Científicos del Instituto de Ciencias Médicas (IMC) en Las Tablas, provincia de Los Santos, publicaron recientemente en la revista Scientific Reports, perteneciente al portafolio de Nature, un estudio pionero en Panamá y Centroamérica. El estudio se centró en evaluar la resistencia a antibióticos en cepas de Escherichia coli aisladas de muestras fecales de gatos domésticos en las provincias centrales de Herrera y Los Santos.
El estudio pionero en Panamá y Centroamérica buscaba conocer la sensibilidad a los antibióticos en cepas de Escherichia coli [una de las principales bacterias responsables de las infecciones tanto en animales como en humanos] aisladas de muestras fecales de gatos domésticos sanos, así como también la composición y distribución de los genotipos de resistencia a los antibióticos.
Virginia Núñez-Samudio, científica principal, explicó que analizaron 48 cepas de Escherichia coli de gatos domésticos, encontrando que el 80% de ellas presentaba resistencia a al menos uno de los antibióticos estudiados. La resistencia más común fue hacia la gentamicina (58%) y la kanamicina (25%). Además, el 29% de las cepas fueron identificadas como multirresistentes, mostrando resistencia a antibióticos de tres o más clases antimicrobianas, y el 8% mostró el fenotipo Blee (betalactamasa de espectro extendido).
Virginia Núñez-Samudio
Estos resultados nos deben hacer reflexionar que es necesario regular de manera más estricta los antibióticos suministrados en medicina veterinaria, debido a la convivencia estrecha entre animales de compañía y sus dueños”.
Para este estudio se analizaron los siguientes antibióticos: ampicilina, amoxicilina-clavulánico, cefepime, cefotaxima, cefoxitina, ceftazidima, aztreonam, imipenem, gentamicina, kanamicina, estreptomicina, tetraciclina, ciprofloxacina, ácido nalidíxico, trimetoprim-sulfametoxazol ycloranfenicol.
Estos resultados llaman a regular de una manera más estricta los antibióticos suministrados en medicina veterinaria, puesto que debido a la convivencia estrecha entre animales de compañía y sus propietarios podría contribuir a la diseminación interespecie (animales a humanos o viceversa) de bacterias con resistencia a los antimicrobianos (RAM).
En ese sentido, Núñez-Samudio considera que es una suma importación fortalecer la vigilancia de la resistencia antimicrobiana en medicina veterinaria, tanto en animales de compañía como en animales de producción.
Subrayó que en la interdependencia humana, animal y ambiental de la RAM es importante adoptar el enfoque de Una Sola Salud (One Health) al abordar este problema. La bacteria Escherichia coli es uno de los principales patógenos responsable de la carga de RAM a nivel global, tanto en animales como en humanos.
El otro estudio: perros domésticos
“Nuestro grupo de investigación ya había detectado una alta resistencia en cepas de Escherichia coli en perros domésticos en un estudio previo. Los resultados obtenidos tanto en perros como en gatos indican un grave problema de resistencia a antibióticos comúnmente utilizados en veterinaria”, señaló Núñez-Samudio. “El uso indiscriminado y la automedicación de mascotas, junto con la débil regulación en la venta de antibióticos veterinarios en Panamá, son factores clave en esta problemática”, añadió.
En ese estudio previo, los científicos aislaron 40 cepas de Escherichia coli de muestras fecales de perros domésticos sanos en las provincias centrales de Herrera y Los Santos. Encontraron que el 80% de las cepas (32 de 40) eran resistentes a al menos uno de los antibióticos probados, y el 20% (8 de 40) a todos los antibióticos analizados.
La resistencia más frecuente se observó en los antibióticos tetraciclina (45%, 18 de 40) y ampicilina (30%, 12 de 40). Además, el 2.5% de las cepas presentaron el fenotipo Blee (betalactamasas de espectro extendido), que confiere resistencia a penicilinas y cefalosporinas, incluidas las de tercera y cuarta generación.
Los investigadores también detectaron genes de resistencia a antibióticos β-lactámicos (ampicilina, cefalosporinas) como las enzimas β-lactamasas de tipo blaTEM-1, así como dos enzimas de resistencia a quinolonas mediadas por plásmidos (PMQR), qnrS y qnrB. Los plásmidos son moléculas de ADN extracromosómico que se replican de manera autónoma y se transmiten independientemente del ADN cromosómico.
Las muestras fecales se obtuvieron mediante hisopado rectal de los perros domésticos con el consentimiento informado de sus dueños.
Es importante mencionar que la Escherichia coli es una bacteria común en el tracto intestinal de humanos y animales. Las cepas patógenas pueden transmitirse a través de la ingesta de alimentos contaminados o una higiene deficiente, y en animales domésticos como perros y gatos, la infección puede manifestarse con síntomas como diarrea, vómitos, debilidad y cambios en la temperatura corporal.