En las faldas del Cerro Ancón se está creando un grave problema social, ambiental y de salud debido a la proliferación de precaristas o personas sin techo que se han apoderado de estas áreas boscosas, colindantes con la Avenida de los Mártires. Estos invasores se ubican en un lugar conocido como la quebrada del Ñeque.
Los vecinos de Cerro Ancón temen que esta situación se salga de control y que la informalidad de estas personas continúe expandiéndose en el sector. Además, muchos residentes, peatones y hasta conductores han sido víctimas de robos y agresiones verbales por parte de estos precaristas.
Una de las vecinas que vive cerca de la calle que colinda con el Tribunal Marítimo en Ancón denunció los constantes robos que sufren los residentes por parte de estos precaristas, quienes en su mayoría presentan problemas con el alcohol y las drogas. Incluso se ha observado la presencia de menores de edad rondando las casas.
Una de las vecinas del lugar, que prefirió no dar su nombre por seguridad, explicó que estos indigentes se meten en las casas con cuchillo en mano a robar todo lo que ven mal puesto. “Aquí en las noches estas personas se la pasan deambulando para ver qué carro pueden romperle el vidrio y hurtar los equipos de sonido, artículos personales o cualquier objeto de valor que encuentren”.
“Los hurtos y robos son constantes. Incluso hay personas que vienen temprano a hacer sus diligencias y son acechadas por estos maleantes”, dijo la fuente.
Ante esta situación, la Policía Nacional mantiene una sala de guardia en Balboa, donde las personas pueden presentar sus denuncias por medio de una línea telefónica. Sin embargo, los residentes piden mayor presencia policial.
Otra forma de ataque de estos usurpadores de terreno es obstaculizar las calles menos transitadas con carretillas o piedras para obligar a los conductores a detenerse y robarlos. La calle Roberto Reina, camino al Tribunal Marítimo, y la calle Herrick, camino al Instituto Oncológico Nacional (ION), son escenarios de estos actos delictivos.
En el caso de la calle Herrick, camino al ION, los pacientes o los familiares que utilizan esta vía han denunciado estos atropellos. María Sonora Fernández ha viajado en los últimos meses a este centro hospitalario para llevar y recoger a su familiar y contó que le han robado. “Un descuido, un momento de desliz, bajé la ventana para pedir que me quitaran las piedras y el tipo me robó”.
A criterio de Raisa Banfield, directora de la Fundación Panamá Sostenible, todas las cosas que están pasando en la ciudad son una evidencia grave del abandono de la cosa pública y el espacio público.
“Simplemente es el resultado de un proceso de negligencia administrativa que se refleja en la invasión de un área que se supone es una de las de mayor control dentro del entorno urbano de la ciudad de Panamá”, señaló Banfield.
La ambientalista advierte que es “grave” y se deben tomar medidas para salvaguardar la integridad del área protegida, así como la vida de estas personas, quienes deben estar en lugares donde se les brinde asistencia. Según Banfield, “no se justifica que estén invadiendo el área protegida de Cerro Ancón; esto es la evidencia de la falta de autoridad”.
En los sectores donde habitan estas persoans de la calle se observa mucha contaminación, desperdicios de basura, envases plásticos, incluso queman basura para extraer material como cobre que luego es vendido en centros de reciclaje.
Según el Ministerio de Ambiente (MiAmbiente), el sector que está siendo invadido por precaristas no está dentro del Área Protegida y Reserva Natural del Cerro Ancón. Tras recibir reportes de una supuesta invasión en los predios de la reserva natural, técnicos de MiAmbiente y personal de Atención Ciudadana (311) acudieron a la zona para verificar los hechos denunciados.
Personal de la Dirección Metropolitana de la institución realizó la inspección en el lugar y ubicaron estructuras informales, indigentes y gran cantidad de desechos sólidos. Sin embargo, al tomar las coordenadas, se confirmó que estos se encuentran fuera de los límites del Área Protegida y Reserva Natural Cerro Ancón.
MiAmbiente informó que remitirá esta información a las autoridades competentes para su debida atención y se mantiene alerta para preservar las condiciones del área protegida y evitar que se dañen o perjudiquen sus instalaciones.
Informamos al país sobre situación relacionada con la presencia de presuntos invasores en el Área Protegida y Reserva Natural del Cerro Ancón. pic.twitter.com/f0JZWE3pVq
— Ministerio de Ambiente de Panamá (@MiAmbientePma) May 16, 2024
Ante este panorama, se consultó al alcalde capitalino saliente, José Luis Fábrega, sobre la situación de invasión descontrolada que se registra en Cerro Ancón, y dijo “desconocer” del tema.
Fábrega se limitó a señalar que la empresa privada debe brindar oportunidades de trabajo para evitar que este problema siga proliferando. “El objetivo es permitir que la empresa privada siga creciendo, siga teniendo su ganancia, pero que brinde oportunidades. En ese sentido, se va a poder lograr una reducción de la economía informal y de los buhoneros”.
Con respecto al trabajo que realiza la Alcaldía de Panamá, se conoció a través del departamento de Gestión Social que el programa “Habitante de la Calle, Date Una Oportunidad” ha brindado atención integral a 1,183 personas que viven en las calles, de las cuales 60 han logrado reintegrarse exitosamente a la sociedad.
Hasta el momento no hay reportes oficiales de cuántas personas viven en estado de calle. Sin embargo, Ariel López, del Centro San Juan Pablo II, informó en entrevista con los medios de comunicación que hay entre 500 y 550 personas sumidas en la indigencia en la ciudad capital, de las cuales unas 150 llegan diariamente al centro en busca de ayuda.