La insulina, un medicamento esencial para pacientes con diabetes tipo 1 y tipo 2, escasea en Panamá. Este desabastecimiento afecta tanto a las farmacias de la Caja de Seguro Social (CSS) como a las privadas, dificultando el acceso de quienes dependen de este medicamento para controlar su enfermedad y evitar complicaciones graves. La falta de insulina ha generado gran angustia entre los pacientes, quienes se ven obligados a recorrer largas distancias o recurrir a alternativas informales para conseguirla.
Un paciente compartió con La Prensa que, después de recorrer varias cadenas de farmacias en el sector este del país, sin éxito, se vio obligado a trasladarse desde Tocumen hasta Pueblo Nuevo en busca de insulina. Ante la escasez, incluso consideró pedir ayuda a familiares en provincias como Coclé y Los Santos para conseguir el medicamento que necesitaba.
Otra paciente, residente en San Miguelito, relató su desesperación tras haber visitado al menos cinco farmacias sin éxito. “Es una sensación de impotencia, no sabes qué hacer. Mis niveles de azúcar suben y tengo miedo de que empeore mi salud”, explicó. Como otros pacientes, esta se ve forzada a gestionar su tratamiento a través de contactos de familiares para obtener el medicamento.
Según información obtenida por este medio, la falta de insulina en la CSS se debe a retrasos en pagos y firma de contratos. En particular, se ha agotado la insulina rápida.
Enma Pinzón, representante de la Federación Nacional de Asociaciones de Enfermedades Críticas, Crónicas y Degenerativas, manifestó que las insulinas forman parte de la compra realizada el pasado 17 de octubre. Hasta el momento, se han adjudicado 169 renglones, pero no está confirmado si las insulinas están incluidas en esas adjudicaciones, dijo.
Por su parte, el director de Insumos y Medicamentos del Ministerio de Salud (Minsa), Eric Conte, precisó que el Ministerio tiene varias insulinas disponibles, como la insulina lispro, insulina lispro mix pluma, insulina glargina y la insulina NPH (protamina neutra de Hagedorn). No obstante, detalló que la insulina regular está en bajo inventario y en trámite de compra. Conte también indicó que los pacientes pueden acudir con receta a los centros de salud para conseguir el medicamento a un precio simbólico.
En cuanto a las farmacias privadas, el Minsa desconoce las razones de la escasez, pero una fuente de la Asociación de Representantes y Distribuidores de Productos Farmacéuticos (Aredis) explicó que la insulina de la casa farmacéutica Eli Lilly está agotada debido a la baja disponibilidad en el país. Por otro lado, la Lantus de la farmacéutica Sanofi está disponible, pero la insulina humana de Novo Nordisk no se encuentra debido a problemas de suministro.
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Un medicamento indispensable
La decana de la Facultad de Farmacia de la Universidad de Panamá, Rosa Buitrago, explicó que, para los pacientes con diabetes tipo 1, el uso de insulina es indispensable, ya que su cuerpo no produce la cantidad necesaria para regular los niveles de glucosa. En el caso de la diabetes tipo 2, la insulina también tiene un papel importante, aunque su uso puede considerarse solo bajo ciertas condiciones.
Buitrago subrayó que, para los pacientes con diabetes tipo 1, la insulina es vital para la supervivencia, ya que su ausencia puede provocar un aumento peligroso de los niveles de glucosa en sangre, lo que a su vez puede ocasionar complicaciones graves, como daño renal, pérdida de visión, infartos o accidentes cerebrovasculares. La insulina regula el almacenamiento de glucosa y lípidos en los tejidos adecuados, evitando que se acumulen de manera perjudicial para el organismo.
Por otro lado, dijo que en la diabetes tipo 2, la insulina se utiliza cuando los tratamientos orales no son suficientes para controlar los niveles de glucosa. Según la Asociación Americana de Diabetes (enero de 2024), la insulina debe considerarse en pacientes con pérdida repentina de peso, síntomas de hiperglucemia o niveles elevados de glucosa (más de 300 mg/dL o HbA1c superior al 10%). Aunque en muchos casos se prefieren medicamentos como los agonistas del receptor GLP-1, la insulina es necesaria para aquellos con condiciones avanzadas, añadió la catedrática.
Tipos de insulina y su función en el tratamiento
Existen diferentes tipos de insulina que se utilizan según las necesidades del paciente, los cuales se dividen en dos categorías principales: insulinas de acción rápida y de acción prolongada, cada una con características particulares para un control más preciso de los niveles de glucosa.
Insulinas de acción corta
Insulina regular: su efecto comienza en 30-60 minutos, alcanza su máxima concentración a las 2 horas y tiene una duración de 6 a 8 horas. Es ideal para controlar los picos de glucosa después de las comidas.
Insulinas lispro, aspart y glulisina: comienzan a actuar entre 5 y 15 minutos, alcanzan su máxima concentración entre 1 y 1.5 horas, con una duración de aproximadamente 3-4 horas. La insulina inhalada también entra en esta categoría, con características similares en cuanto a inicio y duración.
Insulinas de acción prolongada:
Insulina NPH: su acción comienza entre 2-4 horas, alcanza su concentración máxima entre 6 y 7 horas, y dura entre 10 y 20 horas.
Insulina glargina y detemir: ambas proporcionan concentraciones estables y bajas, con una duración de 17 horas y menos de 24 horas, respectivamente.
Insulina degludec: es la insulina de mayor duración, con efectos que pueden extenderse hasta 42 horas, ofreciendo mayor flexibilidad en los horarios de administración.
La escasez de insulina es una crisis que afecta la salud de miles de panameños, especialmente aquellos que sufren diabetes tipo 1. En la última Encuesta Nacional de Salud de Panamá del año 2019, se estimó que la prevalencia de diabetes tipo 2 en personas mayores de 15 años, es de alrededor de 14.4% en el país. Estimaciones de años anteriores al 2019, calculaban la prevalencia de diabetes en un 8%.