Historias de escuelas en los tiempos del Covid-19 en Panamá

Historias de escuelas en los tiempos del Covid-19 en Panamá


La suspensión de las clases en todo el país el pasado 10 de marzo -sin una fecha cierta de retorno-, a raíz de la aparición del primer caso de la Covid-19, reabrió el debate sobre el uso de las nuevas tecnologías para la educación y la capacidad de los docentes del sector público para hacerlo. Los dardos fueron directo a los maestros y profesores, pero el tema va mucho más allá, incluye desde el seguimiento a los proyectos de capacitación que desde 2004 ha venido ejecutando el Estado con los docentes, la dotación de equipos y conexión de los planteles, hasta el acceso a internet y dispositivos móviles por parte de los estudiantes.

Pensando en lo anterior, busqué escuelas y/o docentes que estuvieran haciendo un esfuerzo por seguir llevando conocimiento a sus estudiantes en un modo no presencial. Me decidí por Chiriquí y, aunque la muestra es pequeña, descubrí que hubo planteles -debe haber más en el país- que no se quedaron con los brazos cruzados ante la inminente suspensión de las clases y abrieron aulas virtuales y otros que, aunque habían empezado a prepararse para esto no pudieron hacerlo a tiempo. La directriz del Ministerio de Educación (Meduca) se limitó, inicialmente, a que hicieran llegar a los estudiantes módulos físicos de las materias.

Los profesores con los que conversé manifestaron su molestia por el hecho de que se etiquete a los docentes del sector público sin siquiera investigar qué han estado haciendo o sin darles el reto de avocarse a una tarea como la que la crisis sanitaria le ha impuesto al país. Otros apuntaron que, en muchos casos, aunque la escuela y el maestro estén preparados para atender a los jóvenes de forma virtual, son las condiciones socioeconómicas que rodean al estudiante las que impedirían que ellos puedan aprovechar el modelo educativo virtual que se implemente.

Caso 1: Instituto David

Ubicado en el distrito cabecera de la provincia, el Instituto David levantó una plataforma (usando Moodle) para todos sus docentes justo días antes de que se decretara la suspensión del calendario escolar. En una semana la plataforma estuvo lista y en ella, según la directora del colegio, Nitzia Muñoz de López, habrían participado unos 1,600 de los 1,840 estudiantes que están matriculados. Lo anterior, hasta que el Meduca puso freno a las iniciativas de tipo virtual mientras establecía los criterios que los planteles debían cumplir y evaluaba la creación de una plataforma para todo el sistema oficial.

Cuando el colegio decidió crear la plataforma “mis subdirectores comenzaron a trabajar con los coordinadores de departamento y cada coordinador llamó a sus docentes para que ingresaran a la plataforma y matricularan a sus alumnos”, detalló Muñoz.

Se orientó a los docentes sobre cómo inscribir a los jóvenes en los cursos y cada uno fue subiendo su material: libros, videos, investigaciones, enlaces para que los estudiantes tuvieran a dónde ir a buscar información adicional. Incluso, asegura la directora, algunos docentes grabaron clases en video y las subieron.

Para asegurarse de que toda la comunidad educativa pudiera aprovechar lo que se estaba haciendo, notificaron a través de la radio y todas las redes sociales disponibles de la existencia de la plataforma del colegio. “También enviamos nota a la Directora Regional con copia a la ministra [Maruja Gorday de Villalobos] y demás autoridades sobre el trabajo que hacía el Instituto David”.

Muñoz lamentó que del Meduca nunca respondió a su comunicación y cuando se ha hablado del tema públicamente no se ha mencionado a los colegios públicos que tienen este tipo de iniciativa, y tampoco se ha dicho que la “mayoría de los docentes del país fue capacitado entre 2009 y 2014 en el uso de las nuevas tecnologías”.

Sobre la capacidad de monitoreo de la actividad en la plataforma, Muñoz dijo: “Moodle es buena; la interacción entre docentes y estudiantes es más o menos de un 85% [y lo sabemos] porque la plataforma nos permite observar el acceso de estudiantes y docentes”.

Caso 2. Centro Básico General de Los Algarrobos

Cuando el Meduca dio la instrucción de hacer llegar los módulos de las diferentes asignaturas a los estudiantes, la Básica General de Los Algarrobos, en el distrito de Dolega -a unos 15 minutos de David-, decidió utilizar la plataforma de uso libre Classroom para que sus docentes de todos los niveles -además de cumplir esa directriz- tuvieran la oportunidad de compartir videos, organizar y entregar trabajos y explicar clases. Cuando lo hicimos pensamos que iba a ser para unas semanas, pero se puede mejorar, comentó Patricia Quiroz Ibarra, docente de la asignatura que se conoce como Informática y quien, además, tiene a cargo parte de la tarea de mantener las redes del plantel y la comunicación con su comunidad educativa actualizada.

Quiroz también siente frustración de que a través de las redes sociales se hagan comentarios en los que “subestiman” a los docentes del sector oficial, y que les achaquen la responsabilidad de la ausencia de clases virtuales, cuando esto no solo tiene que ver con las destrezas del docente sino también con las limitaciones que tienen los centros: tipos de plataforma, conexión a internet, entre otros aspectos que no está en sus manos resolver.

Después de armar el Classroom, Quiroz hizo un video que compartió a través de las redes sociales a los padres de familia del colegio sobre cómo ingresar al sitio . “Nuestra sorpresa fue que tenemos alrededor de 800 personas inscritas en los grupos -el colegio tiene una matrícula de poco más de mil estudiantes- y hay que quitar a los grupos de prekinder, kinder y primero, que el Meduca pidió no incluir”, indicó.

Dijo que su limitación para seguir mejorando la plataforma que crearon es que no tienen el aval del Meduca, y los padres se preguntan si eso que los chicos están haciendo va a contar para su evaluación. “Los docentes dicen que sí tiene valor porque los niños están aprendiendo, pero el Meduca dijo solo módulos para que ellos sigan reforzando conocimientos”, indicó.

Quiroz aseguró que algunos docentes de la Básica están periódicamente subiendo videos, información y los muchachos les hacen preguntas a través de la plataforma. Además, que algunos profesores mantenían grupos de WhatsApp y se estaba preparando un tutorial para ayudarlos a usar Zoom (para dictar clases). Dijo que los muchachos están recibiendo información, y lo que tendría que hacer el plantel para lograr que ellos puedan enviar es ampliar el espacio en la nube (invertir en compra de gigabytes).

“Ha sido una experiencia muy buena, pero es una experiencia individual, acá es un área donde la mayoría de los padres tienen teléfonos inteligentes y redes sociales pero sabemos que hay otros lugares donde no es así”, expresó.

Quiroz es una de esas docentes que empezó a capacitarse dentro del sistema oficial desde el gobierno del entonces presidente Martín Torrijos (2004-2009), cuando se puso en marcha la iniciativa Conéctate al Conocimiento que incluyó la creación de un aula (Conéctate) con tecnología en las escuelas participantes y la capacitación a los docentes en el uso de los mapas conceptuales, la creación de diapositivas y la conexión a las nuevas tecnologías, lo cual, afirmó, se volvió una poderosa herramienta para el aprendizaje significativo. Luego, durante la gestión de Ricardo Martinelli (2009-2014) participó de Entre Pares, un proyecto que dotó a los docentes de herramientas tecnológicas para poder llevarlos a las aulas -una computadora a bajo costo- y capacitación sobre software y app gratuitos con los cuales podían enriquecer sus clases (software para creación de videos, charlas interactivas, creación de blogs, entre otros). Además, los docentes de su colegio participan de las capacitaciones anuales que la Fundación Gabriel Lewis Galindo ofrece sobre herramientas virtuales novedosas para uso en la enseñanza.

Durante el gobierno de Juan Carlos Varela (2014-2019), el proyecto se llamó Aprende al Máximo, que tenía un componente (Conéctate) sobre tecnologías para la educación y conexión a internet y electricidad a los planteles.

Caso 3: Colegio Félix Olivares Contreras (FOC)

El Colegio Félix Olivares Contreras, ubicado también en David, implementó la plataforma Moodle a finales de 2019 y este año pensaba capacitar a todo el personal para su uso de forma institucional. Con el inicio del año académico comenzaron preparando a los coordinadores de departamento para que los docentes pudieran subir sus planificaciones anuales, mensuales y diarias, con la idea de que al final todos pudieran llevar sus cursos online.

Eliseo Gálvez, profesor de Tecnología de la Información del FOC, detalló que en este momento en la plataforma están los módulos, que la mayoría de los docentes creó en formato pdf o word para que los estudiantes los pudieran descargar y adelantar el contenido de las materias, no así evaluar porque no hay -dijo- una posición específica del Meduca sobre este tema. El módulo incluyó el correo electrónico del docente para que los estudiantes se pudieran comunicar.

En el caso específico de Gálvez, como él es de la especialidad, ya tenía estructurada su clase online y logró inscribir a casi todos sus estudiantes (unos 150), a los cuales asigna actividades semanales. Incluso, desarrolló una sala de chat formativa. “Hemos hecho por ahora un chat en donde se conectaron todos los que pudieron y pudimos hablar sobre los inconvenientes y limitaciones que han tenido. El problema es que todos no tienen el recurso para conectarse [computadora e internet], pero la mayoría ha logrado cumplir con su trabajo semanal. Lo hacen y lo envían luego a la plataforma”.

Sobre su forma de llevar el control de la participación, explicó que todos sus estudiantes hicieron su cuenta y tienen su clave para entrar a la plataforma y al curso, y que allí quedan registrados los últimos minutos, qué estudiantes están online y al finalizar eventos en vivo la plataforma le da un resumen de lo sucedido.

Gálvez ha estado ayudando a la administración del FOC con la plataforma porque integra el comité de evaluación institucional, formulación de proyectos y certificación de los procesos de calidad educativa del Meduca (que responde al nombre de PIMCE), que fue el que propuso la idea de implementar esta iniciativa.

Gálvez coincidió con Muñoz y Alda en que, sino todos, la mayoría de los docentes del sector oficial deberían estar capacitados, luego de lo que se hizo con el proyecto Entre Pares, aunque reconoce que siempre habrá algunos docentes que, por su edad o porque no se sienten capaces, se rehusarán a hacer uso de la tecnología.

Caso 4: IPT Abel Tapiero

El Instituto Profesional y Técnico Abel Tapiero M., ubicado en el distrito de San Lorenzo, está equipado como pocos para introducir a sus estudiantes en la enseñanza a través de las nuevas tecnologías. Participantes durante tres años del concurso Samsung Solve for Tomorrow 2019 Panama, tienen un aula Smart, como premio del concurso, equipada con tablets para cada uno de sus estudiantes, una computadora con su servidor para almacenar toda la información de las tablets y un televisor al que los estudiantes conectan sus equipos para hacer sus presentaciones. Además, disponen de un kit de robótica. No es todo, tienen un aula de cómputo, un laboratorio de biología con proyectores y un laboratorio de inglés con computadoras y tres tableros digitales. No es poco para estar en un distrito en el acceso a agua, electricidad, alimentos y vivienda digna es un reto para muchos.

Parte de este éxito se debe al trabajo del equipo de profesores del plantel (45), que atiende a unos 600 alumnos este año. Inicialmente de vocación agropecuaria, el colegio incluyó el bachiller de ciencias y de turismo porque la matrícula de jóvenes del área había decrecido. Uno de esos docentes que ha contribuido al cambio es el profesor de la cátedra de inglés Eric Castillo, quien tiene tres años de estar en la comisión de excelencia educativa, ha llevado el Club de Robótica y ha liderado los equipos del colegio que, en dos ocasiones, han ganado el concurso que promueve Samsung.

Castillo afirmó que, tras las capacitaciones de Entre Pares, una gran mayoría de los profesores domina la tecnología, y que los de Historia, Español, Ciencias, Química y Física son los que más utilizan el salón Smart. “Se han adaptado”, indicó.

Sin embargo, en medio de las crisis sanitaria que vive el país, a pesar de tenerlo todo para seguir atendiendo a sus alumnos de forma virtual no pueden. “Por más que quisiéramos dar las clases y puedo asegurar que muchos profesores no tendrían inconveniente, trabajamos en San Lorenzo, una comunidad con muchas limitaciones económicas, muy pocos tienen acceso a computadoras e internet en sus casas. Los que tienen acceso es por sus teléfonos, con data, y eso es prepago y la mayoría sus papás ganan de trabajar el día a día, la agricultura y sería muy difícil para ellos acceder a la tecnología. En el colegio está la señal pero los que viven lejos, por San Juan, Boca del Monte, Boca Chica, no podrían acceder a los módulos si los mandamos por internet. Serían muy pocos. Si se le envía por WhastApp podría ser pero eso no es lo que aconseja el Meduca. Para los jóvenes sería fácil porque son muy tecnológicos”, caviló.

En años anteriores, Castillo ha trabajado con la plataforma Classroom con sus estudiantes. Ha hecho proyectos de creación páginas web, ejercicios online, creó trabajos, pero por las limitaciones de los estudiantes para conectarse a internet no le funcionó mucho. “El cibercafé está distante o no tenían dinero para las copias me decían […] No son la mayoría pero los indígenas que estudian allí son bastantes y sería discriminatorio que unos puedan hacer las tareas y ellos no; todo está en el colegio a disposición de los alumnos pero no para llevárselo”, concluyó.

Caso 5. Colegio Beatriz Miranda de Cabal

El Colegio Beatriz Miranda de Cabal, en Dolega no ha institucionalizado el uso una plataforma virtual para la enseñanza pero tiene esfuerzos interesantes que van en esa línea y que estuvieron utilizando al inicio de la cuarentena.

El profesor Gilberto Aguilar, director del plantel, manifestó que hubiera sido su intención atender a los chicos de forma virtual pero, además de que no tienen una plataforma disponible, entre sus estudiantes hay niños que tienen computadora e internet y otros que no o que viven en lugares a donde no llega la señal. A pesar de esto, destacó, hay esfuerzos aislados de algunos profesores de matemáticas que han estado intercambiando comunicación con los estudiantes y, citó a una profesora que le escribió ayer para decirle: “He estado utilizando distintas manera de contactarme con mis estudiantes [.] hoy utilizamos por primera vez Zoom y sostuvimos una video reunión”.

Lo mas reciente que estuvimos haciendo hasta la semana pasada (segunda de abril), apuntó Aguilar, son unas videoconferencias con un colegio de Kansas, Estados Unidos, que están a cargo del profesor de inglés Próspero González. “El proyecto, que comenzó en 2019, consiste en que nuestros muchachos le enseñan español a los de Estados Unidos y ellos le enseñan inglés a los nuestros, a través de un mecanismo que ambos profesores diseñan. Cuando en Estados Unidos cerraron las escuelas se suspendió”, detalló.

Llegaron a realizar tres videoconferencias durante la cuarentena vigente, utilizando la aplicación Meet. En 2019 se efectuaron actividades semanales durante las cuales los estudiantes compartían información sobre comida y vestidos típicos, medios de transporte y la educación en ambos centros escolares, todo esto mezclado con el uso de la tecnología. Las interacciones también se hacen a través de la plataforma Flipgrid, que permite a docentes y estudiantes interactuar utilizando el video y que también permite plantear preguntas que el grupo que recibe el enlace puede responder.

Para Aguilar es importante que el Meduca dote a todos los colegios de plataformas en las que se pueda intercambiar información y hacer trabajos.

Se intentó obtener información del Meduca sobre los programas que a lo largo de los últimos quinquenios se han puesto en marcha para que los docentes aprovechen las tecnologías para el diseño y preparación de experiencias educativas diferentes para sus estudiantes y al momento en que se publica esta nota no han respondido. Se les pidió, por ejemplo, información acerca de cuántos proyectos se llevaron a cabo, cuántos docentes fueron capacitados, cuántos colegios fueron dotados de los insumos necesarios.

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