Una característica del actual brote de la viruela símica (también conocida como viruela del mono) es que la mayoría de los casos se han relacionado con la actividad sexual. Eso ha generado debate sobre si se le debe describir como una enfermedad de transmisión sexual (ETS).
El brote es, por mucho, el más grande del virus durante las últimas décadas, y fue designado el pasado 23 de julio como una emergencia global. Los más recientes datos de la Organización Mundial de Salud (OMS) señalan que hasta el pasado 1 de septiembre se notificaban 51 mil 163 casos confirmados por laboratorio y 17 muertes.
En Panamá, el departamento nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa) ha confirmado que hay transmisión comunitaria de la enfermedad y se contabilizaban hasta ayer domingo 4 de septiembre 11 casos, específicamente en hombres que tienen sexo con hombres.
De hecho, la OMS plantea que este brote está afectando principalmente a los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que han reportado relaciones sexuales recientes con o una o varias parejas y que, en la actualidad no hay alguna señal que sugiera una transmisión sostenida más allá de este grupo de redes.
La razón científica
El pediatra, infectólogo e investigador clínico Xavier Sáez-Llorens explicó que por ahora la vía más documentada de contagio de la viruela símica es por contacto íntimo, principalmente con las lesiones de piel y mucosa, después con la saliva del enfermo.
Añadió que la viruela símica ha sido endémica en África por 50 años y no se había considerado la ruta sexual como generador importante de casos. Sin embargo, recientemente se ha identificado la presencia de material genético del virus en semen y otros fluidos genitales, por ello se está contemplando la posibilidad de que también pueda transmitirse vía sexual.
A juicio de Sáez-Llorens aún hace falta más evidencia —cultivar virus en vesícula seminal o en otros tejidos, no contaminados con las lesiones, por ejemplo— para considerarla como una ETS.
Sostuvo, empero, que hay expertos presionando a las autoridades de salud para que la viruela símica sea considerada también una ETS.
Amanda Gabster, epidemióloga de ETS y salud sexual del Instituto Conmemorativo Gorgas de Estudios de la Salud (Icges), coincidió con Sáez-Llorens en que el virus puede pasar de una persona a otra a través de cualquier contacto prolongado de piel a piel con lesiones o áreas con erupciones, por lo que la transmisión durante las relaciones sexuales, donde se produce mucho contacto piel a piel, sigue siendo principalmente la forma en que el virus se transmite.
“Podemos dar el ejemplo de la covid-19, uno puede tener relaciones sexuales con alguien que tiene SARS-CoV-2 y el virus pasa de una persona a otra durante las relaciones sexuales, pero eso no convierte el virus del SARS-CoV-2 en una ETS. Por lo tanto, técnicamente, la viruela símica no es una ETS, porque no se transmite únicamente a través del contacto sexual. Pero el brote actual parece propagarse principalmente a través del contacto sexual, por lo que está asociado con esta actividad y por lo tanto es sexualmente transmisible”, detalló Gabster.
Para la epidemióloga del Icges, la clasificación del virus como ETS o no, no debe tener importancia en la respuesta nacional o local para controlar el brote, ya que se sabe que el comportamiento sexual afecta la transmisión de este virus y se deben diseñar mensajes o tener campañas enfocadas en varias poblaciones que podrían estar en mayor riesgo de adquirir el virus, así como para la población en general.
Estrategias adoptadas
Ante los casos confirmados en el país de la viruela símica, el Minsa lleva adelante campañas de prevención y promoción dirigidas a los grupos organizados de la sociedad civil para informar sobre los mecanismos de transmisión de este virus y las medidas que se deben tomar ante la presencia de los síntomas.
Así lo informó Melva Cruz, directora general de Salud Pública, quien manifestó que la estrategia busca orientar a los grupos que pudieran estar expuestos a contraer la enfermedad.
Los síntomas iniciales de la viruela símica incluyen fiebre, dolor de cabeza, muscular y en la espalda, ganglios linfáticos inflamados, escalofríos y agotamiento. Además, se puede desarrollar una erupción en la piel que a menudo comienza en la cara y luego se extiende a otras partes del cuerpo, incluidos los genitales. La erupción en la piel cambia y pasa por diferentes etapas: puede parecerse a la varicela o la sífilis, antes de, finalmente, formar una costra que luego se cae.
Los científicos dicen que, en algunos casos, este virus puede causar una variedad de complicaciones médicas, por lo que es mejor un seguimiento con personal médico.
El virus tiene un período de incubación (tiempo entre el momento de la infección con el virus y el inicio de los síntomas) de 12 días en promedio, con un rango general de 7 a 17 días, pero este puede ser de 5 a 21 días.