La ministra de Educación, Lucy Molinar, cuestionó la representatividad de la prueba del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA), argumentando que solo se aplica a estudiantes de 15 años y a una muestra de 4,300 alumnos, lo cual, según ella, no refleja la realidad educativa de los más de 70,000 estudiantes panameños. Molinar señaló que la prueba se enfoca en medir competencias, es decir, la capacidad de los estudiantes para aplicar el conocimiento adquirido.
Por su parte, la especialista en educación Mariana León, aclaró que la prueba PISA está diseñada para ser representativa a nivel nacional. “PISA emplea un muestreo aleatorio que asegura la inclusión de escuelas de distintas regiones, tipos y contextos socioeconómicos, de manera proporcional”, explicó.
Además, dentro de las escuelas seleccionadas, se elige aleatoriamente a los estudiantes de 15 años que tomarán la prueba, lo cual garantiza la validez estadística de los resultados.
La diferencia entre PISA y el Estudio Regional Comparativo y Explicativo (ERCE) también fue destacada por León, quien señaló que, mientras el ERCE evalúa a estudiantes de tercer y sexto grado, PISA se enfoca en jóvenes de 15 años. “Este matiz es fundamental, ya que ambas pruebas analizan distintas etapas del proceso educativo”, añadió.
La polémica sobre la utilidad y representatividad de estas evaluaciones pone en evidencia la complejidad de medir el rendimiento del sistema educativo, un tema que ha cobrado relevancia en la agenda educativa de Panamá.
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Mulino respalda a Molinar
El presidente de la República, José Raúl Mulino, expresó su respaldo a la ministra Molinar en la decisión de excluir a Panamá de la prueba PISA, una postura similar a la que asumió durante su gestión anterior como ministra en el gobierno de Ricardo Martinelli (2009-2014), cuando el país decidió no participar tras ocupar el puesto 62 de 65 países en la edición de 2009.
"Respaldo la posición de la ministra", señala el presidente José Raúl Mulino sobre la salida de la prueba Pisa.
— La Prensa Panamá (@prensacom) October 17, 2024
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“Yo apoyo lo que ella está diciendo. Ella es la técnica en esto, yo no. Si ella dice que esa prueba no sirve, ¡es porque no sirve!”, dijo Mulino este jueves 17 de octubre, en su conferencia semanal desde el anfiteatro del Palacio de las Garzas.
En el retorno de Panamá a la prueba en 2018 y 2022, los resultados continuaron siendo desafiantes, ubicando al país en el puesto 74 de 81 países. Esto subraya las dificultades que enfrenta el sistema educativo panameño, así como la necesidad de un debate profundo sobre las herramientas y estrategias para su mejora.
Molinar indicó el pasado martes 15 de octubre que el país ha gastado más de 2 millones de dólares en los últimos años en las pruebas PISA y que no ha habido resultados significativos.
“Ahora que estamos empezando a hacer cambios, esos fondos nos sirven para proporcionar recursos a esas transformaciones y, después, los evaluamos. Además, la prueba PISA compara países; hay otra evaluación que sí vamos a realizar el próximo año, que es la de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y que nos permite ver en qué aspectos fallan nuestros estudiantes. Esa prueba sí nos sirve para tomar decisiones, mientras que la prueba PISA no nos sirve de nada como país; solo nos compara con una lista de países”, comentó.
Panamá notificó el 29 de julio a la OCDE el retiro de la prueba PISA, a pesar de los avances en los preparativos.