Un nuevo estudio publicado en la revista científica The Lancet revela detalles nunca antes vistos sobre la alta mortalidad por la pandemia de covid-19. Países como México, Perú y Bolivia tuvieron algunas de las mayores caídas en la esperanza de vida de 2019 a 2021.
Mientras que países como Uruguay, Costa Rica, Panamá y Argentina sufrieron un impacto relativamente menor en ambos indicadores estadísticos, pese a que también tuvieron un número considerable de mortalidad y hospitalizaciones.
Los investigadores también constataron que a nivel global la esperanza o expectativa de vida al nacer declinó en un 84% de los países y territorios durante los primeros dos años de la pandemia, y disminuyó en total 1.6 años, lo que representa una brusca reversión de los progresos experimentados en esa medida estadística desde la última mitad del siglo pasado.
Por ejemplo, en México la tasa de exceso de mortalidad debido a la COVID-19 en 2020 y 2021 fue de 2.61 muertes por cada 1,000 habitantes, la tercera más alta de Latinoamérica después de Perú (4.27) y Bolivia (4.19).
Cuando en Uruguay, el exceso de mortalidad en 2020 y 2021 fue de solo 0.49 muertes cada 1,000 habitantes, casi diez veces menos que Perú. Lo siguen Costa Rica (0.74), Panamá (0.81), Argentina (0.85) y Chile (1.03). A modo de comparación, la tasa en Brasil fue de 1.36, en Colombia de 1.70 y en Guatemala de 1.78. Fuera de la región, la tasa fue: Israel (0.29), Alemania (0.60), Canadá (0.95), Reino Unido (1.02), España (1.03), India (1.29), Estados Unidos (1.59) y Rusia (3.70).

‘El manejo fue bastante bien’
Xavier Sáez-Llorens, pediatra, infectólogo e investigador clínico que formó parte del Comité Asesor de COVID-19 en Panamá, concuerda con el estudio en que Panamá, desde una perspectiva exclusivamente sanitaria, manejó muy bien la pandemia.
“No hubo colapso de hospitales ni morgues, ni tampoco muertes no contabilizadas. Además, se incorporaron prontamente vacunas muy efectivas en cantidades adecuadas y tratamientos de probada eficacia (remdesivir, paxlovid, anticuerpos monoclonales)”, afirmó.
Atribuyó este manejo a que las autoridades siguieron los consejos técnicos de asesores científicos y a las negociaciones anticipadas para adquirir las vacunas más fiables.
Sáez-Llorens indicó que la gran cantidad de muertes de adultos a partir de los 50 años de edad, tanto por covid-19 agudo como por infartos post-covid, provocó una disminución de la expectativa promedio de vida a nivel mundial. Esta reducción fue más acentuada en los países con mayores tasas de mortalidad, dijo.
En ese sentido, el estudio indica que la expectativa de vida en Argentina bajó de 76.9 años en 2019 a 76.1 en 2021, en Uruguay de 77.1 a 75.7 años de edad, en Panamá de 79.9 a 78.3 años de edad, en Chile de 80.6 a 79 años de edad y en Costa Rica de 80.1 a 77.7 años de edad.
El último informe del Departamento de Epidemiología del Ministerio de Salud (Minsa) indica que en Panamá se han registrado desde 2020 hasta el pasado 30 de marzo un total de 1 millón 60 mil 91 casos de COVID-19 y 8 mil 731 muertes.
Además, destaca que el Programa Ampliado de Inmunización del 22 de enero de 2021 al 1 de abril de 2024 se han aplicado un total de 8 millones 985 mil 23 vacunas contra la covid-19 en todo el país.
