Una enfermedad emergente de muy rápida propagación

Una  enfermedad emergente de muy rápida  propagación


La alerta sanitaria en Panamá por el virus zika, transmitido por el mosquito Aedes aegypti, se activó en diciembre de 2015, cuando empezaron a registrarse los primeros reportes de la enfermedad en la comarca Guna Yala.

El primer informe del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa) sobre el virus señala que el 27 de noviembre de 2015 se recibió la primera alerta de la enfermedad en la comunidad de Ustupu, corregimiento de Ailigandí, ya que varias personas acudieron al centro de salud con fiebre y erupciones en la piel.

Los médicos, en un principio, sospechaban de dengue o chikungunya; sin embargo, los resultados de laboratorio del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges) fueron negativos para estas enfermedades y se procedió a hacer una prueba del zika. 

En la primera semana de diciembre se confirmó que tres de las muestras enviadas al laboratorio resultaron positivas.

Desde diciembre hasta la fecha se han reportado 118 casos de la enfermedad en el país.

Entre las áreas afectadas por el virus están Ustupu, Achutupo y Mulatupo, Playón Chico, Corazón de Jesús, Narganá y Puerto Obaldía, en la comarca Guna Yala. 

Además, se han reportado casos en los corregimientos de Tocumen, Bella Vista, San Francisco, Betania, Las Cumbres y en los distritos de Arraiján, La Chorrera y Chame, en la provincia de Panamá Oeste y en Sabanitas, provincia de Colón, según informes de Epidemiología.

El ministro de Salud, Francisco Javier Terrientes, explicó que entre los casos se encuentra una mujer embarazada que al momento de presentar los síntomas tenía 10 semanas de gestación.

Informes de Epidemiología indican que la mujer embarazada reside en la provincia de Panamá, pero se investiga si es oriunda de la comarca Guna Yala, donde se ha registrado la mayoría de los casos de virus zika.

Las autoridades de Salud han reportado dos mujeres embarazadas afectadas desde que se registró el brote en la comarca. Ambas están bajo supervisión médica.

Por su parte, el entomólogo e investigador del Icges Lorenzo Cáceres hizo hincapié en que es clave la vigilancia epidemiológica de personas con cuadros febriles que sean compatibles con los signos y síntomas que concuerden con la definición de un paciente con zika.

Añadió que también es importante la vigilancia entomológica de la población de Aedes aegypti, la aplicación de insecticidas para eliminar la población adulta y de esta forma cortar la transmisión. Como se sabe no hay vacuna o medicamento específico contra esta enfermedad; por lo tanto, el control de la población de mosquitos es básico para que no se propague el mal.

En comparación con el dengue, la infección por el virus zika puede ocasionar fiebre leve, conjuntivitis no purulenta, dolor de cabeza, muscular y de articulaciones, y erupciones cutáneas que pueden prolongarse por 10 días.

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