El impacto del relleno de 50 hectáreas que se quiere hacer en Amador, en el corregimiento de Ancón, va más allá del área específica donde se pretende desarrollar el proyecto.
El estudio de impacto ambiental —que está en fase de evaluación por parte del Ministerio de Ambiente—detalla que el área de “influencia directa” del relleno es de 156 hectáreas, mientras que la zona de “influencia indirecta” es de 389 hectáreas.
Según el documento, el objetivo del relleno, que será de arena, es proporcionar una plataforma para la implementación de las estructuras en tierra, como edificios, estacionamientos, áreas de playa, marina, entre otras facilidades. ¿Pero de dónde saldrá el material para el megarelleno?
Según el estudio ambiental, el material considerado para utilización en las actividades de relleno será obtenido de explotación submarina en cuatro zonas consideradas: dos puntos en Chame, el archipiélago de Las Perlas y la bahía de Parita.
En cuanto a la cantidad y forma de traslado del material, se plantea que el proyecto demanda 4.5 millones de metros cúbicos de arena y que la arena será transportada mediante barcazas hasta el área del proyecto, rodeando y sin afectar la operación del canal de Panamá.
Zona protegida
El material para el relleno es uno de los temas que más inquieta a autoridades del Ministerio de Ambiente y a ecologistas. Una prueba de ello es que, como parte del proceso de evaluación del estudio ambiental, Enrique Castillo, director de la región metropolitana de esa entidad, emitió un informe técnico el pasado 22 de abril, en el que subrayó que uno de los sitios indicados para extracción de arena —el archipiélago de Las Perlas— es un área que fue declarada Zona Especial de Manejo Marino-Costero, mediante la Ley 18 de 31 de mayo de 2007. Es decir, que goza de cierta protección.
“Se solicita verificar sitios de extracción de arena”, le recomienda Castillo a los funcionarios del Ministerio de Ambiente que están evaluando el contenido del estudio de impacto ambiental sobre el relleno marino.
Para el biólogo del Centro de Incidencia Ambiental Isaías Ramos los impactos de proyectos de este tipo van más allá del emplazamiento físico, y no terminan con el periodo de su construcción. “Impactos que no se evalúan por las autoridades en el estrecho y fragmentado análisis que realizan”, apuntó.
En palabras de Ramos, solo por análisis en función de cambio climático y elevación del nivel del mar sería necesario valorar si se sustenta la construcción de un relleno en la zona, con su mantenimiento continuo y actividades asociadas.
“Esto con el añadido de que la arena allí depositada será traída de sitios ecológicamente frágiles, como la Bahía de Chame y el Archipiélago de las Perlas”, acotó.
El ministro de Ambiente, Milciades Concepción, dijo que “pronto” se tendrá una decisión final sobre el estudio, y si no cumple con las normativas será rechazado.
El proyecto se llamará Desarrollo Marítimo Amador y su promotor es L.G.S. Panama Tourism Development.