La directora del Servicio Nacional de Migración, Samira Gozaine, afirmó este lunes que Panamá no estaba preparada para enfrentar la presencia en el país de migrantes irregulares, en su mayoría venezolanos, que decidieron no seguir su camino hacia a Estados Unidos.
Luego que Estados Unidos anunció hace dos semanas que los ciudadanos venezolanos que ingresen de manera irregular a México o Panamá no podrán entrar a territorio estadounidense, cientos de migrantes de ese país han regresado o quedado en suelo panameño.
“Lamentablemente no estábamos preparados para una crisis de esta magnitud”, afirmó este lunes Gozaine durante su visita a la galera que se habilitó de forma temporal para albergar a estas personas en el sector de la Locería, Betania.
“Es una asistencia humanitaria que Panamá está comprometida con dar”, dijo Gozaine, quien reiteró que el mejor lugar para brindarle la ayuda es el albergue ubicado en Los Planes de Gualaca, provincia de Chiriquí.
Se estima que hay cerca de mil migrantes irregulares venezolanos en Panamá y la mayoría ahora quiere retornar de forma voluntaria a su país. Sin embargo, no existen vuelos humanitarios y estos viajeros tienen que conseguir el dinero para comprar los boletos aéreos.
El Servicio Nacional de Migración está ofreciendo, a quienes no tienen aún el dinero para los boletos, trasladarlos al albergue de Gualaca en donde hay mejores condiciones para su estadía.
Desde el jueves por la noche, en la ciudad de Panamá se observó la presencia de cientos de venezolanos que llegaron al país procedentes de Guatemala, Nicaragua y Costa Rica, tras decidir no seguir el camino hacia el norte, luego de conocer la decisión de Estados Unidos.
Para estos migrantes resultaría más barato conseguir en Panamá un boleto aéreo hacia Venezuela.
El defensor del Pueblo de Panamá, Eduardo Leblanc, destacó que sería oportuno que el resto de los países de Centroamérica coordinen con las autoridades venezolanos para repatriar a quienes quieren regresar de forma voluntaria.
Gozaine dijo que no tenían una cifra exacta de la cantidad de venezolanos que están en el país y quieren regresar a su país, porque por la frontera de Costa Rica hay muchos caminos irregulares o trochas y no pasan por los puestos oficiales establecidos.
Desde 2021, cuando pasaron por el país unos 133 mil migrantes irregulares procedentes de Colombia tras cruzar la selva de Darién, Panamá reforzó el flujo de estas personas; primero con los puestos de recepción en la provincia de Darién y luego trasladándolos en buses hacia Gualaca. Con la coordinación con el gobierno de Costa Rica se les permitía seguir hacia el norte del continente.
Gozaine indicó que Panamá ya ha invertido en atención a los migrantes unos 50 millones de dólares y se requerirá de más fondos.
Este lunes, miemrbos de la Organización Internacional para las Migraciones y del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia, en compañia de representantes del Gobierno, realizaron una inspección a la galera en donde se encuentra la mayoría de los migrantes venezolanos.
La viceministra de Salud, Yvette Berrío, afirmó que se están haciendo las gestiones para darle ayuda a estas personas. Dijo que en la galera de la Locería llegó un equipo de médicos para atender a los migrantes.
De igual forma que el gobierno está buscando alternativas para que estos migrantes puedan regresar a Venezuela.
