La incógnita sobre la extensión del humedal de Matusaragatí, ubicado en la provincia de Darién, ha sido resuelta gracias al equipo de investigadores de la Universidad Tecnológica de Panamá (UTP), respaldado por el Centro de Estudios Multidisciplinarios en Ciencias, Ingeniería y Tecnología (Cemcit-AIP), en el marco del proyecto “Hidrología, Reservas de Carbono, Planta y Peces de Matusagaratí”.
El estudio, que abarcó un periodo de cinco años, ha confirmado que la extensión total de Matusaragatí, un conjunto de humedales ubicado en el corazón de la provincia, abarca 56 mil hectáreas.
La investigadora asociada al Cemcit-AIP, Indra Candanedo, señaló que hasta hace poco se carecía de certeza acerca de los límites de la zona inundable y los distintos tipos de humedales presentes en Matusagaratí.
“Antes de la investigación, había mucha especulación sobre la extensión de estos humedales. Dependiendo de la fuente, variaba entre 10 mil y 50 mil hectáreas. Ahora sabemos que son cerca de 56 mil hectáreas en total”, manifestó la investigadora a La Prensa.
Candanedo detalló que, mediante el uso de imágenes satelitales, drones y verificaciones de campo, pudieron estimar el límite del humedal e identificar hasta 10 tipos diferentes de humedales, algunos de los cuales son novedosos para Panamá.
Los 10 tipos de humedales identificados son bosques inundables de cativo, orey y alcornoque, bosques semicaducifolios (con algunas especies que pierden o caducan sus hojas en el verano), bosques siempreverdes, arbustales, bosquetes, helechales y herbazales inundables. También los bosques de mangle caballero y mangle salado.
Los nuevos tipos de humedales que no están en el mapa de vegetación de Panamá incluyen los bosques de alcornoque, los bosques semicaducifolios, los arbustales, los bosquetes y los helechales, especificó.
Efectos de la migración al humedal
Durante el estudio, los investigadores encontraron también que la migración irregular que está ocurriendo a más de 300 kilómetros del humedal lo está afectando, ya que el agua de los ríos conecta con esta zona.
La investigadora indicó que se observan envases de foam y envases plásticos entre las raíces de los árboles del humedal y las redes de los pescadores. Además, son visibles las colchonetas grises que traen los migrantes desde Colombia para pernoctar en la selva.
Además, sostuvo que se están llevando a cabo fumigaciones aéreas que pueden estar afectando los suelos, las aguas y los peces que la gente consume. Es necesario buscar alternativas sostenibles para la gente y los humedales, dijo.
La situación se origina porque los migrantes entran por las cuencas de los ríos Chucunaque y Tuira, los cuales forman el humedal de la laguna Matusaragatí.
De hecho, las autoridades ambientales estiman el costo de la restauración ambiental por los daños asociados a la migración en la región de Darién a finales de 2023 era de $11,912,087.54, de los cuales $583,393.01 es el monto para el tema de la recolección de desechos que están abandonando los migrantes irregulares a su paso.
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La investigadora indicó que los humedales son clave en la regulación de las inundaciones, mantenimiento del caudal de las quebradas y ríos durante el verano, así como una principal reserva de carbono y fuente de materiales y alimentos para las comunidades.
Además, enfatizó que el impacto más relevante es el deterioro de la calidad de los recursos hídricos, ya que está relacionado con la erosión, con el vertimiento de desechos humanos y desechos sólidos. Estos daños afectan las fuentes de agua para uso humano, afecta la vida acuática y se convierte en fuente de enfermedades.
Por ello, Candanedo recomendó mejorar el sistema para el control de la contaminación del agua en rutas y comunidades, fortalecer el sistema de potabilización de aguas y de los sistemas de monitoreo.
Además, añadió que confirmaron que estos humedales tienen turba (material orgánico), materia en el suelo rica en carbono que no ha podido terminar de descomponerse porque está inundada. Es muy importante mantener estas reservas en el suelo para mitigar los efectos del cambio climático.
En el estudio participaron Alexis Baúles, investigador del Centro de Investigaciones Hidráulicas e Hidrotécnicas y Alicia Ibánez, botánica del Centro de Estudios y Acción Social Panameño.
La invstigación fue financiada por la Secretaría Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación por un monto de 300 mil dólares, que incluyó el trabajo de campo en Darién de investigadores nacionales e internacionales más la compra e instalación de equipo y realización de análisis en laboratorios en el extranjero.
Matusagaratí es el humedal más vasto del país con bosques inundables de varios tipos y con diversas plantas acuáticas.
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