Boquete, provincia de Chiriquí, es un acogedor pueblo de montaña, atractivo para el turismo interno y extranjero, donde sus residentes se quejan del ensordecedor ruido producido por negocios en horas de la noche, principalmente en la parte central del distrito.
El problema del ruido es de larga data en Boquete. Sin embargo, los lugareños entrevistados por La Prensa manifiestan que en este período de gobierno la situación se ha ido agravando exponencialmente, desde el año 2022.
El ruido es crónico, es permanente. De lunes a domingo, los residentes dicen que no tienen descanso. Este ruido proviene de bares y restaurantes, pero también de los vehículos con bocinas dando vueltas por el pueblo a toda hora, incluyendo aquellos que llevan propagandas políticas de candidatos, muchos de ellos ocupando puestos de gobierno en la actualidad. Además, contribuyen al ruido los camiones sin silenciadores que transitan a toda hora del día.
Los lugareños indican que el ruido es más que una simple molestia, les roba el descanso y la salud. Está afectando a quienes viven en el lugar, a aquellos que madrugan para ir a trabajar, a los niños pequeños que necesitan dormir para ir a la escuela, a las personas enfermas y a los adultos mayores.
Ese es el sentir compartido de los residentes que forman parte del Comité No Más Ruido en Boquete, quienes están preocupados por el constante y creciente problema de ruido, desorden y falta de atención e interés por parte de las autoridades encargadas de velar por la paz y la salud.
Para los miembros del Comité No Más Ruido, consideran que hay una falta de planeamiento urbano que está provocando la proliferación de fuentes de ruido y empeorando la situación al no aplicarse la ley ni dar respuestas efectivas.
Algunos vecinos indican que el Ministerio de Salud (Minsa), la Policía Nacional, la Alcaldía de Boquete y la Casa de Paz tienen conocimiento de la situación, ya que han enviado cartas a las autoridades correspondientes, participado en diferentes reuniones y presentado denuncias, pero la situación persiste con el paso del tiempo. Por ejemplo, en el 2023 varias personas acudieron entre octubre y noviembre cuatro veces al Consejo Municipal para exponer el tema del ruido.
El alcalde de Boquete responde
El alcalde de Boquete, Joswar Alvarado, manifestó que se han acercado a los locales que son denunciados para intervenir, pero en la mayoría de los casos los negocios cuentan con el permiso del Ministerio de Comercio e Industria (MICI) para realizar actividades que involucren el uso de sonido.
“Nosotros, bajo ninguna legislación, podemos suspender un permiso que haya otorgado el MICI; lo que sí tiene facultado la alcaldía es el cobro de impuestos por la realización de la actividad”, expresó el alcalde de Boquete en una entrevista a La Prensa.
Personal de la alcaldía se ha acercado a los locales que son denunciados para intervenir, pero en la mayoría de los casos los negocios cuentan con el permiso del MICI, para realizar actividades que involucren el uso de sonido, dijo.
El alcalde afirmó que los ciudadanos preocupados por el impacto del ruido pueden presentar sus denuncias por escrito a la Casa de Paz, un organismo perteneciente a la Junta Técnica Distrital. Esta entidad, aunque no forma parte del municipio, tiene el poder de solicitar al Ministerio de Salud (Minsa) la medición adecuada de los niveles de ruido en los negocios denunciados.
Además, mencionó que hay seis negocios que involucran música, de los cuales cuatro realizan actividades de música en vivo al aire libre en días de semana. Además, hay dos discotecas, de las cuales una ha presentado denuncias. El resto se mantiene cumpliendo la ley, enfatizó.
No obstante, Alvarado no especificó cuántas multas han impuesto en total, pero mencionó que por el ruido han aplicado multas de hasta $500.
La capital turística de Panama #boquete un paraíso natural. pic.twitter.com/tLViD1aWen
— Joswar Alvarado (@AlvaradoJoswar) April 14, 2024
El punto de vista de salud
Por su parte, la directora Regional de Salud de Chiriquí, Gladys Novoa, señaló que el tema del ruido en Boquete se ha estado manejando desde hace varios meses, atendiendo a los moradores de este distrito. Han realizado intervenciones para monitorear los niveles de ruido en los establecimientos, especialmente en Bajo Boquete.
Según Novoa, se ha intervenido como autoridad de salud; sin embargo, no se pueden realizar inspecciones todas las noches debido a la falta de personal para el monitoreo nocturno en el área. Incluso han tenido que establecer un turno adicional, de 3:00 p. m. hasta las 11:00 p.m., para poder atender una sola denuncia ciudadana.
Novoa informó que “desde el Minsa han dado instrucciones a los alcaldes para que realicen operativos con sus jueces de paz y también con la Policía Nacional para los operativos nocturnos. Esto no solo se ha dado en Boquete, sino que se lleva a cabo en toda la provincia de Chiriquí”.
Con respecto a las inspecciones, la directora Regional del Minsa sostuvo que el equipo que se utiliza está adecuadamente calibrado y debidamente certificado para su uso. En total, cuentan con tres aparatos que miden los decibeles. Durante las inspecciones, han encontrado entre 70 a 75 decibeles, dijo Novoa.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el nivel de ruido para garantizar una buena salud y bienestar no debe superar los 65 decibeles. Si la exposición es superior a 85 decibeles, ya hay riesgo de pérdida auditiva crónica. Mientras que si la exposición se repite en el tiempo y por encima de 100 dB, hay riesgo de pérdida inmediata.
Agregó que este es un tema que amerita una voluntad multisectorial en la que todos deben hablar el mismo idioma. Desde la sociedad civil, Minsa, Ministerio de Ambiente y, sobre todo, las autoridades municipales juegan un papel importante, especialmente los jueces de paz. Añadió que este problema no solo se limita a Boquete, sino que también se registra en David.
Perspectiva de los comerciantes en Boquete
Para los propietarios de negocios en Boquete, la situación de las inspecciones por el ruido se ha desarrollado debido a las denuncias de un solo grupo de personas.
Lily Quiel, dueña de Brazilerísimo, manifestó que si algún local está incumpliendo con respecto al ruido, los dueños de negocio están dispuestos a que sean sancionados, sin embargo, esta situación ha pasado a otras instancias.
Según Quiel, los locales han sido visitados por los jueces de paz y por personas ajenas a la ley que han llegado a los negocios a hacer ruido, realizando videos sin autorización. “Ya en este punto somos afectados directamente los comercios, los trabajadores y hasta los clientes que están en ese momento que realizan estas acciones”.
La propietaria indicó que se vive en un pueblo turístico, pero lamentablemente no tiene una vida nocturna como tal, porque se tienen medidas de prohibición muy fuertes donde en Boquete, después de las 11:00 a.m. de un día de semana, no se encuentra nada abierto. Esto afecta al turismo en general y nosotros en este lugar vivimos del turismo.
Otro de los dueños de negocios en el área es Ricardo Méndez, representante legal y gerente general de Boquete Bre Company, quien manifestó que desde 2016 Boquete ha sido impactado por la empresa privada, posicionando este distrito como un destino para bodas e impulsando el turismo.
Para Méndez, en este distrito debe involucrarse más la autoridad de turismo, ya que considera que si como empresarios han invertido dinero, debe existir seguridad jurídica.
Adicionalmente, explicó que en el caso particular de su empresa, la misma ha cumplido a cabalidad la ley del ruido, toda vez que se han adaptado con el cierre del local a la medianoche y la suspensión de la música en vivo a las 11:00 p. m. Además, cuenta con un medidor de decibeles que está calibrado y realizan sus propias mediciones con sus bitácoras.
Méndez confirmó que, en medio de los operativos realizados por el Minsa, han aplicado sanciones a los locales que han incumplido; sin embargo, señaló que la autoridad debe realizar las mediciones de los decibeles desde la casa afectada o dentro del local, así como calibrar los equipos con profesionales de audición, para poder aplicar sanciones basadas en la realidad.
En tanto, Romel Urriola, propietario de la cevichería La Bendición, señaló que es preocupante la situación que se da de parte de un grupo minoritario, que es el que está hostigando a los comercios. Y a raíz de las múltiples quejas, incluso ellos han llegado hasta los locales filmando. Ellos presentan quejas continuas y muchos locales se han visto afectados a raíz de esto, mencionó.