A pesar de la crisis que vive el país en torno al contrato entre el Estado y Minera Panamá, en Darién el drama migratorio sigue vivo y por día continúan pasando cientos de caminantes de países como Venezuela, Ecuador y Haití.
Los reportes del Servicio Nacional de Migración (SNM) dan cuenta que entre enero y el 24 de noviembre de 2023 cruzaron la frontera entre Colombia y Panamá 486,390 migrantes, una cifra nunca antes reportada. De hecho, el 2022 250 mil migrantes usaron esa ruta y fue considerado un año récord.
Este medio pudo conversar con Felipe Muñoz, jefe de la Unidad de Migración del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quien conoce el drama humano en esa parte del país.
En palabras de Muñoz, la presencia de migrantes se ha triplicado y uno de los mayores retos son los menores de edad en esa zona. “Me impresionó mucho la llegada de niños, lo cual representa un 22% del total de la población migratoria”, acotó.
En el caso de Panamá, el funcionario del BID dijo que están los migrantes permanentes y los de tránsito como los que llegan a Darién.
“Panamá es el cuarto país con población migrante permanente en la región [Latinoamérica], solo superado por Belice, Costa Rica y Chile, con lo cual tiene una larga tradición de recepción migrantes y eso hay que reconocerlo”, apuntó.
A juicio del especialista, hay una nueva oleada de haitianos saliendo del país, así como de venezolanos migrado en la región, por lo que hay que crear mecanismos en Latinoamérica para regularizar a esta población.
En ese contexto, puntualizó que hay varios desafíos en este tema. En el caso de migrantes permanentes, crear plataformas de regularización para que puedan adaptarse con facilidad, y en lo que respecta a los migrantes de tránsito, facilitar herramientas que permitan la “movilidad ordenada y segura” como lo hace Panamá.