La migración irregular que experimenta la provincia de Darién está transformando las comunidades y sus pobladores, especialmente en la comarca Emberá-Wounaan, en donde las personas están dejando de lado sus actividades económicas, la educación regular, entre otras, para dedicarse a ofrecer servicios a los migrantes.
Así lo muestran los primeros resultados de la investigación que lleva adelante un equipo de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), en la zona, con la finalidad de conocer el impacto social, económico, ambiental y político de la migración extrarregional que entra por el Tapón de Darién, en Panamá.
Los datos preliminares de este estudio son del corregimiento de Lajas Blancas (en la comarca Emberá-Wounaan) donde también se ubican las comunidades de Bajo Chiquito y Canaán Membrillo, donde llegan por día de 1,000 a 2,000 migrantes, manifestó la investigadora de la UTP Noris Martínez.
La investigadora de la UTP detalló, que a pesar de que la actividad de migración ha generado beneficios económicos a comunidades como Lajas Blancas, hay un marcado abandono escolar de niños y jóvenes, ya que se están sumando a las actividades vinculadas al transporte y servicio a migrantes.
“De por sí, las comunidades indígenas tienen una alta tasa de abandono escolar que se está agravando con el flujo migratorio. Por lo que se deben crear programas educativos (académicos, culturales y deportivos) de incentivo a niños y jóvenes a la permanencia en la educación regular”, expresó.
En ese sentido, el estudio “Niñez fuera de la escuela y en riesgo de exclusión educativa en Panamá”, dado a conocer en el 2022 por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) mostraba que en la comarca Emberá-Wounaan la necesidad de impulsar mecanismos flexibles para contener el potencial abandono de los estudiantes a la escuela.
En el documento se precisaba que había 224 estudiantes de premedia con dos o más años de sobreedad y 119 estudiantes de media. La sobreedad es considerada por los investigadores de Unicef como un factor que lleva al abandono escolar.
En la comarca Emberá-Wounaan, hay 12,358 personas, según el último Censo de Población y Vivienda 2023 del Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (INEC) de la Contraloría General de la República.
Los datos del INEC precisan que hay al menos 1,242 personas de 10 años de edad y más que son analfabetas, es decir, el 13.9% de la población.
Además, que en Lajas Blancas, corregimiento de la comarca indígena panameña, hay 5,161 residentes, de los cuales 13.3% de la población es analfabeta.
La metamorfosis de un pueblo
Otros cambios que se están originando es que los lugareños están dejando de producir para su autosostenibilidad. Es decir, los pobladores ya no están pescando o dedicándose a la agricultura, dijo Martínez.
Por ejemplo, Bajo Chiquito, de ser un pueblo indígena sin mucho que ofrecer más que un espacio para descansar y recuperar energías, pasó a ser un inusual centro comercial en medio de la selva, puesto que hay restaurantes, tiendas de víveres, internet e incluso puntos para cambio de moneda. De hecho, en el lugar hay carpas que son rentadas a los migrantes que llegan al lugar por una estadía de un día o dos días, pero todo depende del dinero que tengan para continuar su viaje hacia el sueño americano en Estados Unidos.
Además, la oleada de migrantes que llegan a estas comunidades están también aumentando el consumo de alcohol y generando alteración en el orden público, mencionó Martínez, quien con el equipo de investigadores de la UTP ha viajado en varias ocasiones a Darién para realizar este estudio.
La información preliminar de este estudio fue compartida por Martínez durante la reciente Cumbre Científica de la 78° Asamblea General de las Naciones Unidas (Ssunga78, por sus siglas en inglés).
En lo que va de 2023, por Darién han ingresado de forma irregular 415,104 migrantes, superando los ingresos de 2021, con 133,726, y 2022 con 248,284, según datos del Servicio Nacional de Migración.
Las autoridades de migración prevén que antes de diciembre unas 500,000 personas hayan pasado por la selva darienita. Tan solo en septiembre pasado, ingresaron 75,268 migrantes, 27,064 más que los reportados en igual periodo de 2022.
De hecho, los presidentes de Panamá y Costa Rica han pedido apoyo regional e internacional para atender la gran cantidad de personas que todos los días cruzan por ambos territorios, que promedia entre 2,500 a 3,000 personas.
El difícil tránsito en Darién, una de las rutas migratorias más peligrosas del mundo, se agrava debido a eventos de asalto, homicidios, ahogamiento, agresiones, violencia física y sexual y separación familiar.
Las autoridades del Servicio Nacional de Migración tienen identificadas cuatro rutas migratorias. Se trata de las rutas Caledonia-Zapallal de 11.54 kilómetros, Carreto-Canaán de 9 kilómetros, Capurganá-Bajo Chiquito con 30.34 kilómetros y Capurganá-Canaán con un trayecto de 34.72 kilómetros.