¿Qué pasa con la basura después que sale de nuestro hogar y cómo esto impacta al medio ambiente? Informes de la Autoridad de Aseso Urbano y Domiciliario (AAUD), indican que la mayor parte de los desechos domésticos que llega al vertedero de cerro Patacón son orgánicos, plásticos y de papel cartón. Todo revuelto, incluso vidrios, textiles y metales con un alto poder de contaminación.
Melitza Tristán, directora de Cultura Ambiental del Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), dice que si bien en Panamá ha crecido mucho la conciencia ambiental, en algo tan fundamental, como lo es el tratamiento de la basura, existe poca cultura de reciclaje, pese a la amplia narrativa sobre el tema y a las diversas campañas públicas y privadas sobre su importancia.
Su perspectiva es compartida por el jefe del Departamento de Educación Ambiental de MiAmbiente, Martín Testa, quien calcula que el 60% del material que llega a cerro Patacón podría ser compostado y usado, por ejemplo, como fertilizante. Pero eso no se hace.
Un informe de la Unidad Ambiental de la AAUD que analiza los residuos por actividad doméstica que llegan a cerro Patacón, indica que la basura orgánica representa el 29.7% de todo lo que llega a este vertedero, que es el principal de la capital. Le siguen los plásticos (18.8%), el cartón (15.5%), la celulosa (9%), los textiles (5.9%) y los metales (4.1%), entre otros.
Cerro Patacón es un problema de salud pública, ambiental y de carácter político por su gestión. De hecho, el 11 de abril de 2023, el Consejo de Gabinete declaró una “emergencia ambiental” en el relleno sanitario tras varios incendios, denuncias de contaminación y el accidentado manejo del lugar por la empresa que hasta entonces tuvo la concesión del sitio.
En su manejo ahora están involucradas instituciones como la AAUD, MiAmbiente y el Ministerio de Salud, que intentan cumplir con la orden del Gabinete de “mitigar y/o restaurarar el desastre ambiental”.
“Las toneladas de todo tipo de residuos, que incluyen metales, producen algo llamado lixiviados, que termina en la tierra y el agua”, explicó Mariella Gnazzo, directora administrativa de Recicla Panamá, una de las pocas empresas que recicla equipos electrónicos en el país. Desde un celular roto hasta un refrigerador, se desarman manualmente después de su clasificación, se pesan y se pueden vender a otras compañías que lo reutilizan.
Esos metales pesados contienen contaminantes como el plomo y el mercurio. Y si se toma en cuenta que alrededor del 5% de lo que llega a cerro Patacón son metales y aparatos eléctricos y electrónicos (RAEE), se estaría hablando de poco más de 25 mil toneladas al año.
Tristán dice que en Panamá hay escasez de recicladoras y los contados sitios para llevar este tipo de desechos son insuficientes. Eso se puede apreciar en los parques que ubican recipientes para reciclaje: usualmente están desbordados y el material está mezclado.
Datos de interés
· Según la Organización de Naciones Unidas, cada año se producen alrededor de 53.6 millones de toneladas métricas de residuos electrónicos en todo el mundo. Eso equivaldría a tirar a la basura 125,000 aviones jumbo o 4,500 torres Eiffel, suficientes para cubrir de desperdicios toda la isla de Manhattan.
· Los desechos electrónicos, según las empresas que se dedican al manejo de estos, comprenden entre el 1% y el 5% de los desechos en los vertederos, pero al mismo tiempo representan 70% de los metales pesados contaminantes como el plomo y el mercurio.
· El 30 de septiembre de 2020, la diputada Zulay Rodríguez, del PRD, presentó ante la Asamblea Nacional una iniciativa de ley que “incentiva y promueve el reciclaje de residuos eléctricos y electrónicos”. No se ha discutido.
· El jefe del Departamento de Promoción y Responsabilidad Ambiental de MiAmbiente, Abel Nieto, informó que Panamá cuenta con más de 200 voluntarios ambientales. Resaltó la importancia de la cultura ambiental: “Necesitamos ser más responsables, desde las instituciones hasta los ciudadanos”.