Escasez de medicamentos por burocracia en el Minsa

Escasez de medicamentos por burocracia en el Minsa


La falta de medicamentos es cada vez más evidente en las farmacias privadas del país.

Este diario hizo un recorrido por varios de estos expendios en la capital y el interior y confirmó, por ejemplo, que no hay verapamilo, usado para la presión arterial alta y la angina; ni alprazolam, para la ansiedad.

El presidente de la Asociación de Representantes y Distribuidores de Productos Farmacéuticos (Aredis), Lucas Verzbolovskis, explicó que el problema se debe a retrasos en la Dirección de Farmacia y Drogas del Ministerio de Salud (Minsa), que actualmente revisa 4 mil expedientes para la expedición o renovación de registros sanitarios.

Verzbolovskis aseguró que han propuesto al Gobierno que se prorroguen automáticamente los registros sanitarios de los productos que se originan en la misma fábrica y que no ha tenido variación en su fórmula.

Consultada por La Prensa, la directora de Farmacia y Drogas, Jenny Vergara, admitió que hay varios aspectos que se deben mejorar en esa dependencia, pero no se refirió al tema de los registros sanitarios. Antes, sin embargo, ha dicho que el problema se debe a la falta de personal.

Vergara instó a los empresarios de la industria farmacéutica a comprometerse a buscar los medicamentos que se necesitan en el país, y consideró que las entidades públicas deben mejorar los procesos de planificación para las compras.

Para el médico nefrólogo Arturo Wong, el asunto es delicado, ya que, según explicó, la falta de medicamentos pone en riesgo la salud de las personas. Por ejemplo, citó el caso de un paciente hipertenso, que al no recibir a tiempo su tratamiento se desequilibra y queda vulnerable a trombosis cerebral, infarto del miocardio, insuficiencia renal y otros padecimientos.

ANSIEDAD

Muchos son los panameños que a diario viven una odisea en busca de medicamentos tanto en las farmacias privadas como en las de instituciones públicas de salud, debido a la escasez que se ha generado desde hace varios meses por retrasos en la tramitación de registros sanitarios y en los procesos de compra por parte del Estado.

Y es que medicinas como el verapamilo, utilizada para la presión arterial alta y la angina (dolor en el pecho), y el alprazolam, un sedante reductor de la ansiedad y con capacidad para combatir las convulsiones, forman parte de la lista de fármacos que los pacientes con estas patologías no encuentran en las farmacias del país.

Otros medicamentos, como las gotas oftalmológicas dorzalamida clorhidrato –usadas para la glaucoma, una condición en la cual aumenta la presión en el ojo–, están agotados en la Caja de Seguro Social (CSS).

La situación no es diferente en el Hospital Santo Tomás, donde están agotados fármacos como la ranitidina –recetada para tratar úlceras y reflujo gastroesofágico– e incluso la buscapina compuesta, entre otros.

FÁRMACOS SIN REGISTROS

Informes de la Dirección de Farmacia y Drogas del Ministerio de Salud (Minsa) indican que en total son 50 los medicamentos que no hay en el país por falta de registro sanitario.La Cámara de Comercio, Industrias y Agricultura de Panamá (Cciap) plantea que hay una serie de fallas en la Dirección de Farmacia y Drogas que impiden avanzar en los procesos de registros sanitarios.

Durante esta administración, miembros de la Cciap y autoridades del Minsa se han reunido en seis ocasiones, con la finalidad de buscar alternativas que permitan poner fin a la situación.

En el último encuentro entre ambas partes, realizado el pasado martes, Inocencio Galindo, director encargado de la Cciap, manifestó que “los registros tienen una demora importante”, y atribuyó la situación a la falta de personal en la Dirección de Farmacia y Drogas, así como a problemas relacionados con el sistema tecnológico de esa dependencia, que prefirió no detallar.

“Hemos dejado claro que esta demora ha causado un impacto económico en las empresas dedicadas a la actividad y también al mismo Estado, porque se ha dejado de recibir impuestos”, aseguró el empresario.

Añadió que actualmente revisan todo lo relacionado con los procedimientos para facilitar los procesos de una manera “razonable y conforme a la ley”.

Por su parte, Jenny Vergara, la directora de Farmacia y Drogas del Minsa, puntualizó que es necesario mejorar tres aspectos para superar el problema. El primero guarda relación con la necesidad de actualizar el marco regulatorio de los medicamentos, para verificar la calidad, seguridad y eficacia de los mismos.

El segundo aspecto tiene que ver con la necesidad de que las entidades públicas mejoren sus procesos de planificación para la compra de los insumos. “No puede seguir ocurriendo que las compras se hagan cuando haya abastecimiento cero”, dijo.

Finalmente, apuntó que debe haber un “compromiso” por parte de los empresarios y la industria farmacéutica, a fin de que se haga la búsqueda de los medicamentos que se necesitan en el país y que no tienen registro sanitario, para que los traigan.

FALTA DE PLANIFICACIÓN

En tanto, Rubén Darío López, subdirector de la Caja de Seguro Social (CSS), opinó que la raíz del problema es que algunas compañías “están siendo irresponsables”, y no obedecen a la falta de planificación o recursos económicos por parte de la institución.

Citó como ejemplo que hay empresas que no cumplen con los registros sanitarios y que tampoco tienen el certificado de intercambiabilidad. Además, dijo que hay otras que tienen el registro sanitario vencido y algunas que no están registradas en el catálogo nacional de oferentes.

En ese sentido, López sostuvo que son requisitos que están contenidos en la Ley 1 del 10 de enero de 2001 sobre medicamentos, y sin ellos las empresas no cumplen y no pueden participar en los actos públicos de las entidades de salud pública del Estado.

Frente a estos planteamientos, Lucas Verzbolovskis, presidente de la Asociación de Representantes y Distribuidores de Productos Farmacéuticos (Aredis), sostuvo que la responsabilidad por la falta de registros sanitarios y de medicinas es de la Dirección de Farmacia y Drogas y de las autoridades de varias instituciones a cargo de las contrataciones, que, por su parte, responsabilizan a la Contraloría General de la República.

Con respecto a las reuniones realizadas en la Cciap, Verzbolovskis indicó que han sido muy “políticas y diplomáticas”, y no de trabajo.

Además, opinó que una reunión de una o dos horas cada dos meses, con tantos problemas, no es suficiente.

Aseguró que actualmente en la Dirección de Farmacia y Drogas existen más de 4 mil expedientes en espera de registro sanitario, ya sea nuevos o para su correspondiente renovación.

Verzbolovskis añadió que la Aredis, la Federación Centroamericana de Laboratorios Farmaceúticos (Fedefarma), la Cciap y los pacientes han propuesto al Gobierno que se prorroguen automáticamente los registros sanitarios de todos aquellos productos que se originan en la misma fábrica, que no han tenido variación en su fórmula y que no han sido objeto de ninguna sospecha de falla farmacéutica.

SUGERENCIA

Respecto al tema, el médico y exministro de Salud José Manuel Terán señaló que las instituciones que tienen que ver con el registro sanitario necesitan hacer una actualización de los procesos, de tal forma que se agilice la expedición de las licencias sin que eso signifique poner en riesgo la salud de la población.

Añadió que, en virtud de que se trata de un tema de seguridad nacional, la Dirección de Farmacia y Drogas del Minsa debería ser fortalecida mediante recursos económicos, capacitación y personal.

Por otro lado, el galeno manifestó que en el sector privado tienen alternativas de fármacos y es muy raro que se deje sin tratamiento a un paciente.

Con estos planteamientos coincidió Nereida Quintero, presidenta del Colegio Nacional de Farmacéuticos de Panamá, quien dijo que “la salud es una prioridad y así debe ser vista por quienes toman las decisiones”.

Tanto Quintero como Terán sugirieron la creación de una Autoridad de Medicamentos e Insumos Médico-Quirúrgicos, que tenga autonomía y sea eficiente.

Además, Quintero propuso la creación de un tribunal en el que se presenten los reclamos exclusivamente de medicamentos y que esté conformado no solo por abogados, sino también por economistas y médicos.

Por su parte, Arturo Wong, médico con especialidad en nefrología, advirtió que la falta de medicamentos pone en riesgo la salud de las personas.

Wong citó como ejemplo a un paciente hipertenso, que al no recibir su tratamiento se desequilibra pues su presión arterial comienza a elevarse y, en ese escenario, queda vulnerable a padecimientos como una trombosis cerebral, un infarto al miocardio o incluso a la insuficiencia renal.

Precisó que hay una norma o principio en medicina, según el cual a un paciente hipertenso nunca se le debe prolongar el tiempo en el que debe recibir sus medicinas, por lo que ante una eventual escasez hay que buscar opciones de medicamentos. Y esto ocurre igualmente con pacientes cardiópatas y de otros padecimientos, sentenció Wong.

Roger Barés, del Comité de Protección al Paciente y Familiares, opinó que la situación responde a una “responsabilidad compartida”, que debe ser atendida “con carácter de urgencia”, para no poner en riesgo la vida de los pacientes.

(Con información de Rosalía Simmons, Aleida Samaniego y Urania Cecilia Molina).

Farmacias del interior, en aprietos

La falta de medicinas se extiende a las farmacias del interior. Por ejemplo, los propietarios de farmacias de la provincia de Herrera aseguran que medicamentos como rivotril –utilizado para prevenir convulsiones– y carbamazepina –para disminuir la cantidad de células sanguíneas que produce el organismo– se han perdido del mercado.

Los farmacéuticos consultados manifestaron que las medicinas se agotan, ya sea por vencimiento del registro sanitario o bien porque en la Dirección de Farmacia y Drogas del Ministerio de Salud se demoran en los trámites.

Mientras, la usuaria Alejandra Miranda contó que en las farmacias privadas de Chiriquí nunca tienen ruibarbo ni soda para el hígado, y tampoco se consigue urbadan para la ansiedad.

La semana pasada, los jubilados y pensionados protestaron por la falta de medicamentos en las instalaciones de salud del Estado.

En ese sentido, el jubilado Pedro Valdés dijo que no puede seguir comprando sus pastillas, porque no tiene el dinero para hacerle frente a este gasto importante para su salud.

“Nosotros pagamos un seguro por años y no es justo que cuando nos receten un medicamento, no se encuentre en las farmacias de la Caja de Seguro Social”, dijo.

(Con información de Vielka Corro Ríos y Sandra Rivera).

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