Intentan combatir el trasiego ilegal de madera

Intentan combatir el trasiego ilegal de madera
Autoridades y empresa privada buscan impulsar la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos forestales en Panamá. Cortesía


Reducir la tala y extracción ilegal de la madera es uno de los objetivos que busca consolidar una base de gestión forestal mediante la implementación de un Sistema de Trazabilidad y Control Forestal de Panamá (STCF).

Este sistema, establecido en la Resolución DM-006-2018 del 27 de febrero de 2018, que crea el STCF del Ministerio de Ambiente (Miambiente), ha permitido ubicar los árboles desde su punto de origen, conocer el origen de la tuca, así como identificar la madera y su legalidad.

Además, con la trazabilidad se ha implementado dispositivos electrónicos (azul y amarillo) en los árboles y las tucas que permite la identificación y el registro de los árboles.

Álvaro Castillo, ingeniero forestal de la Dirección Forestal de Miambiente, explicó que el año pasado se detectaron 10 casos en los que se intentaba comercializar madera de forma ilegal.

El transporte del producto se da a través de pequeños camiones para venderlo de forma rápida en pequeños talleres.

Se reconoce cuando la madera no tiene trazabilidad porque el traslado debe hacerse con los productos forestales marcados o identificados con unas etiquetas amarillas, donde se verifica su procedencia.

En lo que va del año 2024, la Dirección Forestal no ha notificado casos de traslado de madera ilegal.

Castillo explicó que, en Darién, se ha detectado la tala ilegal de varias especies de madera, incluyendo el bálsamo, que se exporta, así como el cedro amargo, espavé y algunas especies de amarillo.

En las provincias centrales se ha encontrado la tala ilegal de roble y cedro amargo. En Bocas del Toro, se han identificado algunos casos de extracción de especies milenarias en volúmenes pequeños.

Según Castillo, hay plataformas que Miambiente establece para el control de la producción forestal sostenible en el país, incluyendo desde la tala, el transporte, los centros de distribución o los centros de transformación y la exportación de especies que tienen un mercado internacional.

El ingeniero forestal manifestó que en los bosques donde se tala y se extrae la madera con una cantidad de 100 árboles, solo 70% pueden extraerse, y el 30% restante de los árboles tiene que ser dejado como semilleros.

Esos semilleros deben ser árboles “buenos”, es decir, que deben tener un tronco cilíndrico, copa amplia, que no estén con huecos, que no estén dañados y que no hayan sido quemados. Estas características son indispensables para mantener una genética de semillas de alta calidad.

Intentan combatir el trasiego ilegal de madera
Monitoreo y control de la producción forestal sostenible en las zonas de aprovechamiento por Miambiente. Cortesía

En Panamá existen ocho áreas de aprovechamiento de madera. En la comarca Emberá-Wounaan, en Cémaco, en el área de Wargandí y Mortí. Además, en la comarca Guna de Madungandí, en Río Sábalo, Chicola Chicola, y dos aprovechamientos también de madera sumergida en Río Diablo y Aguas Claras, dentro del lago Bayano.

Para mantener controles, la Dirección Forestal realiza operativos y verificaciones de todas las zonas de aprovechamiento, en industrias, áreas de aserraderos y talleres donde se implementa el STCF y se rectifica que las guías de las maderas estén firmadas por el personal idóneo.

Además, recibe el apoyo del Servicio Nacional de Fronteras (Senafront), la Policía Ecológica y la Fiscalía Ambiental.

Bianca Morán, presidenta de la Asociación Panameña de Exportadores y gerente de Ecotopia Teak, indicó que el 98% de lo que exporta Panamá es teca, madera proveniente de plantaciones forestales comerciales.

En este sentido, insta a la promoción de la reforestación certificada, que también ayuda a generar empleos en áreas rurales.

Según Morán, el tema de la trazabilidad es lo que permite exportar a mercados exigentes en cuanto a la calidad. Explicó que las empresas certificadas son auditadas de manera ambiental, laboral, sanitaria, financiera, y las operaciones en el bosque son auditadas de manera anual.

“Al tener toda esta trazabilidad en nuestro producto, el que compre una silla, el que compre un mueble hecho de nuestra teca, puede tener la seguridad de que se ha cumplido, no solo con la cadena de custodia, sino que tiene un mueble hecho de madera forestal sostenible. Eso nos abre muchas oportunidades a los panameños”.

A criterio de Morán, se debe buscar cómo llegar a los mejores mercados, porque tenemos la calidad del producto. “Ahora lo que tenemos que hacer es migrar hacia escenarios de productos con valor agregado para aumentar nuestra oferta exportadora”, indicó.

Estas declaraciones se dieron en el marco de un conversatorio donde se abordó la sostenibilidad y el uso responsable de los recursos forestales en Panamá, en el que además participó Denise Cisneros de Tetra Pak, quien presentó el tema de la sostenibilidad y el uso de materias primas renovables y reciclables, además de representantes de Miambiente.



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