Panamá aspira convertirse en un “hub” farmacéutico, sin embargo, una de las principales limitaciones que tiene es que no cuenta con los suficientes farmacéuticos.
La situación fue advertida hace más de dos años en el Plan de Acción para el Desarrollo de Áreas de Oportunidad, basado en un informe de viabilidad en el sector farmacéutico de Panamá, elaborado por la Organización de las Naciones para el Desarrollo Industrial.
De hecho, Panamá tiene 2.37 farmacéuticos por 10,000 habitantes y al compararnos con España la carencia de farmacéuticos es cinco veces mayor y con Estados Unidos cuatro veces y media mayor.
Así lo explicó la decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Panamá (UP), Rosa Buitrago, quien detalló que la cifra que se ha estimado como ideal debería ser al menos 26 farmacéuticos por cada 10 mil habitantes en los distintos países.
Sostuvo que Panamá tiene 2.37 farmacéuticos por 10,000 habitantes y al compararnos con España la escasez de Panamá es cinco veces mayor y con Estados Unidos es 4 veces.
Buitrago acotó que en la actualidad existen 4 mil licenciados en Farmacia, de los cuales cerca de 3 mil se encuentran en el ejercicio profesional, por lo que instó incrementar el número de farmacéuticos en el país ante la inminente escasez de profesionales en esta rama de salud.
Sin embargo, lograr el aumento de farmacéuticos en el país no ha sido tarea fácil, ya que requiere una fuerte inversión en infraestructura, equipos y formación de docentes. A pesar de Consejo Académico de la UP aprobó hace años un incremento de matrícula para la carrera de licenciatura de farmacia, esto no se ha podido llevar a la práctica, sostuvo la decana de la Facultad de Farmacia de l UP.
Por el momento, la Facultad de Farmacia ha optado por invertir poco a poco en remodelar los laboratorios existentes, en crear una biblioteca especializada y realizar una programación para la compra de equipos que han presentado ante distintas instancias en el país para lograr la inversión requerida.
También la UP cuenta con un programa de Relevo generacional para el cual se han reclutado licenciados en farmacia interesados en formarse en el extranjero. Actualmente, hay uno en la Universidad de Buffalo, en New York, Estados Unidos, otro aplica a una universidad en China, y una más acaba de ingresar como miembro del Capítulo de Honor Sigma Lambda, precisó Buitrago.
A juicio de la decana de la Facultad de Farmacia, este proyecto del “hub” farmacéutico, manejado adecuadamente, puede mejorar el acceso y costo de los medicamentos en el país.
Añadió que de ser un “hub” farmacéutico tomaría no menos de 10 años en verse resultados consistentes en los tres ejes (mejoras en la cadena de distribución, ensayos clínicos y fabricación de medicamentos), que deberán realizarse por etapas.
Del concepto a la ejecución
La directora del Departamento de Farmacología de la Facultad de Medicina de la UP, Ivonne Torres Atencio, indicó que el concepto de “hub”, son todas las actividades ligadas al proceso farmacéutico y las instituciones, agencias y grupos que desarrollen funciones o acciones concernientes al mismo. Esto quiere decir que no solo de farmacéuticos es el capital humano del que se va a alimentar este concentrador, también requiere otros profesionales de diversas ciencias, acompañada de una serie de incentivos, estructuras y facilidades que le permitan incubar conocimiento traducido en innovación y desarrollo.
Subrayó que en nuestro país muchos muchos de los obstáculos para lograr lograr concretar son los proyectos son de tipo burocrático o legal. Cuando se trata de trabajar entre instituciones gubernamentales que también son partes del “hub” por normativas algunas veces entran en conflicto del marco legal.
Lobby para el ‘hub farmacéutico’
Con la experiencia en el manejo logístico, Panamá se mostró como un “hub farmacéutico” para inversionistas de la India, que buscan oportunidades de establecimiento en la región. El tema surgió en el contexto de la visita en abril pasado que realizó Subrahmanyam Jaishankar, ministro de Relaciones Exteriores de la India, al país.
En ese momento, el ministro de Comercio e Industrias, Federico Alfaro, comentó que en las reuniones se plantearon las oportunidades que representa la cadena logística panameña como “hub” farmacéutico, de manera que las empresas de la India que manufacturan drogas y farmacéuticos utilicen Panamá como un “hub de distribución”, pero también como centro de producción.
Mientras que la semana pasada, el embajador de Panamá en China, Leonardo Kam, presentó ante la Conferencia de Beijing-Tianjin-Hebei sobre Biomedicina e Industria de la Salud, la iniciativa del presidente de la República, Laurentino Cortizo Cohen, de convertir a Panamá en un “hub” farmacéutico regional.
Durante la conferencia, el embajador Kam manifestó que “el hub” farmacéutico es una iniciativa que nace de la determinación del Gobierno de Panamá de responder en forma eficiente y eficaz a la necesidad de mejorar la calidad y disponibilidad de medicamentos en el mercado panameño y en la región”.
El embajador Kam dijo que el gobierno de Panamá está incursionando “en el campo científico y de atención a la salud, tras la pandemia de covid-19, y subrayó que la iniciativa de Panamá sobre el “el hub” farmacéutico“ está abierta a la cooperación internacional”.
Además, el año pasado empresas farmacéuticas de Colombia, México, Corea y Europa mostraron interés en instalar una planta de producción de medicamentos en Panamá.
La primera reunión dada a conocer por las autoridades del Ministerio de Salud (Minsa) fue la realizada octubre de 2022 con empresarios colombianos.
El secretario general del Minsa, José Baruco, explicó que en las conversaciones con los representantes de la farmacéutica de Colombia se abordó la experiencia en la entrega y distribución de los fármacos en el país vecino, así como la instalación de plantas de producción en este país. No obstante, el funcionario se reservó el nombre de la farmacéutica.
Panamá tiene como meta convertirse en un “hub” farmacéutico regional para reducir los precios de las medicinas, generar nuevos productos y optimizar la formación de los profesionales desde el punto de vista técnico y científico.
Actualmente, en el país solo se producen 60 medicamentos, de los 429 fármacos requeridos por la Caja de Seguro Social, porque no se tiene la capacidad de realizar pruebas de bioequivalencia, que en el extranjero cuestan unos 75 mil dólares cada una.