresa privada y la comunidad en general.
El diseño del edificio es de arquitectura neoclásica y se le considera “patrimonio cultural de la nación” desde 1971. Las esfinges que custodian la entrada son figuras mitológicas que simbolizan la sabiduría y la genialidad ,esculpidas en bronce por el escultor italiano Gaetano Chiaremonte.
Nieto resaltó que han tenido conversaciones con la titular del Meduca, Maruja de Gorday, quien se comprometió que en tres semanas iba a enviar a los encargados de infraestructura a realizar las evaluaciones pertinentes.
Desde junio de 2022, el Meduca está renovando la biblioteca Eusebio A. Morales.
Se instalarán aires acondicionados en la biblioteca, la librería y la zona de robótica.
El proyecto también incluye la reparación las ventanas, luminarias y materiales eléctricos variados.
Katherine Vásquez, asistente del viceministro académico Ariel Rodríguez Gil, indicó que es un proyecto que funciona a través de alianzas y colaboraciones con la Fundación Pro Instituto Nacional, la Oficina de Patrimonio Histórico del Ministerio de Cultura, el Centro de Artes Diversificadas, la Biblioteca Nacional, los Archivos Nacionales y exalumnos del colegio.
“Se espera contar con este espacio de cultura, de educación, de conocimiento e intercambio disponible para los estudiantes y docentes y, en general, para la comunidad educativa antes de la culminación de este año lectivo”, aclaró.
Los libros... ¡a cerro Patacón!
La biblioteca del IN generó titulares en los últimos meses debido a la denuncia de la docente e investigadora Ileana Gócher sobre la desaparición de 9 mil 412 libros, en 2019. Ella presentó un habeas data en la Corte Suprema de Justicia, para obtener información sobre el destino de los libros.
En junio de 2022, el Meduca informó que los libros fueron desechados y enviados al vertedero de cerro Patacón, porque el 98% tenía bacterias y ácaros. Gólcher reclama que no se hizo lo suficiente por salvar documentación con valor histórico.
Gólcher advierte que, desde entonces, no se ha hecho “nada”.
Mencionó que no hay personal especializado como una bibliotecaria, porque no hay libros, incluso después de que el Meduca se comprometiera con la modernización y restauración de la biblioteca.
El Meduca indicó que este un tema que sigue en proceso y que aún no ha concluido. Cuando este medio intentó visitar la biblioteca la semana pasada, sus instalaciones se encontraban cerradas, porque estaban fumigando.
Gólcher recalcó que el IN cuenta con referencias para la restauración de los libros, un proceso que se hace constantemente en la Biblioteca Nacional y el Archivo Nacional. Ambos cuentan con bibliotecólogos especializados en el arreglo de libros antiguos.
La investigadora comentó que en junio de 2023 hizo una nueva solicitud de información al Meduca sobre el enigma de los libros desechados y que en aproximadamente dos semanas debe tener una respuesta.
