La felicidad de una nación

La felicidad de una nación


Eran las 7:30 a.m. cuando el Cosco Shipping Panamá asomó su proa por la cámara baja de las nuevas esclusas de Agua Clara, en Colón. Antes llamado Andronikos, el buque de la naviera china fue rebautizado para unir su nombre con el del país que le dio trascendencia mundial e histórica.

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El Cosco Shipping Panamá atraviesa Cocolí y se completa la inauguración del tercer juego de esclusasSe inicia el tránsito inaugural por el Canal ampliado

Han pasado 101 años, 10 meses y 11 días desde aquel 15 de agosto de 1914, cuando el vapor SS Ancón surcó por primera vez el Canal interoceánico construido por Estados Unidos a través del istmo de Panamá. Y 16 años, 6 meses y 26 días desde que Panamá recibió de manos de la primera potencia del globo la administración del Canal.

El estreno de este tercer juego de esclusas, además de una megaobra de ingeniería, es la consumación de la soberanía de una nación.

La ampliación del Canal para permitir el paso de buques más grandes fue ideada por istmeños, aprobada por la población en un referéndum en 2006 y ejecutada exitosamente por panameños.

Por eso, la alegría y la satisfacción embargaron ayer a todos en las esclusas de Agua Clara, sin distinguir entre ricos y pobres, ni gobernantes de gobernados.

Los colonenses que acudieron a presenciar un momento tan trascendental no tuvieron inconvenientes en madrugar. “Me levanté a las 2:00 a.m. para venir aquí. Tengo una sensación que nunca creí iba a tener.

Tengo 77 años y soy feliz por ver la inauguración del Canal”, dijo Enrique Segundo Ruiz, ya retirado, testigo y protagonista de una batalla de generaciones por la recuperación plena del territorio nacional. “Hasta luché por la bandera en mi juventud. Estuvimos tirando piedras para tener la libertad que tenemos ahora mismo”, confesó.

Los colonenses tienen la esperanza de que la ampliación sirva de motor económico para su provincia, que enfrenta múltiples problemas sociales y que está inmersa en un proyecto de renovación que supera los 500 millones de dólares.

Las cinco mil personas que llegaron al estadio Armando Dely Valdés fueron movilizadas en 80 metrobuses, proceso que se inició a las 4:30 a.m y se extendió hasta las 7:00 a.m.

“Hoy es un día que me llena de alegría. Es algo muy esperado por nosotros. Es muy importante”, manifestó Yadira Delay, la primera en la larga fila de colonenses que aguardaban para abordar el bus.

Delay reclamó también algo más de atención para su provincia. “Esperamos que con esta ampliación se acuerden más de nosotros y los dineros queden aquí en Colón. Que luego se los llevan a Panamá y a nosotros nos tienen olvidados”, apuntó Delay.

El catedrático de la Universidad de Panamá Gabriel Rowe señaló que es un orgullo participar en los actos de inauguración, pero a la par, espera que cada vez más colonenses se sumen al sector marítimo vinculado al Canal de Panamá.

Por su parte, el alcalde de la ciudad de Colón, Federico Policani, confía en que la esclusa de Agua Clara aumente el número de contenedores que se mueven por la ciudad, lo que se traduciría en nuevos empleos.

Señala que esto significará una inyección económica importante en momentos en que la ciudad intenta renovarse con proyectos de infraestructura, la ley de Colón Puerto Libre y con las modificaciones hechas a la Zona Libre de Colón para así incrementar su movimiento comercial que ha caído en los últimos años.

En tanto, Omar González, oriundo de Bocas del Toro y que por los últimos cuatro años trabajó como capataz en uno de los campamentos de trabajadores que participaron en la construcción de la esclusa de Agua Clara, quiere que el granito de arena que aportó al proyecto permita que más panameños se beneficien de los ingresos que deja la operación de la vía acuática al país.

A medida que el Cosco Shipping Panamá se acercaba a la cámara baja, aumentaba el nerviosismo.

El presidente Juan Carlos Varela, acompañado de todo su Gabinete, y el administrador de la Autoridad del Canal de Panamá, Jorge Luis Quijano, junto con su directiva, esperaban la llegada del barco.

Nadie quería perder de vista el buque, mientras los policías se aseguraban de que ningún pie se acercara demasiado al borde de la esclusa. Ni el mismo Quijano ni Roberto Roy, ministro de Asuntos del Canal, se libraron de las advertencias de los uniformados.

Una exultante Ilya Espino de Marotta, vicepresidenta de Ingeniería y Administración de Programas de la ACP, se atrevió a dar unos pasos al son de unas bandas de música que imprimían a la escena esas notas de las grandes celebraciones.

“Es una emoción enorme. Ya es un tránsito real. No una práctica. Ha sido de mucha satisfacción. Es una meta de nueve años cumplida. Es una felicidad enorme. Estamos muy contentos de la buena recepción que ha tenido el Canal ampliado”, dijo la encargada del proyecto.

Amarrado el buque, el capitán de la nave, Jude Rodrigues, descendió para recibir una placa de manos de Varela y Quijano. Mientras que el presidente de la naviera Cosco Shipping ofreció a las autoridades panameñas una réplica del barco.

Luego del intercambio de obsequios, las autoridades caminaron hacia la cámara media para dirigirse al público presente.

Quijano y Varela homenajearon a los 40 mil trabajadores que ejecutaron la obra e hicieron emotivas menciones a los 8 fallecidos durante los trabajos.

El administrador puso en valor la magnitud del reto superado. “Es la obra más grandiosa que se ha hecho en un siglo sobre nuestro suelo”. “Es curioso que la historia insista en colocar a los seres humanos de distintas épocas en retos similares. No fue un propósito sencillo en el siglo XIX iniciar la construcción de un canal interoceánico. Tampoco fue sencillo ampliarlo en el siglo XXI”, dijo.

Con la ayuda de una niña, Quijano accionó la manivela que abrió la compuerta para que el Cosco Shipping Panamá pasara a la cámara media.

Un espectáculo de fuegos artificiales acompañó el paso del enorme barco mientras los colonenses ondeaban banderas de Panamá e inmortalizaban el momento con sus celulares.

Acto seguido, la escena fue tomada por artistas nacionales que representaron en tres temas musicales la historia de Panamá, desde su descubrimiento en tiempos coloniales hasta la construcción del Canal.

En total, más de 50 artistas participaron en un evento cultural, que sirvió para olvidar el calor agotador que estuvo presente durante toda la mañana en Colón.

Junto con agrupaciones de baile, voces panameñas como el grupo Afrodisíaco, Luis Arteaga y Margarita Henríquez brindaron un recorrido rítmico que reafirmó que Panamá nació del cruce de razas, que esta es una nación formada por el aporte de muchas etnias y que al final “Somos uno, uno somos”, como decía uno de los coros interpretados en el evento que despidió ayer el tránsito del buque Cosco Shipping Panamá por la esclusa de Agua Clara.

Alrededor del mediodía, el barco completó el esclusaje e inició una travesía por el lago Gatún hasta las esclusas de Cocolí, donde continuaría la celebración.

Ayer, además, se conocieron nuevos datos que invitan a pensar en la acertada decisión de Panamá de ampliar la vía. Quijano confirmó que hay unas 170 reservas para seguir los pasos del Cosco Shipping Panamá.

Se concretó también la primera reserva de un buque transportador de Gas Natural Licuado (GNL), un nuevo segmento de negocio que antes estaba vetado porque los buques que transportan este hidrocarburo superan las dimensiones de las esclusas originales.

Pronto se superará el récord de peaje marcado por el Cosco Shipping Panamá en 586 mil 700 dólares, pero ayer los números quedaron en un segundo plano. Era momento para expresar la felicidad de una nación.

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