El tema de salud pública en la selva de Darién fue el punto central de la reunión de ayer 9 de abril entre la embajadora de Estados Unidos, Mari Carmen Aponte, y el ministro de Salud Luis Francisco Sucre.
En el encuentro, Aponte mostró interés en el trabajo que realiza el Minsa en los puntos de entrada o comunidades receptoras de migrantes y reiteró que el interés de Estados Unidos es garantizar la atención de quienes necesiten ayuda.
Además, anunció que Estados Unidos apoyará a Panamá con la provisión de equipo de protección personal para el personal de salud en la provincia.
Mientras tanto, Sucre afirmó que el Minsa ha reforzado el personal en Darién y que también se trabajará con Médicos del Mundo, una asociación que brinda atención en 19 países de América, África, Oriente Medio y Europa.
“Siempre hemos reconocido que necesitamos apoyo internacional, por ello actualmente seguimos trabajando con varias organizaciones, incluyendo las Naciones Unidas, que nos brindan todo el apoyo. Sin embargo, el flujo migratorio es grande y por eso estamos reforzando las áreas, pero es necesario redoblar aún más el personal. Por ende, Panamá necesita organizaciones, pero de manera coordinada y en equipo”, declaró Sucre.
Medicos del Mundo aún no ha comenzando a brindar atención en la selva de Darién, ya que se encuentran efectuando el papeleo administrantivo ante la entidad.
La asociación llegará a Darién después de que se venciera el convenio de Médicos Sin Fronteras y la entidad de salud decidió no renovarlo debido a la falta de acuerdo con esta administración gubernamental.
“La organización médico-humanitaria se vio obligada a suspender toda actividad médica para la población migrante en Darién por orden de las autoridades panameñas, que alegan que actualmente MSF no tiene un convenio de colaboración válido con el Ministerio de Salud”, señala un comunicado de la organización.
Sin embargo, MSF afirmó que desde octubre de 2023 intenta renovar dicho acuerdo.
El pasado 4 de abril, la organización cumplió un mes desde que abandonó la selva del Darién, la peligrosa frontera natural entre Colombia y Panamá utilizada a diario por cientos de migrantes en su camino hacia América del Norte.