El Ministerio de Ambiente (Miambiente) está en alerta por la crisis humanitaria y ambiental en la provincia de Darién.
Ante la situación, el viceministro de Ambiente, Óscar Vallarino, realizó una gira de trabajo con un equipo técnico de Miambiente para evaluar el impacto ambiental en esta región clave.
La evaluación, solicitada por el presidente José Raúl Mulino, se centra en el análisis de los ríos Membrillo, Bajo Chiquito y Dos Bocas, que han sido utilizados por los migrantes.
El equipo está verificando la calidad de las aguas superficiales, identificando posibles fuentes de contaminación por residuos sólidos y analizando el impacto en los recursos hídricos locales, informó la entidad.
Además, se han revisado las afectaciones a la flora y fauna de la región para identificar las principales amenazas al ecosistema.
La gira, realizada en colaboración con los viceministros de Asuntos Multilaterales y Cooperación, Carlos Guevara Mann, y de Seguridad, Luis Felipe Icaza, busca medir el impacto ambiental y establecer planes de acción para mitigar los daños y proteger los recursos naturales.
$3 millones para limpieza
En julio pasado, Panamá propuso a Estados Unidos financiar un plan de limpieza de todos los ríos y áreas contaminadas en Darién a raíz del paso irregular de migrantes.
El ministro de Ambiente, Juan Carlos Navarro, dijo que una parte de los recursos para la repatriación de migrantes se puede dedicar también a cubrir las necesidades de las poblaciones indígenas y de la comunidad afectada en esa provincia.
“Hemos hecho una propuesta de $3 millones al gobierno de Estados Unidos de la mano del ministro de Seguridad y del canciller, siguiendo las instrucciones del presidente Mulino”, dijo.
Detalló que la propuesta se ampara en el memorándum de entendimiento entre ambos países, para que se realice una investigación y un análisis del costo ambiental que ha tenido Panamá por la migración irregular. Y además propondrán el plan de limpieza de toda la zona que ha sido afectada.
Navarro dijo que las comunidades de Darién, tanto de la vertiente del Pacífico como del Atlántico, sufren las consecuencias de la devastación de la zona.
“Todas las aguas están contaminadas por heces fecales, por cadáveres, por plásticos y por todo tipo de basura. Esto es lo que vamos a limpiar”.
Estudios realizados el año pasado por las autoridades panameñas daban cuenta que cada migrante deja en el Darién unas 20 libras (1.81 kilogramos) de desechos.
Expresó que el plan es contratar a los propios moradores para estas labores y que se les emplee para reactivar la economía.
El memorándum de entendimiento o MOU entre Estados Unidos y Panamá fue suscrito el 1 de julio por el secretario de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, y el canciller panameño, Javier Martínez Acha. Contempla “asistencia y cooperación” en asuntos migratorios y señala que “permitirá cerrar el paso de inmigrantes ilegales por Darién, un tema que se convirtió en una grave crisis humanitaria”.
