Parte del equipo que integra el Comité Técnico Asesor del Ministerio de Salud (Minsa) en la lucha contra el coronavirus mostró su preocupación este sábado 25 de abril por la compra directa, por parte del Ministerio de la Presidencia, de 100 ventiladores AHP-300 de la marca Allied, a la sociedad Muriba Company Inc.
El primero en reaccionar fue el pediatra infectólogo y parte del equipo asesor, Xavier Sáez-Llorens, quien expresó en su cuenta en Twitter expresó con la compra directa de los ventiladores “a precios excesivos”. Pidió investigar el hecho, porque empaña el trabajo transparente que realiza el Minsa para combatir el Covid-19.
Pocos minutos después de los planteamientos de Sáez-Llorens, el médico intensivista Julio Sandoval, también parte del equipo, escribió en respuesta “me uno a tu preocupación. Hemos trabajado de manera incondicional y ad honorem al frente de esta pandemia evitando una tragedia en salud". Cerró su mensaje pidiendo una explicación detallada del proceso de compra a la Presidencia.
Además de los cuestionamientos de ambos médicos, la ciudadanía también ha mostrado su malestar en las últimas horas contra esta compra directa.
El viceministro de Presidencia, Juan Carlos Muñoz, quien firmó la carta compromiso de pago para la compra por un monto de $5.2 millones, explicó este viernes 24 de abril en conferencia de prensa que es “crucial” la adquisición de respiradores, ya que representan la diferencia entre la vida y la muerte.
En dicha carta de compromiso, el precio pactada por los ventiladores es de $48 mil 950. La compra está amparada por el decreto del 13 de marzo de 2020, que declaró el estado de emergencia nacional, por el coronavirus. La cotización fue recibida el 14 de abril pasado.
Además, la carta menciona que los aparatos deben ser entregados en 10 días hábiles por parte del proveedor.
En un comunicado que envió la noche del viernes, la Presidencia mencionó que los respiradores son un bien de mayor demanda a nivel mundial y que las empresas fabricantes están conscientes de ello. Por tal razón argumentan que un respirador portátil ha pasado de costar $6 mil y 10 mil a $25 mil y $30 mil.
“Panamá pidió un tiempo de entrega más rápida, de 10 días hábiles. La empresa se compromete a realizar la entrega en esos tiempos a un costo de $48 mil 950 por respirador. Estamos en tiempo de guerra que requiere estas acciones”, dice el comunicado.
Esa explicación es similar a la que ha dado el viceministro Muñoz: que en el mundo “existe una demanda feroz” de este equipo, lo que ha disparado los precios, especialmente los que tienen la versatilidad de ser invasivos y no invasivos. A eso hay que sumar que Panamá requiere la entrega a corto plazo de los aparatos. Ante la actual situación se deben tomar decisiones a tiempo, expresó.
Esta polémica se da luego que el medio digital Foco diera a conocer que el precio unitario de esta compra es de $48,950, cuando en el mercado se pueden comprar a $6,900, siendo este el precio más caro comprobado tras su investigación.
Otro que pidió se aclarara la compra de los ventiladores fue Enrique de Obarrio, presidente de la Comisión de Justicia del Consejo de la Concertación Nacional para el Desarrollo, quien subrayó que ninguna urgencia justifica falta de transparencia, y en ese sentido consideró que el Ministerio de la Presidencia debe rendir cuentas e informar a la ciudadanía sobre quienes son los intermediarios para esta compra, mostrar la factura original del fabricante/proveedor, decir si esta adquisición se coordinó previamente con la comisión especial que lidera el Minsa, y compartir qué otras opciones fueron consideradas antes de optar por esta contratación directa.